ESPACIO LIMA 2034
Los peruanos estamos a dos años de celebrar el Bicentenario de la independencia nacional. Dos siglos de historia que invitan a la reflexión. ¿Qué hemos conseguido? ¿A dónde queremos llegar? ¿Cómo será nuestra capital en el futuro? La planificación no termina en el 2021. Quizá podríamos pensar en un horizonte mayor: el 2034, dentro de 15 años. ¿Cómo será Lima en ese entonces?
Para hacer una proyección del futuro, es indispensable ver el pasado. Entre tramos de alza y desaceleración, el Perú no ha dejado de crecer en estos últimos 15 años. Su punto más alto fue en el 2008 con 9,84% de incremento del PBI. Este porcentaje disminuyó la pobreza, expandió la clase media y redujo la desigualdad. Con mayor poder adquisitivo, el peruano se sumó a la tendencia mundial del negocio propio. Según los resultados del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) de 2016, Perú es uno de los países más emprendedores de América Latina: su tasa de emprendimiento en etapa temprana (TEA) llegó a un 25,1%, mientras que la media en los otros países de la región es 18,8%.
>>Descubre en este video cómo una niña se imagina Lima en el 2034:
Estas cifras son fáciles de comprobar: actualmente todo limeño conoce a alguien que invierte en su propia empresa, sea esta una marca de cupcakes que se venden por Internet o un nuevo restaurante. La multiplicación de los edificios en Lima anuncia otro cambio evidente: cada vez más peruanos alcanzan la meta de la casa propia. Con tantos hogares en expansión, con más distancias que cubrir, en Lima aparecieron nuevas infraestructuras y sistemas de transporte para reducir el tráfico, como los corredores y el Metropolitano. Sin embargo, el congestionamiento de las calles de nuestra ciudad sigue siendo un tema por resolver a futuro. Aun hoy se calcula que un limeño pasa cerca de 4 horas estancado en el tráfico.
Mentalidad sostenible
La nueva generación de jóvenes peruanos, sin miedo a cuestionar nuestros hábitos y defender sus ideas, ha conseguido que el Perú empiece a preocuparse más por sus recursos naturales, así como por su impacto en el cambio climático. Observamos la transformación en decisiones personales, como utilizar menos plástico y acostumbrarnos a reciclar, así como en cambios estructurales.
Desde el 2004, en Lima se utiliza el GNV (Gas Natural Vehicular), que emite 24% menos contaminantes que la gasolina, y 60% menos que diésel, siendo un combustible más limpio y económico para el parque automotor. Por ejemplo, toda la flota del Metropolitano utiliza GNV. Mientras que la masificación del gas natural en domicilios y transporte ha beneficiado a más de 3.5 millones de personas en Lima y Callao, con reservas para 30 años más. Sumando a eso industrias, proyectos comerciales y edificios corporativos. Hoy, en un proceso de cambio de la matriz energética nacional, el 38% de la energía eléctrica se produce con gas natural.
En el 2034, Lima debería ser una ciudad inclusiva para locales y migrantes, con grandes espacios públicos que promuevan un sentido real de comunidad. También una ciudad verde y saludable, que incentive el ahorro energético, se mueva con energías limpias, y esté ordenada con núcleos de desarrollo industrial y comercial. Una ciudad, con más de 13 millones de habitantes, que cuente con un sistema de transporte eficiente e integrado que cubra a todo el territorio, donde una persona pueda trasladarse de un extremo a otro sin perder gran parte de su día y sin contaminar sus pulmones con el humo negro.
Lima será en el 2034 una ciudad de jóvenes que frene los problemas con tecnología. Hoy en el Perú, 7 de cada 10 peruanos, según el INEI, se conecta a Internet desde su celular. Según las tendencias globales, el futuro tendrá trabajos más automatizados y el Internet de las cosas y la Inteligencia Artificial harán posible una sociedad hiperconectada, donde los dispositivos tendrán data personalizada de cada uno de nosotros, compartirán información y podrán monitorear desde nuestros gustos hasta nuestra salud. Estaremos en Lima, pero conectados al resto del mundo.