La pastelería peruana que convierte el cacao y chocolate en hermosas obras de arte

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Rosalyn quería continuar con ese legado, pero desde otra arista: la parte administrativa. Eso hasta que, en la adolescencia, se impuso su lado creativo. “Me vi sumergida en el diseño de dulces y tortas, me sentía más cómoda en el área de pastelería que en la administrativa. Sin darme cuenta, empecé a vender dulces, a ganar mis primeros clientes que hasta ahora conservo. A muchos de ellos les he preparado sus dulces desde niños”.

El negocio iba bien, pero había algo que querían cambiar: el nombre. “No nos gustaba porque no hacía refería para nada a nuestros postres. Luego de varios intentos de nombre descubrimos uno que estaba en los mismos productos”. Eligieron las palabras dulce (por la esencia de lo que ofrecían) y fina (por la delicadeza de la técnica y sabor de sus postres) para dar paso a Dulcefina -“un lugar donde la imaginación, los sabores y la inspiración se fusionan para crear las tortas más espectaculares”- desde su cocina, en San Isidro.

Rosalyn es chef pastissier egresada del Cordon Bleu. Como parte de su formación, se ha capacitado en diferentes cursos, seminarios y certificaciones en países como Brasil, España, Colombia, México, Estados Unidos y Argentina. Actualmente tiene el cargo de directora artística de la pastelería Dulcefina, donde lidera la línea creativa y artística. Viaja para conocer otras técnicas y seguir conquistando paladares. “Las artistas coreanas me han impresionado muchas veces por la facilidad de preparar sus flores en buttercream. El filigrana de un inglés siempre es impresionante. Siempre vengo recargada de nuevas experiencias y de conocer nuevos artistas que nutren mi creatividad”. Eso ha permitido que Dulcefina sea reconocida por sus creativos y elegantes diseños. “Puedes encontrar desde una deliciosa trufa hasta la torta más glamorosa”. Formando un equipo que constantemente se está capacitando. “No pedimos experiencia [laboral] porque para nosotros es más importante la responsabilidad y la pasión que le pongan a su trabajo”.

La cuarentena también la ha golpeado. Tuvo el taller cerrado por meses. Entre la incertidumbre, Rosalyn se refugió en sus libros y apuntes para seguir alimentando el lado artístico. El proceso creativo de una torta artística, cuenta, inicia desde el desarrollo del boceto. Entre eso y preparar los artes de azúcar puede tomar un día por personaje. Sumado a la demanda que tienen, los pedidos deben ingresar con una anticipación mínima de 10 días. Una vez preparados los personajes o artes, se hornea la torta y realiza el ensamblaje.

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“Las redes sociales fueron nuestra principal ventana con los clientes y la comunidad que tenemos, compartiendo nuevas recetas y diferentes creaciones que hemos hecho a lo largo de los años”, señala y confía en seguir fortaleciendo esa relación sus clientes. Para pedidos, puede visitarlos en www.dulcefina.com.pe o seguirlos en redes sociales como Instagram (@dulcefinaoficial) y Facebook (Dulcefina). //