La epilepsia es una de las enfermedades neurológicas más comunes. Afecta a personas de todas las edades, en todo el mundo, y se caracteriza por provocar crisis de forma recurrente. Sus causas son múltiples, lo que hace que su tratamiento no sea tan simple. Según la OMS, 50 millones de personas la padecen.
Se trata de un trastorno cerebral que se caracteriza por convulsiones recurrentes. Estas convulsiones ocurren cuando las neuronas del cerebro envían señales erróneas, provocando sensaciones y emociones extrañas, comportamiento raro, espasmos musculares violentos o, incluso, pérdida del conocimiento.
“Es una enfermedad o condición en el que las personas tienen ataques que vienen del cerebro debido a que hay una descarga de electricidad por parte de este, pero sin razón aparente, que complica las funciones del órgano. Se cataloga como epilepsia cuando una persona tiene más de una ataque en su vida”, comenta a El Comercio el Doctor Joseph Sirven, médico neurólogo de la Clínica Mayo de EE.UU. y presidente de la Seniors and Seizures Task Force for the Epilepsy Foundation of America.
--- Síntomas de epilepsia ---
Lo más característico de este trastorno neurológico son las convulsiones. Quizás alguna vez nos hayamos topado con alguien que se desploma, que empieza a contraerse y que bota espuma por la boca en medio de la calle. No obstante, este no es el único síntoma, también puede haber confusión temporal, episodios de ausencia, pérdida del conocimiento o consciencia y síntomas psíquicos como miedo, ansiedad o déjà vu.
“[En la epilepsia] hay otros tipos de ataques, no solo las convulsiones. Por ejemplo, aquellos en los que la persona pierden el conocimiento por un minuto o dos. Su cuerpo está presente pero es como si su consciencia no estuviera allí por ese lapso, y cuando “regresa” no recuerdan lo ocurrido. Es algo así como cuando una computadora se congela y se tiene que encender nuevamente para que todo vuelva funcionar con normalidad. Lo mismo pasa después de un ataque en el que se congeló el cerebro – o parte de este-, para reaccionar debe ‘reiniciarse’, explica el especialista.
--- Causas de la epilepsia ---
La epilepsia no tiene una causa identificable en casi la mitad de las personas que la padecen. En la otra mitad de los casos, la puede originarse debido a diversos factores, entre ellos la influencia genética, traumatismo craneal, enfermedades cerebrales como los tumores, enfermedades infeccionas como la meningitis o el sida, lesiones prenatales y trastornos de desarrollo.
“Las causas dependen mucho de la edad. En los niños las infecciones o factores genéticos son las principales. En lo adultos son los tumores o caídas con hemorragias, mientras que en los ancianos son todos los factores cerebral, tanto químicos o hemorrágicos. Pero el punto más importante es que la epilepsia puede afectar a cualquiera y son tantas sus causas que su tratamiento es complejo. Lo peor es que es un mal muy común, tan solo en EE.UU. 1 de cada 26 personas la padece”, comenta el Dr. Sirven a este Diario.
--- Efectos psicológicos ---
No es fácil sobrellevar la epilepsia. Algunas veces las consecuencias emocionales son incluso más difíciles que la propia enfermedad. La pérdida de la memoria de corto plazo, el miedo a tener una convulsión nocturna que pueda llevarlos a una muerte súbita, entre otros factores puede generar depresión y ansiedad en los pacientes. El problema es que el estrés puede agravar la condición.
--- Tratamientos ---
La buena noticia es que actualmente existen casi 28 diferentes fármacos para tratar la enfermedad y hay unos seis más en desarrollo. Además, para algunas clases de epilepsia existen cirugías en las que se corta la parte del cerebro que origina el mal y se puede curar al paciente hasta en un 70%.
Asimismo, hay una dieta que también se puede usar para controlar la enfermedad. Se trata de la dieta cetogénica en la que la mayoría de calorías se obtienen de grasas -sobre todo de aceites-, un poco de proteínas y casi nada de carbohidratos. Aunque aún se conoce el porqué, esta alimentación logra cambiar el metabolismo del cerebro y puede ayudar hasta en un 45%, según comenta el doctor.
La innovación tecnológica también ha ayudado al mejoramiento de tratamientos. Hoy en día existen distintos dispositivos que se utilizan para tratar y prevenir los ataques. Estos nuevos aparatos pueden monitorear al paciente en tiempo real. Lo que se quiere es que en un futuro los aparatos de uso diario, como relojes inteligentes, puedan detectar las ondas cerebrales para prevenir los ataques.
--- Dato ---
El Dr. Sirven es editor de la revista en español Brain&Life de la American Academy of Neurology, que es de circulación gratuita tanto en su versión digital como física, y a la que se puede acceder desde este enlace.
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