Los principales países del mundo han iniciado una carrera para promover la electromovilidad en sus pistas y el Perú no debería estar ajeno a eso. Aunque se trata de un tema nuevo, poco a poco va ganando terreno. Por ello, en este informe resolveremos algunas dudas sobre esta tecnología que promete reducir la contaminación y el costo para el público.
A grandes rasgos, la electromovilidad “se basa en una plataforma de baterías y motores eléctricos que han sustituido todos esos componentes que venían inmersos en un vehículo convencional”, es decir, los vehículos que se sustentan en el uso de combustible. Así lo explicó Alex Ascón Jimenez, responsable de e-Mobility de EnelXPerú, en diálogo con El Comercio. Actualmente hay una gran variedad de vehículos electrificados que ofrecen los fabricantes: por un lado está el híbrido no enchufable, que es un vehículo a combustión optimizado con motor eléctrico; también está el híbrido enchufable que se conecta a un cargador, pero que cuenta con una batería muy pequeña; finalmente, tenemos al vehículo eléctrico puro que, a diferencia del resto, no depende de combustible, se recarga a una toma de corriente y no emite gases.
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En ese marco, Ascón Jimenez consideró que “el vehículo híbrido ha sido una tecnología transitoria. Apareció para hacer que las personas comiencen a entender que los vehículos podían andar electrificados”. Y es que esta tecnología implica una serie de cambios en nuestros estilos de vida, que en el Perú comenzó a sentirse a finales de la década pasada.
Según datos de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), al 2022 hay alrededor de 3.500 vehículos electrificados. Casi 92% del total son híbridos no enchufables y el restante son enchufables. Además, la AAP estima que hay más de 100 vehículos eléctricos puros circulando en nuestras pistas. Este es el escenario frente a los 3,2 millones de vehículos que están en circulación, entre vehículos livianos y pesados. Además, hoy existen hasta seis marcas que ya ofrecen dicho tipo de unidad móvil.
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¿Cómo funciona?
Se trata de una tecnología nueva, pero su funcionamiento es muy similar al de un teléfono celular. Por ello, uno de las primeras cosas que se debe entender es la recarga del vehículo, que se puede hacer en casa, principalmente, o por “electrolineras” en la calle.
“Se habla de recarga por oportunidad, que es la recarga que se hace en los tiempos muertos, tal como el celular. El vehículo en las noches no se usa. Hay un rango de 10 horas que tranquilamente se puede cargar para tener la autonomía al máximo”, recuerda Ascón. Pero existe un detalle. No se trata de conectar el vehículo a un tomacorriente común. Tener un vehículo eléctrico implica la instalación de un cargador a domicilio de al menos 7,4 kW, que debe venir con la compra del vehículo.
En este punto se generó otro debate. No existe un solo estándar de cargador. Ascon nos señala que hay un modelo americano, europeo, chino, entre otros. “No podemos tener un cargador universal hoy en día. Ha pasado lo mismo que con los cargadores de celulares, que existían muchos conectores. En el 2040, probablemente, se podría estandarizar, pero está en estudios”, comenta. Aunque, también agregó que es el estándar europeo el que se ha ido posicionando más en el mercado mundial porque “tiene un nivel de validación más amplio de seguridad”.
¿Y cuánto dura un vehículo eléctrico?
Ellioth Tarazona, gerente técnico normativo de la AAP, detalló a este Diario que la recarga en casa de un vehículo eléctrico podría demorar de 3 a 4 horas y en una “electrolinera” podría llegar a media hora, pues se trabaja con corriente continua. “En vehículos más populares son alrededor de 300 km a 350 km de autonomía. Eso significa que con una sola carga de electricidad va a permitir recorrer esa distancia”, indicó, lo que equivale al tiempo de uso de una semana en la ciudad.
En tanto, sobre el tiempo de vida de este vehículo, Ascon Jiménez considera que podrían durar entre 7 a 8 años, sin reducir sin performance en autonomía. Pero, también se debe considerar el tiempo de uso. “¿Qué sucede después? El promedio de cambio de vehículo es de 4 a 5 años y, probablemente, no lo estés usando, lo hayas revendido o se esté devolviendo a la fábrica para la adquisición de uno nuevo”, comentó.
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Costo y mantenimiento
Pero esta tecnología enfrenta algunas dudas. Una de ellas gira en torno a los precios.
Hoy por hoy, los vehículos electrificados son costosos. En eso coincidieron nuestros entrevistados. Dependiendo de la marca, se pueden encontrar vehículos entre los US$40mil y US$80mil. Sin embargo, la tendencia es a la baja y los beneficios serían mayores en comparación con un vehículo convencional.
