Hay una diferencia crítica en tener un episodio disperso, que no se decide por qué tramas avanzar, y otro que, si bien apunta en varias direcciones, ofrece desarrollos satisfactorios para el desarrollo de los personajes, de la trama incluso. Esto último es el caso de la más reciente entrega de “” (“La casa del dragón”), donde las fichas del conflicto empiezan a reacomodarse.

“House of the Dragon” 2x06 - “Smallfolk”
La trama

Los problemas en la Tierra de los Ríos fuerzan a que la casa Lannister y sus aliados alisten sus tropas para poner orden para el bando de los Verdes. Daemon Targaryen (Matt Smith), por su parte, sigue teniendo visiones en Harrenhal, sin saber bien qué hacer. Alys Rivers (Gayle Rankin) le aconseja no hacer nada, salvo esperar. Al final, el nombramiento de lord Oscar Tully como Señor Supremo del Tridente tras la muerte de su abuelo promete ofrecer el liderazgo que necesita el territorio para unirse a favor del príncipe… o de la reina Rhaenyra.


En King’s Landing Aemond (Ewan Mitchell) toma decisiones, como ordenar una alianza con las Ciudades Libres para enfrentar el bloqueo de Corlys Velaryon (Steven Toussaint). Mientras tanto, el pueblo se rebela a causa del hambre y se desata una revuelta ciudadana encendida por las maquinaciones de Mysaria. Por su parte Alicent Hightower (Olivia Cooke) empieza a sentirse más aislada que nunca.


En Dragonstone, Rhaenyra Targaryen (Emma D’Arcy) tiene nuevamente problemas para conseguir fuerza de combate. Ha perdido al caballero Steffon Darklyn, quien intentó reclamar al dragón Seasmoke. Incluso se siente afectada porque su hijo, Jacaerys, cree que ella necesita la ayuda de Daemon. Mysaria (Sonoya Mizuno) se convierte en la mayor aliada de la reina y, al parecer, en su próximo interés romántico. Pero sus problemas se complicarán cuando escuche que un jinete ha reclamado a Seasmoke.

La trama

A vuelo de dragón

Dentro de todas las tramas, hay una que merece explorarse: la relación de Alicent Hightower con todo su entorno. Rechazada por su propio hijo Aemond, quien no la quiere en el concejo, y alejada de Criston Cole cuando este le retiró su apoyo, la reina viuda reflexiona si, tal vez, ha sido una mala madre. El único momento en que muestra algo de felicidad es al escuchar a su hermano, Gwayne (Freddie Fox), hablar de su hijo menor, Daeron, quien se crio lejos de ella, en la Ciudadela. El proceso de Alicent se ha ido estableciendo de manera progresiva: ella ha intentado ser una figura de consejo para Aegon II, quien la rechazó. Irónicamente, cuando este la buscó en su lecho de enfermo, ella no escuchó su llamado. La estrategia de Mysaria no hace más que recordarle que también perdió a una amiga, Rhaenyra, quien ahora está al otro lado del conflicto.

Lo opuesto a la trama de Alicent es lo que ocurre con Rhaenyra. Desafiada por su propio concejo, frustrada por no poder ella misma montar un dragón y atacar a sus enemigos, se esperanza en el plan de los jinetes de dragón. Falla con Sir Darklyn, quien muere quemado. Pero acierta al confiar en Mysaria, cuyo plan para poner a la población de King’s Landing a favor del bando Negro tiene éxito. Incluso si en guerra tiene problemas, sus avances son significativos. Y ella, como gobernante en el exilio, tiene un poder que su examiga no puede siquiera anhelar. A estas alturas, el único aporte de Alicent a la guerra ha sido el color de los estandartes.

La revelación de que Rhaenyra es bisexual, por el beso que comparte con Mysaria, pinta mejor al personaje. Algunos espectadores habían supuesto que entre Alicent y ella hubo algo más que amistad en su adolescencia. La nueva información podría apuntar a esa teoría en algún momento de la historia, aunque dudo que sea esta temporada. ¿Tienen futuro ambas juntas? Tal vez si fueran personajes de cualquier otra serie. No en “House of the Dragon”, no en el universo de “Juego de tronos”.

