A medida que vamos cumpliendo años, nuestra dieta debe ir cambiando y a ella se le debe incorporar mayor cantidad de alimentos con fibra y líquidos, esto con el fin de mejorar la digestión y el tránsito intestinal, más aún en la etapa del adulto mayor.
Con el pasar del tiempo, las digestiones se ralentizan y son frecuentes los problemas de estreñimiento o de diarrea. Solucionarlo no es tarea difícil y todo depende de nuestra alimentación.
Lo más recomendable es llevar una dieta rica en fibra con cereales, legumbres, frutas, verduras y lácteos, más aún cuando se está en la tercera edad y es que, a partir de los 70 años, las personas ven mermado su apetito y deseos de comer ingiriendo cada vez menos cantidad en comparación a cuando se era más joven.
“El envejecimiento es un factor que se asocia a problemas como el estreñimiento. Los lácteos contienen ácido butírico, un ácido graso que favorece el desarrollo de bacterias benéficas que mejoran el tránsito intestinal y refuerzan el sistema inmunológico”, detalla Rafael Cornes, Coordinador Campaña ¡Sí a la Leche! de la Federación Panamericana de Lechería (Fepale).
Para prevenir problemas de estreñimiento en los adultos mayores también se recomienda la ingesta de cereales integrales y frutos secos por el gran aporte de fibra.
Además, es vital tener una buena hidratación para evitar problemas digestivos y en el tránsito intestinal. Mabel Vila, nutricionista del Programa Nacional “A Comer Pescado” del Ministerio de la Producción, aconseja “disminuir el consumo de té y café, beber agua pura hervida o refrescos naturales con bajo contenido de azúcar a lo largo del día y reducir las bebidas alcohólicas”.
Lo mejor es ingerir agua cada media hora para reponer líquidos pero también incorporar zumos naturales o caldos en el menú diario para mejorar la hidratación.
El consumo de verduras de color rojo, naranja y verde oscuro, ya que aportan vitaminas, como el complejo B, la vitamina C, carotenos y licopenos, que son excelentes antioxidantes y contienen fibra dietética, así como el pescado, por lo menos tres veces a la semana, porque aporta proteínas, vitaminas, minerales y omega 3, también son vitales en la dieta del adulto mayor.