Alitas, ahumados y, ¿bourbon?
Este es un menú clásico de ‘sport bar’, que conocemos bien. Hay que admitir que pocos saben festejar los eventos deportivos del modo que lo hacen los estadounidenses. “Hamburguesas, alitas, pollo crispy, cheese fingers… ya sabemos que los bocados con grasa suelen ir perfecto con una cerveza”, indica el sommelier Giovanni Bisso. Sin embargo, para llevar la experiencia un paso más allá, el experto recomienda una elección poco habitual en las barras peruanas: el bourbon. “Es perfecto con las carnes tipo texanas, ahumadas y grasosas, que van bien con un destilado como este. Suelen ser carnes de sabores fuertes y el bourbon es una gran opción”, señala. Eso sí: mejor tomarlo para terminar la comida. Sea cual fuera el marcador final.
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A vasos llenos
Ignacio Schwalb, fundador de Barbarian, lo tiene más que claro: cuando se trata de Alemania -región que cuenta con unas cinco mil variedades distintas de cervezas- la reina indiscutible es la Pilsner. Un estilo de cerveza perteneciente a la familia de las Lager; fresca, dorada y ligera, con un sutil amargo al final. La clase de bebida que se toma bien helada y que acompaña bocados salados, crujientes y… fritos. La santísima trinidad de piqueos futboleros en esta y todas las latitudes. De ahí que el maestro cervecero sugiera acompañarla con otro clásico germánico: una milanesa de cerdo con papas, más conocida como ‘schnitzel’. “Una cerveza de trigo estilo alemán o una cerveza tipo pilsner siempre va a ser refrescante, sea lo que fuera que comamos. Pero va perfecta con un plato que tiene grasa, como este”, aconseja Ignacio. Mejor ir teniendo las cervezas bien frías.
En un rincón del Caribe
Toda presencia latina en el Mundial es digna de celebrarse, y a este país centroamericano lo festejamos con un destilado que nos encanta desde siempre: el ron. “Cuando se trata de un buen ron, podemos servirlo en las rocas con una rodaja de naranja y nada más que eso”, dice Karen Seijas, brand ambassador de Flor de Caña. “Pero si queremos hacer un coctel que le guste a todo el mundo, no hay nada como un ‘punch’. Podemos hacerlo en una jarra grande que rinda para varios, y así evitamos preparar cada coctel por separado”, añade. Seijas sugiere combinar el ron con zumo de limón, jugo de naranja, jugo de piña, jarabe simple, bitter de angostura, frutas o cítricos. Su mejor consejo es tener las frutas listas, usar zumos naturales y asegurarnos de tener suficiente hielo en la congeladora. ¿Con qué acompañarlo? Elegimos unos tequeños de lomo saltado: la frescura del coctel va genial con el condimento de un piqueo como este. ¿Qué tal un brunch de inspiración caribeña?
Vinos, tapas, y arroces que no conoces
Un estilo que siempre sorprende, tanto en la cancha como en la mesa. Pensar en España es pensar tortillas de patata, paellas y jamón ibérico (“todo esto va maravilloso con los vinos típicos de ese país, que son los tempranillos de la Rioja y la Ribera del Duero, y que se pueden encontrar a buenos precios en Lima”, sostiene el sommelier Giovanni Bisso) pero el menú puede ser bastante más colorido. Tapas de todas las variedades y complejidades: desde aceitunas o más embutidos ibéricos, hasta croquetas, alcachofas fritas, patatas bravas, mejillones, pulpo a la gallega, buñuelos de pescado y otros bocados concebidos para compartir. Quizá una de las tapas menos difundidas son los calamares rebozados -no confundirlos con el chicharrón de calamar- empanizados en una masa delgada y crujiente y fritos en aceite de oliva. Un chorro de limón y una copa de albariño (variedad original de Galicia, también a la venta en supermercados) y el verano llega por adelantado. El tapeo desconoce de horarios.
La parrilla (y la hinchada) que nunca decepcionan
Sea un trozo jugoso como el bife angosto, o cualquier otro corte popular en esta técnica al fuego (asado de tira, vacío, entraña, bife de chorizo, colita de cuadril, lomo, mollejas; imposible seguir nombrándolos sin salivar), es difícil salir de lo convencional cuando se trata de parrillas argentinas. Probablemente el ritual más popular y sagrado en estas costas cuando se trata de reuniones futboleras. “Lo primero que viene a la mente es un Malbec, un maridaje típico con la carne que a los peruanos nos gusta muchísimo”, explica Giovanni Bisso. Pero no es el único: uvas cabernet Sauvignon o bonarda, los blends y el fresquísimo torrontés -un vino blanco con suficiente cuerpo como para acompañar embutidos- amplían las posibilidades. Hay que esperar hasta el 26/11 para que Argentina juegue a la hora de almuerzo (2 p.m.) pero, si decide madrugar para los primeros partidos, nada como un buen choripán para despertar cuerpo y espíritu.
El menú más lindo y querido
Veremos cómo le va México desde temprano (11 a.m. el 22/11), pero hay tantas combinaciones posibles en este rincón gastronómico del mundo que los usos horarios se desconocen. La mexicana es una comida que sentimos cercana -por sus sabores, sus ingredientes, o por lo picante de sus recetas- y que hemos probado antes de alguna manera u otra. No se puede, evidentemente, hablar de esta cocina sin hablar de tequila, y ese va a ser el punto de partida para Qatar 2022. Los shots y margaritas son peligrosos y deliciosos, pero la Brand ambassador de Flor de Caña, Karen Seijas, nos trae otra idea de coctel. Fácil de preparar y sorprendente en el paladar: ¿ha probado alguna vez una ‘paloma’? Se prepara con tequila, zumo de limón, zumo de toronja, jarabe y sal para decorar el borde del vaso. Una mezcla potente, pero elegante. “Me parece que puede servirse con unas fajitas de carne, por ejemplo, porque es una bebida refrescante con notas cítricas marcadas. Ideal para un plato con carne y un picor ligero”, cuenta Karen. Si el partido se pone bueno, sacamos el mezcal.
Dios salve al fútbol
En las costas británicas el football se toma muy, muy en serio. No en vano el origen de este deporte, tal y como lo conocemos hoy, está vinculado a Inglaterra y se remonta oficialmente al siglo XIX. La tradición gastronómica inglesa también aplica aquella regla inquebrantable que enlaza la cerveza con la fritura, pero cada país tiene sus particularidades y este no es la excepción. “Un plato típico para comer mientras ves fútbol son los fish and chips, pescado arrebozado con papas fritas. Allá se toman mucho las stouts, cervezas elaboradas con malta de cebada tostada y de alta fermentación. Aterrizándolo al Perú, podría ser un chicharrón de pescado con salsa tártara, acompañado de una cerveza negra no muy dulce”, sugiere Ignacio Schwalb de cervecería Barbarian. Que empiece el juego.
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