Si vemos dos deportivos en un semáforo, podríamos suponer que se trata de alguna prueba ilegal y que, cuando la luz cambie a verde, ambos autos saldrían disparados.
Sin embargo, cuando solo uno tiene ganas de echarse una carrera todo sale mal. Un Corvette y un BMW M3 estaban en un semáforo y el conductor del deportivo americano parece querer competir con el propietario del vehículo europeo, que ni se inmutaba.
Cuando la luz cambió a verde, el Corvette salió disparado, pero al cruzar la calle por poco y termina estampándose contra la barrera. El conductor perdió el control del auto y, por suerte, pudo recuperarlo rápidamente, aunque realizando maniobras peligrosas.