La osteoporosis es una enfermedad en la que el paciente sufre una pérdida de masa ósea que puede resultar en el deterioro de la calidad del hueso. Es conocida también como “la epidemia silenciosa”, pues los síntomas suelen pasar desapercibidos tanto como para el paciente cómo para el médico. Por tal motivo, la importancia de un buen método de diagnóstico es esencial para la detección temprana. Sin embargo, los actuales no logran ese cometido al 100%.
Pero todo eso está a punto de cambiar. Un equipo de especialistas de la Clínica Universidad de Navarra ha demostrado que es posible detectar este mal mediante un examen de sangre. Esto se debe a tres marcadores de remodelado óseo (P1NP, b-CTX y osteocalcina) que se encuentran en el torrente sanguíneo y han mostrado una alta sensibilidad en el proceso de descarte de osteoporosis.
Midiendo los niveles de los tres marcadores se puede detectar la presencia de un recambio del hueso acelerado. En caso de dar positivo, sería necesaria una densitometría para confirmar el diagnóstico.
Para medir la efectividad de esta nueva prueba. Los especialistas realizaron un estudio en 152 mujeres que no tenían clínicamente indicada una densitometría ósea, ni por edad ni por factores de riesgos. Sin embargo, el 12% dieron positivo de osteoporosis, diagnóstico que luego fue confirmado con la realización de otros exámenes.
El método de diagnóstico recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la densitometría ósea (examen que mide la densidad mineral de los huesos). Sin embargo, el alto costo y la limitación en el número de equipos dificultan la realización de este examen, aumentado el riesgo que no se detecte la enfermedad a tiempo.
La OMS estima que el 40% de las mujeres mayores de 50 años sufrirá una fractura relacionada con esta dolencia en algún momento de su vida, y un 52% en el caso de las mujeres de más de 70 años. “No obstante se calcula que el número real de mujeres con osteoporosis es todavía mayor, un porcentaje que crecerá con el aumento de la esperanza de vida”, indica la doctora Inmaculada Colina, miembro del equipo de investigación.
Para las doctoras Patricia Restituto y Nerea Varo, este método permitirá establecer un cribado anual y mejorar la detección temprana de la enfermedad en pacientes postmenopáusicas.
“En esta nueva situación, no habría una limitación de equipos disponibles, ya que la prueba de cribado mediante los marcadores de remodelado óseo conseguiría que el número de densitometrías necesarias fuera asumible”