-Desde que en 1989 logró el nacimiento del primer bebé probeta, ha acompañado la maternidad en el Perú, ¿qué es lo primero que viene a su mente hoy al escuchar esa palabra, maternidad, y saber lo que significa para una mujer dar a luz en tiempos de pandemia?
-La maternidad es un tema que corresponde a la mujer y no se ve alterada absolutamente por nada. No existe virus o bacteria que pueda impedir una maternidad. Todavía está claramente definido que no existe una infección vertical de la madre al bebé. En razón a lo que la verdad científica dice en el momento actual, creo que la mujer embarazada debe estar tranquila. El tiempo va a determinar que la maternidad sigue siendo una de las maravillas de la vida y definitivamente es una protección natural que la gran mayoría de mujeres embarazadas que adquiere el coronavirus es asintomática o tiene síntomas leves. Ahora ellas van a crear inmunidad para cuando a través de la placenta o el cordón umbilical se la pasen a sus bebés, o en caso contrario mediante la lactancia, a través de la cual van a proveer de gran cantidad de anticuerpos a su hijo. Es la ley de la vida.
-El nacimiento de una vida, algo tan hermoso, es vivido hoy por las mujeres de los sectores mas vulnerables como una experiencias traumática, muchas veces dolorosa (mas allá de los físico). ¿No hay algo mas que pueda hacer el Estado por ellas?
-El Estado tiene que seguir haciendo el trabajo que le corresponde... Hay una presentación interesante donde se dice que estamos en una misma embarcación y nos salvamos o nos hundimos todos y eso no es correcto. En el mundo, todos estamos en la misma tormenta, pero en diferentes embarcaciones. Nosotros no podemos comparar la situación en países como Suecia o potencias como Estados Unidos o Inglaterra con Perú, porque los recursos son diferentes. Nosotros tenemos que acoplarnos a lo que tenemos y lo que estamos haciendo ahora es una forma de evitar contagios y el número de muertos; esto al final va a seguir la curva “normal”, va a demorar unos meses en acabar, pero… En relación a la pregunta puntual, creo que debemos tratar de que a la mujer se le considere como una persona entre comillas vulnerable, pero no per se por ser mujer, sino porque no sabemos qué es lo que va a pasar sobre el embarazo. Repito lo que dije en la pregunta anterior, desde la ciencia aún no hay nada concreto y yo sigo pensando ciegamente que el ser humano tiene elementos de protección, como es la parte inmunológica, la parte de los anticuerpos, ante un proceso inflamatorio infeccioso reacciona. Ante una infección viral también va a tener que defender. Un virus no va a acabar con la maternidad, no va a acabar con el ser humano. En general, estamos hablando.
-La pandemia ha traído nuevos riesgos para la salud en general, en el caso de la gestación, ¿hay hoy la posibilidad de llevar lo que hasta antes de la pandemia se consideraba un “embarazo normal”, sin mayores complicaciones?
-Las gestaciones van a continuar normales. Las mujeres se van a seguir embarazando en forma natural o con tratamientos de reproducción asistida, porque todo va a ir regresando a la normalidad poco a poco, de manera progresiva, con cuidados reales que están claramente definidos. Y la gestación continuará. Habrá un grupo de mujeres embarazadas que harán coronavirus, por supuesto. La gran mayoría va a ser asintomática o hará una sintomatología leve. Un pequeño grupo hará casos mayores y estos casos mayores hay que determinar si van a causar o no van a causar daños sobre el embarazo. Lo que se tiene claro es que en algunos casos producía amenaza de parto, pero es muy poca la estadística en el mundo. Yo creo que debemos hacer los controles adecuados, los controles ecográficos, los controles de crecimiento, las ponderaciones fetales correspondientes, las pruebas de monitoreo cardiaco fetal… La pregunta es si ¿las mujeres van a poder llevar o no van a poder llevar un embarazo normal? Por supuesto que sí. No se olviden que hemos pasado, por ejemplo, una época bastante trágica por la enfermedad del SIDA. Pero recuerden también que siempre tenemos embarazos de riesgo, además de los de mujeres alcohólicas y de mujeres drogadictas, que siempre son mucho peor.
-¿Los embarazos que ya estaban en camino de manera asistida, han podido continuar y cuidar con asistencia necesaria?
-Por supuesto. Los embarazos que ya estaban en camino han continuado normal. Han habido casos de mellizos, embarazos únicos, partos normales, cesáreas… El parto no puede esperar a nada. Y. lógicamente, con las medidas de seguridad adecuadas. Definitivamente, hemos pasado de la fase del miedo a la fase del aprendizaje de la enfermedad y ahora estamos en la fase de salir de esta crisis, que empezó con un desconocimiento total. En abril de este año se empezó un primer manual de procedimientos para empezar los procesos de fertilidad en forma muy progresiva y lenta, y ahora, el 18 de mayo, hemos hecho un manual bastante grande -que ha sido distribuido a nivel de toda Latinoamérica-, que involucra todo el proceso de fertilidad, desde que el paciente llega a la clínica hasta que termina su proceso. La fertilidad ha tenido un pequeño desfase por un tema coyuntural y momentáneo, pero todo regresará a la normalidad en su momento. Nosotros ya estamos trabajando de forma lenta y progresiva. La reproducción asistida no va a parar porque el deseo, el derecho de ser madre, no hay cómo pararlo. Simplemente, tenemos que adaptarnos a la situación y a las circunstancias.
-¿Se anima a hacer una reflexión sobre si la pandemia traería un incremento o disminución de la tasa de natalidad en nuestro país?
-Es demasiado atrevido decir que va a aumentar o disminuir la maternidad durante la pandemia. Actualmente las parejas tienen una planificación familiar, no porque estén en la casa van a embarazar. No somos un país tan desequilibrado. Yo creo que el índice de natalidad y el índice de fecundidad continuará similar. Sí, es cierto que las mujeres tienen un poco mas de miedo de embarazar por ahora, pero en dos o tres meses se van a desquitar.