"Causas y azares", por Pedro Suárez-Vértiz. (Ilustración: Nadia Santos)
"Causas y azares", por Pedro Suárez-Vértiz. (Ilustración: Nadia Santos)
Pedro Suárez Vértiz

Pocos entienden qué es un ‘productor’ musical. Debo explicar que este es el nombre internacional que se le da a un director musical. Aquel que busca el mejor look auditivo para una composición. A mediados de 2016 Manuel Garrido-Lecca cumplió 30 años como productor musical. Discos de oro, platino y multiplatino avalan su éxito. Aunque él siempre diga: “Las disqueras pasan, los artistas quedan”. Gracias a esa filosofía, las canciones que produjo para Arena Hash y para mí suenan hasta hoy.

Ha sido nominado al Grammy anteriormente, pero este año lo hizo por partida doble en la categoría disco y grabación del año, gracias a La flor de la canela cantada por Rubén Blades y El surco por Jorge Drexler (extractos del álbum A Chabuca). Por primera vez un peruano es nominado dos veces en la categoría más importante del Grammy Latino, junto a Despacito, de Luis Fonsi, y éxitos de Juanes, Shakira, Ricky Martin, Alejandro Fernández y Residente.

La música es una expresión artística que se encuentra en constante evolución. Por eso preferí ser cantante y compositor. Simplemente le llevaba una canción tipo Rolling Stones a Manuel y él la hacía sonar como Duran Duran, Enya, Bob Marley o la dejaba tal cual si era lo conveniente. Siempre impidió que mi música esté de espaldas a la época. Manuel es experto en tendencias y por eso los productores son tan importantes. Están al tanto de los avances conceptuales y tecnológicos a tiempo completo. Con razón mi primo Luis Alva lo llama el ‘Científico’.

Y aunque Manuel siempre ha preferido estar ajeno a la fama, no juntarse con celebridades y mucho menos atender periodistas, el año pasado la vida le jugó una hermosa ironía. La periodista Mávila Huertas inició una exhaustiva investigación sobre mi carrera. Ella, gracias a Mario Ghibellini, nos contactó y buscó al dueño del crédito más importante de mis discos: “Producido por Manuel Garrido-Lecca”.

Ella se reunió con Manuel, pero la entrevista quedó corta. Acordaron juntarse nuevamente para continuar resumiendo los más de 30 años de estrecha amistad y trabajo conmigo. La conversación los expuso sin querer a nivel personal y ambos comenzaron a conocerse más de la cuenta. Días después ella le pide una entrevista conjunta con la cantante Nina Mutal, gran amiga nuestra. Pero la conversación se prolongó hasta muy entrada la noche, pues eran demasiadas anécdotas. Así que Mávila, emocionada, les propone a Nina y Manuel un rápido viaje a Miami para entrevistar al resto de Arena Hash y así acopiar información espontánea grupalmente.

Pero Nina le comunica a Mávila que no podrá viajar. Así que parten rumbo a Miami únicamente la periodista y Manuel. Entonces, a estos dos únicos viajeros “las causas los andaban cercando, cotidianas e invisibles, y el azar se les iba enredando poderoso e invencible”, como dice la canción de Silvio Rodríguez. Al día siguiente se reunieron con los ex Arena Hash en Hollywood, Miami. El intenso diálogo generó abundante información para el hoy best seller, Pedro, escrito por Mávila.

Y aquí Dios empezó a divertirse: el 11 de setiembre de 2016, Mávila y Manuel tenían programado su retorno a Lima pero debido a la fecha (9-11) el aeropuerto de Miami presentó una serie de retrasos por controles de seguridad adicional. Mávila y Manuel tuvieron entonces una oportunidad de conocerse a fondo. La pareja pasó más de 15 horas conversando y encontrando maravillosas coincidencias. Veían, sentían y entendían la vida de forma muy similar.

Mávila y Manuel llevan más de un año juntos. Lo bonito e inspirador fue que dos almas se encontraron de repente, sin pretender ni buscar nada. Mávila escribió en sus redes: “A veces es un libro o una película o un viaje lo que te cambia la vida y aparece esa persona que siempre estuvo ahí para ti”. Como decía Cortázar: “Andábamos sin buscarnos, pero sabíamos que andábamos para encontrarnos”. Finalmente Manuel produjo mi música, pero justamente el éxito de esas canciones terminaron produciendo su propia vida. Círculo cerrado. 

Esta columna fue publicada el 21 de octubre del 2017 en la revista Somos.

Contenido Sugerido

Contenido GEC