La pandemia originada por el COVID-19 ha hecho que nuestras costumbres cambien drásticamente. No solo aquí, sino en todo el mundo. De todas las actividades paralizadas, las vinculadas al fútbol son de las que más han dejado un vacío en la población. La pelota ya no rueda los fines de semanas, tampoco hay equipos por los cuáles hinchar. Los gritos de gol se apagaron de un momento a otro.
“El espectáculo futbolístico como lo conocemos, en los estadios, dejará de darse hasta que se controle al coronavirus”, nos advirtió la semana pasada el antropólogo Raúl Castro. “El deporte va a sufrir un golpe bien duro, pero sabrá reponerse. Al igual que otras actividades masivas, como los conciertos, los ingresos se van a reducir. Pero esta situación servirá para que el modelo de negocio se reinvente y trate de ofrecer una mejor oferta durante la transmisión, apoyada en lo digital”, complementó.
- Fútbol y coronavirus: ¿cuál es el escenario que le esperaría al deporte rey después de la cuarentena?
- En la calle, con la gente y en el transporte público: ¿cómo sería el Perú después de la cuarentena?
Esa pasión que mueve a millones de personas se ha tomado un descanso indefinido, salvo en Nicaragua, Bielorrusia, Tayikistán y Turkmenistán. Sus respectivas ligas de fútbol se siguen jugando, pero se han instaurado nuevos rituales. En las alineaciones los jugadores se dan su espacio, no hay saludos con rivales y, al final de cada partido, no hay cambio de camisetas. Como medidas de prevención la botellas de agua tienen nombres asignados, se acomoda mejor la utilería y no puede faltar el alcohol en gel en los camerinos.
Aleksandr Lukashenko, presidente de Bielorrusia, quien al parecer no tiene Internet, ha dicho que los temores por el COVID -19 son infundados. Esto ha generado que su pequeña liga (la única de Europa que aún se juega con público) acapare la atención de los fanáticos del fútbol y, también, de las casas de apuestas, que han encontrado un nicho para continuar con su millonario negocio. De hecho, once países han comprado los derechos para retransmitir los partidos bielorrusos, entre ellos Rusia. Por ahora, el Slutsk F.C. lidera la tabla de posiciones tras vencer Soligorsk (1-2) en condición de visita.
Turkmenistán forma parte de las tres antiguas repúblicas soviéticas, con Bielorrusia y Tayikistán, que no han renunciado al fútbol. Bielorrusia, que tiene 4.779 casos declarados y 47 muertos, fue criticada por haber mantenido la presencia de espectadores en las gradas. En Tayikistán los partidos se juegan a puerta cerrada, aunque las autoridades, como también ocurre en Turkmenistán, aseguran que no hay casos de coronavirus.
La antigua república soviética Turkmenistán, recuperó este domingo su temporada de fútbol tras una corta interrupción para evitar la propagación de la pandemia. A mediados de marzo, este país de Asia Central había seguido la corriente mundial suspendiendo su liga, compuesta por ocho equipos. La federación de fútbol seguía la recomendación de su ministerio de Sanidad y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero un mes más tarde, a pesar de las dudas de los observadores exteriores sobre la realidad de la situación epidémica en el país, la pelota ya comenzó para rodar. Cerca de 300 personas se reunieron en un estadio con capacidad para 20.000 y asistieron este domingo al derbi entre los dos clubes de la capital Asjabad: FK Altyn Asyr, vigente campeón, y Köpetdag, actual líder, que empataron 1-1.
En Nicaragua sucede algo similar. El país centroamericano reconoce únicamente nueve casos, con dos muertos, pese a no establecer restricciones ni medidas de prevención social ante el coronavirus. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, sostiene que el avance de la pandemia en su país es lento y rechazó, en un acto de negligencia, cualquier tipo de cuarentena.
“Las directivas decidieron que el campeonato se siguiera. Nosotros informamos a la CONCACAF del comunicado oficial del país sobre la pandemia y nos dieron el acuerdo para continuar hasta que la situación lo permitiera””, dijo José María Bermúdez, secretario general de la Federación Nicaragüense de Fútbol. Por ese motivo, el torneo de primera división se sigue jugando. Bajo una sensación térmica de 40 grados, durante la transmisión solo se oyen los gritos de la defensa, silbidos de porteros, las exigencias de los técnicos, cualquier quejido, codazo, o advertencia de los árbitros.
El fútbol continúa, pero no volverá a ser el mismo. //
El Comercio mantendrá acceso libre a todo su contenido relacionado con el coronavirus.
¿Qué es un coronavirus?
Los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden llegar a causar infecciones que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, que se pueden contagiar de animales a personas (transmisión zoonótica). De acuerdo con estudios, el SRAS-CoV se transmitió de la civeta al ser humano, mientras que el MERS-CoV pasó del dromedario a la gente. El último caso de coronavirus que se conoce es el covid-19.
En resumen, un nuevo coronavirus es una nueva cepa de coronavirus que no se había encontrado antes en el ser humano y debe su nombre al aspecto que presenta, ya que es muy parecido a una corona o un halo.
¿Cuáles son los síntomas del nuevo coronavirus?
Entre los síntomas más comunes del covid-19 están: fiebre, cansancio y tos seca, aunque en algunos pacientes se ha detectado dolor corporal, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta y diarrea. Estos malestares pueden ser leves o presentarse de forma gradual; sin embargo, existen casos en los que la gente se infecta, pero no desarrolla ningún síntoma, precisó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, la entidad dio a conocer que el 80 % de personas que adquieren la enfermedad se recupera sin llevar un tratamiento especial, 1 de cada 6 casos desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar, la gente mayor y quienes padecen afecciones médicas subyacentes (hipertensión arterial, problemas cardiacos o diabetes) tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave y que solo el 2 % de los que contrajeron el virus murieron.