(EFE). Cada día aparecen unas 315 mil nuevas muestras de ‘softwares maliciosos’. Es por eso que ningún sistema operativo puede considerarse seguro actualmente, ni siquiera los de Apple.
Así se ha señalado en la octava edición del Encuentro Internacional de Seguridad de la Información (Enise), que se celebra en el Parador de León y convoca a centenares de expertos en ese campo.
Para los analistas de empresas de seguridad, las ciberamenazas son cada vez más sofisticadas e implican a más personas y víctimas. Desencadenando en una mayor proporción de daño para empresas, organismos y ciudadanos.
El analista de Kasperky Labs, Vicente Díaz, se ha referido a los correos electrónicos y los smartphones como grandes aliados del espionaje masivo en Internet, que se ha convertido en “la última vuelta de tuerca” en el mundo de la seguridad informática. Ya que permiten una fácil identificación de datos privados del usuario, su localización y otros muchos parámetros personales. “Los teléfonos móviles, mejor no usarlos, aunque esa batalla parece perdida, dado que son demasiado buenos y útiles como para dejarlos”, señala.
Según los últimos datos facilitados por su empresa, la cantidad de ‘softwares maliciosos’ dirigido contra el sistema operativo móvil más popular, Android, continúa creciendo rápidamente; de hecho, Kaspersky Lab detecta cerca de 20.000 nuevas muestras al mes. Pero los ataques están creciendo contra todos los sistemas operativos, de acuerdo a las cifras.
Nadie está libre de estos ataques. Tras la detección de la Flashback botnet, red de computadoras ‘zombi’ telecontroladas, que afectaba a más de 700.000 equipos OS X, los usuarios de Apple ya no pueden argumentar que su sistema operativo sea completamente seguro, según los responsables de Kaspersky.
El director de Estrategia Tecnológica de FireEye, Jason Steer, ha asegurado que “aunque la batalla contra el ciberdelito está perdida de antemano, sí se pueden reducir los posibles daños” con herramientas de seguridad adecuadas. Además, agregó que la mayoría de organizaciones carece de competencias suficientes para hacer frente a ciberataques, en un entorno donde los agujeros de seguridad en el Internet son “inevitables”.