Se mantiene como un punto de contienda, una situación ambivalente, lo que ocurre con Daemon Targaryen en Harrenhal. El príncipe, quien prospera en batalla y en situaciones de esgrima verbal, no tiene mucho que hacer frente a los tercos señores de la Tierra de los Ríos. Así, sus ganas de llevar agua para su molino terminan por confinarlo en un punto de la guerra donde hace poco o nada. Soy de los que opinan que tenerlo en una lucha contra su propia mente, contra su pasado y su propia conciencia, es lo ideal para desarrollarlo como personaje. No avanza la historia con velocidad, pero ofrece algo que no podría verse de otro modo. Por primera vez, me parece, lo hemos visto llorar; esto luego de que haya tenido un recuerdo que involucra a su hermano, triste por la muerte de su esposa Aemma Arryn. Además, pidió ayuda. Si eso no es desarrollo de personaje, no sé cómo llamarlo.

En un solo episodio, tres personajes claves se han visto confrontados por graves problemas. Todos han tenido un cambio por estas dificultades, no son los mismos ahora si se les compara al inicio de la temporada. Este episodio empujó esos cambios. La pregunta es si todos estarán listos cuando la guerra se complique incluso más.

Emma D'Arcy y Sonoya Mizuno, interpretando a Rhaenyra Targaryen y Mysaria.
Emma D'Arcy y Sonoya Mizuno, interpretando a Rhaenyra Targaryen y Mysaria.
/ HBO

Pensamientos sueltos

  • El caso de Aegon II es todo lo contrario a Joffrey, el rey en “Game of Thrones”. Mientras el monarca Baratheon empezó como un engreído y se transformó en un déspota, el hijo mayor de Alicent ha ido mostrando su vulnerabilidad.
  • Llama la atención el vínculo de Aegon con Larys Strong (Matthew Needham). Los lectores de la novela “Fuego y sangre” saben, además, lo de ambos no acabará bien. Allí hay una tragedia en ciernes.
  • Otra trama satisfactoria: la búsqueda de los jinetes de dragón, que llegaron con una sorpresa. Fue el mismo Seasmoke quien buscó un jinete, encontrándolo en Addam of Hull (Clinton Liberty).
  • Así, los bastardos Velaryon (algo confirmado desde este episodio) apuntan a tener mayor protagonismo. Addam por un lado, Alyn (Abubakar Salim) por otro, en la flota de combate de lord Corlys.
  • Mucho ojo con el lado marino del combate. Aemond y su alianza con las Ciudades Libres pone en peligro a Rhaenyra, cuya única defensa marina está en la flota Velaryon.
  • La llegada de Daeron Targaryen parece ser inminente, si juzgamos por lo comentado en este episodio y lo que dice el adelanto.
  • Ha sido un gusto ver el retorno de Paddy Considine como Viserys. Sin duda, uno de los mejores actores de la primera temporada.
  • Hay problemas en el Reach, pues la casa Beesbury le ha declarado la guerra a los Hightower. Recordemos que Lyman Beesbury, el tesorero, fue asesinado apenas empezó la disputa por la corona.
  • ¿Un destino peor que la muerte? Ser ofrecida en matrimonio a un Greyjoy. Alicent debió sudar frío al escuchar esa sugerencia en el concejo.
  • Rhaenyra intentando convencer a Sir Darklyn de ser jinete de dragón fue bastante divertido. Solo le faltó decir que ofrecen pago en planilla y seguro de salud.
  • Otto Hightower está jugando al misterio. No responde a las cartas de su hija. Nada indica que vaya a responder a Aemond.
  • Larys Strong derramando lágrimas no es algo que esperaba de él o de cualquier otro ser de sangre fría.
  • Todo indica que Rhaena (Phoebe Campbell) se convertirá en jinete de dragón. Ella, quien debe acompañar a sus sobrinos a Pentos, reemplazaría con esto a Nettles, un personaje de “Fuego y sangre” que doma al rebelde dragón Sheepstealer.
  • Esto último ha sido . El autor dice que los dragones no suelen alejarse de Dragonstone, y eso es justo lo que pasa con Sheepstealer, quien ha ido a territorio Arryn.
  • Finalmente, los personajes más odiados: Puesto 1: Aemond Targaryen. Puesto 2: Larys Strong. Puesto 3: Daemon Targaryen. Puestos 4 y 5: Desiertos.
/ HBO

CALIFICACIÓN

4.5 de 5 puntos

DATO

Puedes ver nuevos episodios de “House of the Dragon” todos los domingos por la plataforma Max.