30 DE MARZO. El barco hospital USNS Comfort atraviesa el río Hudson en su ingreso a Nueva York, el epicentro del coronavirus en EE.UU. Más de 4 mil personas han muerto, e 40% en esta ciudad.  (Foto: Reuters)
30 DE MARZO. El barco hospital USNS Comfort atraviesa el río Hudson en su ingreso a Nueva York, el epicentro del coronavirus en EE.UU. Más de 4 mil personas han muerto, e 40% en esta ciudad. (Foto: Reuters)
/ MIKE SEGAR
María Fe Martínez

El gobernador de , Andrew Cuomo, no deja de repetir que lo peor está por venir. Escucharlo se ha vuelto parte de la rutina diaria. Todos los días a las 11 a.m., mi hermana y yo dejamos lo que estamos haciendo para oírlo. Sí, sus noticias suelen ser malas, pero hay algo en su tranquilidad y liderazgo que nos calman.

Desde casa solo se siente el camión de basura pasar y ambulancias. Entro a Twitter y veo una de esas noticias que hace que todo esto sea más “real”: un enfermero de un hospital al que he ido más de una vez falleció tras contraer el virus. Y lo que más duele: él y su equipo venían quejándose de que no contaban con la protección para hacerle frente al virus.

Hace dos semanas yo estaba empezando en mi nuevo trabajo en la cadena NBC cuando corrió el rumor de que en cualquier momento cerraban las oficinas e íbamos a tener que trabajar en remoto. El ambiente en la oficina al inicio era de escepticismo: algunos decían “son unos exagerados, no va a pasar nada”. Cuando esto empezó a inicios de marzo, hubo algunos ataques a la comunidad china. Les tiraban desinfectante en las calles. Recuerdo que fui a Chinatown y estaba vacío. Ahí me di cuenta de que algo raro estaba pasando.

Poco a poco se fue complicando todo y hace dos jueves nos dijeron: “Todos a sus casas” (al inicio, el gobernador indicó esto para el 50% de trabajadores no esenciales. Al día siguiente subió la valla al 75% y a los pocos días dijo que el 100% debía estar en su casa). De pronto empezaron a verse colas de tres o cuatro cuadras en los supermercados.

VIDEOARTE ANTE LA CRISIS. La artista peruana Ana de Orbegoso proyecta desde su ventana (en la 22 con Broadway, muy cerca del iluminado Empire State) imágenes de fortaleza contra la adversidad.
VIDEOARTE ANTE LA CRISIS. La artista peruana Ana de Orbegoso proyecta desde su ventana (en la 22 con Broadway, muy cerca del iluminado Empire State) imágenes de fortaleza contra la adversidad.

Conozco gente que estuvo más de dos horas tratando de entrar. Desde hace tres semanas es casi imposible encontrar papel higiénico. ¿Quién cuida que la gente no salga? Nadie. Como no hay una norma de toque de queda o lockdown, depende de cada quien. No tenemos policías que digan regresa a tu casa. El sábado hubo calor y mucha gente salió a las calles:el gobernador y el alcalde aparecieron ante cámaras muy fastidiados.

Las medidas provienen no del presidente Trump, sino de los gobernadores. A nivel nacional no hay ninguna norma, salvo la distancia social hasta el 30 de abril. La polarización en este país es de locos. La gente odia a Trump al 100% o lo idolatra. Y esta crisis también lo está reflejando. Muchos lo ven como un payaso: hasta hace unos días aseguraba que la cura sería peor que la enfermedad, refiriéndose al daño económico que está generando la crisis sanitaria, y ya está moviendo su maquinaria en Fox News diciendo prácticamente que no importa que se muera la gente mayor, lo que importa es mantener el american way of life.

NUEVA YORK DE NOCHE

El viernes la gente empezó a aplaudir. Así como en Perú, pero no a las 8: acá es a las 7. No importa si hay lluvia o frío, los que quedamos en la ciudad abrimos las ventanas o se sale al balcón (si se tiene el privilegio de tener uno, claro está) y aplaudimos. Digo los que quedamos en la ciudad porque muchos se han ido. Calculo que la mitad de mi edificio ya no está. Algunos a zonas más rurales, a casas de campo en las afueras de la ciudad y otros a estados más lejanos. Todavía se puede viajar, aunque ya se está pidiendo que quienes lleguen de Nueva York hagan una cuarentena de 14 días.

