Según un estudio publicado en la revista el olfato. Considerado por expertos como un importante biomarcador, pues está vinculado a varios procesos fisiológicos.
Aunque puede sonar extraño y un poco decepcionante, esta investigación afirma que el sentido del olfato es un indicador por excelencia del estado general del cuerpo humano y la exposición a toxinas ambientales. Por lo tanto, una disfunción olfativa es un presagio de muerte en 5 años, según explica el portal RT.
Para comprobar la validez de la hipótesis, un grupo de investigadores liderados por Jayant Pinto, profesor de la Universidad de Chicago, reunieron a 3 mil voluntarios de entre 57 y 58 años, a los cuales sometieron a distintas pruebas.
La primera prueba consistió en medir su capacidad olfativa. Para esto, a los voluntarios se les pidió identificar cinco olores básicos: menta, pescado, cuero, naranja y rosa. Luego de cinco años fueron a buscarlos para repetir la prueba.
Los resultados fueron reveladores. La primera vez que se realizó la prueba el 39% la falló, el 19% mostró niveles moderados de disfunción olfativa y sólo el 10% pasó sin problemas. Luego de cincos años descubrieron que 430 de los voluntarios habían fallecido, es decir, aquellos que no pasaron la primera prueba tenían 4 veces más alta las probabilidades de morir. Lo curioso es que esta tendencia siguió en aumento cuando los expertos consideraron elementos como raza, sexo, salud mental y nivel socioeconómico, factores que influyen en el olfato.
"Somos los primeros en demostrar que la disfunción olfativa es un fuerte indicador de mortalidad luego de 5 años, según una muestra representativa nacional (EE.UU.) de adultos mayores. La disfunción olfativa es un factor de riesgo independiente de muerte, más fuerte que varias causas comunes", afirma el estudio.
LA NARIZ EL MEJOR INDICADOR
Pero qué hace a la nariz tan poderosa. El estudio señala que la punta del nervio olfativo es la única parte del sistema nervioso que continuamente es regenerada por células madres. Estas células empiezan a disminuir con la edad, lo que causa fallas notorias en este sentido, es decir, la disfunción olfativa es un indicador que el cuerpo ya no puede regenerarse por sí mismo.
Sin embargo, los investigadores no han analizado todavía las causas de las muertes de los voluntarios. Asimismo, no pueden afirmar que esta hipótesis pueda ser factible en jóvenes que presentan problemas olfativos.