“El costo de adquisición hoy todavía es alto, pero lo que sí queda claro es que el costo de operación es mucho más barato. Y eso que solo se habla de energía. Los costos en mantenimiento se reducen porque tienen muchas menos piezas que revisar. A la larga también significa un ahorro para los propietarios”, indicó Tarazona.
¿Y por qué son tan caros? La batería es uno de los puntos a tomar en cuenta. Tarazona señala que solo la batería de Litio representa el 35% del costo de un vehículo. Sin embargo, para el 2025 o 2026 se estima que se igualen los precios entre un vehículo convencional y uno electrificado, porque se están investigando otro tipo de batería a base de sodio. Adicional a esto, recordó que es importante capacitar al personal técnico en los talleres para que sepan manejar adecuadamente esta tecnología.
Otro aspecto es el costo de recarga. Ya que la recarga se hace en casa, el gasto adicional se reflejará en el recibo de luz, advierte Ascón Jimenez. Sin embargo, recalca que el costo es inferior al gasto por combustible, con un ahorro de 80%. “Si usas 100 soles de combustible para X kilómetros, la misma cantidad de kilómetros podrías hacerlo pagando 10 o 15 soles en electricidad. Hay un ahorro considerable. Y normalmente los vehículos convencionales están trabajando con 300 a 400 kilómetros de autonomía”, indicó.
Ahora, frente a la recarga en casa tenemos la recarga en calle (electrolineras). “Si se viaja a Trujillo, por más que se cargue 100% la batería en casa, jamás va a llegar a Trujillo, por la autonomía. Vas a necesitar cargar en Chimbote. Tienes que ir necesariamente a un cargador público. Por eso, es necesario que el Estado trabaje en la instalación y promoción de cargadores públicos”, advirtió Tarazona.
Hoy solo hay dos electrolineras disponibles en grifos convencionales (Lurín y San Isidro) y son gratuitas. Además, hay cerca de treinta electrolineras a nivel nacional instalados en hoteles, centros comerciales y empresas privadas; pero, para el vocero de la AAP “apenas se masifique (la electromovilidad), se va a comenzar a cobrar. Pero los cobros siempre van a ser menores a lo que significa gastar en combustibles líquidos como gasolina o diesel”. Es un campo en el que aún no se ha definido las tarifas. Incluso, sobre el cobro de recarga a domicilio, la AAP propone un tercer horario tarifario en el consumo de electricidad. “Es decir, de 12 de la noche a 5 de la mañana, cuando el consumo de electricidad es mínimo, la tarifa eléctrica sea menor a la que pagamos normalmente”, comentó Tarazona a El Comercio. Se trataría de un modelo similar a otros países.
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¿Y el medioambiente?
La contaminación ambiental es uno de los puntos de debate cuando se habla de los vehículos electrificados. Pero lo cierto es que son los vehículos híbridos los que aún emiten gases, aunque en menor cantidad, y la gran diferencia la hace el vehículo eléctrico puro que no tiene emisiones de CO2. Y en Lima ya se hizo una prueba.
Ascón Jimenez recordó que en el 2019 se puso en operación un bus eléctrico, en el Corredor Rojo, que en 18 meses evitó la emisión de 107 toneladas de CO2. “Un solo bus. Imagina migrar a una flota de trasporte urbano. Claramente, el migrar de tecnología, el tener esa alternativa, nos va a dar un impacto más en la calidad de vida”, comentó.
Por otro lado, la AAP estima que para el año 2030, con el ingreso de vehículos eléctricos e híbridos, se va a permitir una reducción del 48% de las emisiones de CO2. Para ello se debe trabajar en una mejor organización del tráfico con el chatarreo de vehículos obsoletos, entre otras medidas que no saturen las pistas.
“Al año 2030 debería haber un parque vehicular de 4,8 millones de vehículos, de los cuales nuestra meta es que aproximadamente entre 450 mil y 500 mil sean vehículos electrificados. También la meta es que el 25% de ventas corresponda a vehículos electrificados”, comentó Tarazona.
Pero el punto flaco de la electromovilidad es el origen de la fuente de energía. Es decir, cómo se genera la energía eléctrica que alimentará al vehículo. El vocero de la Asociación Automotriz del Perú advirtió que hay países en donde la energía eléctrica se genera por centrales térmicas que sí causan CO2. Sin embargo, en nuestro país hay una gran cantidad de centrales hidroeléctricas, por lo que la fuente de energía es limpia y las centrales térmicas utilizan gas de camisea.
“Más del 95% de la electricidad es limpia. El otro 5% no es sucia, es de energía eólica en 2% y 3% de centrales térmicas a diésel, pero que son en lugares donde todavía no se puede llevar el gas natural”, comentó.
De esa manera, el camino para el Perú en la electromovilidad aún es largo. Sin embargo, los primeros pasos ya se están dando. Uno de ellos es comprender su funcionamiento para estar preparados.