Suele decirse que Nueva York nunca duerme pero, y quizá sonaré huachafa, ahora es la ciudad que sí está durmiendo. Cada día hay más luces apagadas. Está muerto todo. NY es una ciudad cuya economía está basada en servicios. Bares, teatros, tiendas, etc. Los teatros están cerrados desde hace diez días. Bares y restaurantes también, pero sí funciona el delivery. La discusión en los medios ahora se centra en quiénes van a seguir pagándoles a sus empleados y quiénes no. No hay una orden clara. Hay mucha normalidad. Para evitar el tumulto, salgo a pasear a mi perrita a las 7. Casi no hay gente en Central Park, por suerte. Un pequeño café al que voy religiosamente desde hace cuatro años sigue abierto. Llego al café y está vacío, como era de esperarse. Me cuenta el barista de siempre que han empezado una campaña de crowdfunding, así como muchos otros locales. Todos quieren intentar seguir pagando las cuentas y a sus empleados, pero no saben cuánto tiempo podrán aguantar.

UNOS MINUTOS AFUERA. La autora de la nota pasea a su mascota en el Central Park. Cerca de ahí, en el icónico pulmón verde de NY, se ha instalado carpas hospitalarias.
UNOS MINUTOS AFUERA. La autora de la nota pasea a su mascota en el Central Park. Cerca de ahí, en el icónico pulmón verde de NY, se ha instalado carpas hospitalarias.

Toca hacer las compras de la semana. Hago cola, todos bien separados a dos metros de distancia, y empieza a llover, dándole a todo esto un poquito más de dramatismo. El supermercado al que he ido los últimos cinco años luce y se siente diferente. La música de Fleetwood Mac no va para nada con la escena. Para el domingo, las noticias de NY son cada vez peores. Entrar a Twitter es ver fotos de camiones refrigerados en fila afuera de hospitales, listos para transportar cuerpos. Es ver cómo en pleno Central Park, justo por donde caminé un día atrás, están construyendo un hospital. Pero aquí seguimos, bien guardadas, manteniéndonos ocupadas con el trabajo y haciendo mascarillas de tela para donar.

Hace unos días Trump aseguraba que para Pascuas las iglesias deberían lucir llenas de nuevo. Con las horas y la proyección catastrófica en pérdidas humanas si eso ocurría (2,2 millones de muertos), tuvo que retroceder. No le falta cálculo: a siete meses de las elecciones, cada palabra sobre el COVID-19 suma en las encuestas. //

Preocupación de peruanos en Nueva York

“Doy tratamiento clínico por teléfono”. Gabriela León, psicoterapeuta. “Estamos preocupados porque las autoridades se han demorado en tomar acción en cuanto a las medidas de seguridad, como lo han hecho en Perú. Trabajo en un hospital, en el departamento psiquiátrico. Ya empezamos a dar tratamiento clínico por teléfono para mantener a los pacientes en casa a salvo”.

------------------

“Donamos comida a personal de salud”. Emmanuel Piqueras, cocinero. “Soy chef ejecutivo de un restaurante. Estamos apoyando a la comunidad con el 50% de descuento en delivery y alimentando gratuitamente a los doctores, enfermeras, trabajadores del hospital del área de Forest Hill, en Queens. También estamos donando fuentes de comida para la sala de emergencias (para 40 doctores y enfermeros, ver foto) del hospital del barrio. Ellos necesitan comida fresca y los cocineros necesitamos trabajar”.

------------------

“Hay miedo al contagio masivo”. Ana de Orbegoso, artista visual. “No hubo tiempo de calcular los alcances de la crisis sanitaria. Esto explotó porque vimos lo de Italia, nos hizo conscientes de que era una pandemia que colapsa hospitales en el primer mundo. Todos tienen miedo de contagiarse masivamente y que no se puedan atender o no haya camas suficientes. Todos estamos en cuarentena, pero permiten salir. Todo el mundo guarda dos metros de distanciasocial, eso ya se instaló”.

El Comercio mantendrá libre acceso a todo su contenido relacionado con el coronavirus.

VIDEO RECOMENDADO

¿Qué es un coronavirus?

Los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden llegar a causar infecciones que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, que se pueden contagiar de animales a personas (transmisión zoonótica). De acuerdo con estudios, el SRAS-CoV se transmitió de la civeta al ser humano, mientras que el MERS-CoV pasó del dromedario a la gente. El último caso de coronavirus que se conoce es el covid-19.

En resumen, un nuevo coronavirus es una nueva cepa de coronavirus que no se había encontrado antes en el ser humano y debe su nombre al aspecto que presenta, ya que es muy parecido a una corona o un halo.

¿Qué es la covid-19?

La covid-19 es la enfermedad infecciosa que fue descubierta en Wuhan (China) en diciembre de 2019, a raíz del brote del virus que empezó a acabar con la vida de gran cantidad de personas.

El Comité Internacional de Taxonomía de Virus designó el nombre de este nuevo coronavirus como SARS-CoV-2.


Contenido Sugerido

Contenido GEC