Lo de Michael Corleone estuvo a punto de fracasar. "Tras la primera semana de rodaje me querían echar", contó Al Pacino poco antes de su 75 cumpleaños, que celebra mañana, en un programa del canal ABC. Hablaba por supuesto de su papel en "El Padrino". Hace más de 40 años Ford Coppola afortunadamente se pudo imponer a la crítica opinión de los productores, que consideraban al italo-americano Alfredo James Pacino demasiado blando para el hijo del capo de la mafia Don Corleone (Marlon Brando).
Coppola prefirió a este actor desconocido, descendiente de sicilianos, frente a candidatos como Robert Redford, Warren Beatty, Jack Nicholson o Robert De Niro. Su papel en la triología de la mafia (1972-1990), en la que Pacino pasa de ser un estudiante brillante a despiadado jefe del clan familiar, le hizo famoso en todo el mundo.
Y a pesar del éxito, la fama y los años, el actor no piensa en descansar.
Tan sólo este año tiene tres películas pendientes de estreno. En "Danny Collins" interpreta a un cantante mayor cuya vida da un vuelco. En "Manglehorn" encarna a un jubilado solitario que se lamenta por un amor perdido, mientras que en "The Humbling" da vida a un actor que, al final de su carrera, se enamora de una mujer mucho más joven. Durante el último festival de cine de Venecia, Pacino destacó que todavía no estaba pensando en dejar los escenarios. "En la actuación he encontrado algo que amo muchísimo", dijo el intérprete distinguido con el Oscar.
Además, reconoció en la entrevista para el canal ABC, existen razones prácticas: "Tengo hijos pequeños" a los que hay que dar de comer. Sus gemelos Anton y Olivia, fruto de su relación con la actriz Beverly D'Angelo, tienen 14 años. Su hija Julie (de 25 años) se está labrando una carrera como productora de cine.
Pacino nunca se casó, pero siempre tuvo relaciones largas, entre otros con su amor en "El Padrino", Diane Keaton.
"Yo quiero estar ahí para mis hijos", dijo el intérprete nacido en Nueva York pero residente en Beverly Hills en declaraciones al "New Yorker Magazine". "Sabía que no quería ser como mi padre", dijo en septiembre pasado a la revista.
Pacino tenía dos años cuando el veinteañero Salvatore dejó a la familia. Sus abuelos sicialianos lo criaron en condiciones humildes den el barrio neoyorquino del Bronx. Su madre Rose, que durante un tiempo trabajó en un cine, fue la que despertó ese amor por el séptimo arte y el teatro. De niño la acompañaba al trabajo, recordó Pacino. "Y al día siguiente imitaba todas las interpretaciones. Creo que fue así como todo comenzó", dijo.
Y los comienzos no fueron fáciles para este italoamericano de 1,68 metros de altura. Cuando era adolescente lo expulsaron un centro de interpretación de Mahattan, pero tomó clases con Charles Laughton y siguió el legendario "método" que creó Lee Strasberg. Cuando se acercaba a los 30, Pacino consiguió su primer "Tony" en los teatros de Nueva York. En la gran pantalla protagonizó su primera película en 1970 dando vida a un drogadicto en "The Panic in Needle Park". Strasberg le elogió: "Algunos actores interpretan personajes. Al Pacino pertenece a ese grupo".
Tras encarnar por primera vez a Michael Corleone, por la que recibió en 1972 la primera de ocho nominaciones a los Oscar, Hollywood se desvivía por ver a Pacino ya fuese como mafioso, policía o delincuente.
El "Serpico" (1972) interpreta a un policía que denuncia la corrupción entre los agentes, en "Dog Day Afternoon" asalta un banco y en "Scarface" (1979) se convierte en poderoso traficante cubano de droga en Miami.
Tras seis nominaciones, el cotizado trofeo llegó finalmente en 1993 por su papel de ex militar ciego en "Scent of a Woman", un remake de la película italiana homónima protagonizada por Vittorio Gassman. El actor criado en el Bronx neoyorquino también causó furor con las películas para la pequeña pantalla "Angels in America", sobre la epidemia del sida en los 80 en Estados Unidos, y "You Don't Know Jack", sobre un médico que aplica la eutanasia.
A pesar de los éxitos cinematográficos, el actor, fan de las obras de Shakespere, sigue demostrando su amor por las tablas subiéndose cada tanto tiempo al escenario de un teatro. Con "Looking for Richard", que data de 1996, el actor ahondó sus conocimientos sobre Shakespeare y debutó en la dirección. Además, llevó al teatro "Salome", de Oscar Wilde, así como "Julio Cesar", de Shakespeare y "La resistible ascensión de Arturo Ui", de Bertold Brecht y "Edipo Rey", de Sófocles.
Este año volverá a actuar en los teatros de Broadway, Nueva York con "China Doll", una obra que el dramaturgo y director David Mamet escribió para Pacino, que dará vida a un multimillonario con una joven amante. Se trata "del papel más desafiante y que más miedo le infunde" que jamás ha aceptado, dijo Pacino sobre este papel. Justo lo adecuado para la estrella más indomable de Hollywood.
(Fuente: DPA)