Salvador del Solar
Salvador del Solar
Rafaella León

El ministro Salvador del Solar es posiblemente el primer político peruano en declararse abiertamente feminista. Su postura en contra de la violencia de género en nuestro país lo coloca al frente de una lucha que ya se inició en el Ejecutivo –al instalarse el 28 de octubre una comisión de alto nivel de lucha contra la violencia a la mujer– y que ha llegado esta semana también a las pasarelas, donde las estadísticas sobre feminicidios por regiones hicieron a un lado los cánones de belleza en el Miss Perú. Desde Madrid, a donde acudió para presenciar un concierto de jóvenes músicos peruanos –entre ellos media docena de niñas que han hallado en la orquesta de Sinfonía por el Perú un escape frente a las amenazas de un entorno vulnerable–, Del Solar respondió acerca del maltrato normalizado que sufren peruanas de todas las edades y de cómo hacer para que las nuevas generaciones de hombres y mujeres “cambien el chip”.

Las concursantes del Miss Perú rompieron esquemas al responder a la pregunta sobre sus medidas físicas con cifras escalofriantes sobre víctimas de violencia de género en sus regiones. ¿La etiqueta de mujer = imagen y belleza debe también combatirse, en la misma línea de procurarles una igualdad de trato que hoy no tienen?

A pesar de que estos certámenes no promueven precisamente la igualdad de la mujer, desde que tienden a encasillarla en un rol supuestamente admirado pero al final de cuentas ornamental, lo que han hecho las concursantes es justamente cuestionar este esquema tomando la oportunidad como ocasión para la denuncia. Y sin duda su audiencia es parte del público al que se debe llegar, así que visibilizar esta inaceptable situación en este ámbito es muy valioso, muy importante. Y es también necesario preguntarnos si este tipo de concursos, así como cierta clase de publicidad, no terminan contribuyendo a mantener a las mujeres en una posición pasiva, limitada y, finalmente, vulnerable.

Una pregunta sobre identidad, como en el censo: ¿usted se considera feminista?

Por supuesto, hay que ser feminista hasta que deje de ser necesario serlo, hasta que las situaciones de mínima igualdad se hayan conseguido.

Quizá en el censo hubo que añadir algunas preguntas solo para las mujeres. Por ejemplo: ¿Te sientes segura? ¿Has sido agredida? Y tener una data.

Tenemos las encuestas nacionales de hogares que se hacen con una periodicidad mayor a los censos y tenemos que seguir aprendiendo siempre como país. Si esa pregunta no está allí, hay que incluirla en las encuestas nacionales y en los siguientes censos. Ojalá podamos decir en el censo del 2027 que esta sensación terrible ha disminuido y más adelante podamos afirmar que está cercana a la desaparición.

Lea la nota completa en la edición impresa este sábado en la revista Somos.

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