“Why We Hate”, la nueva serie documental producida por el cineasta Steven Spielberg, se estrenará la próxima semana en EE.UU. y el resto del mundo en el canal Discovery con la intención de alertar de que las nuevas tecnologías pueden estar potenciando el odio entre los humanos.
A lo largo de varios capítulos, "Why We Hate" analizará el sentimiento primario del odio: desde las luchas entre las tribus a los discursos extremistas y divisivos que proliferan actualmente en las redes sociales.
Spielberg y el director de documentales Alex Gibney ("The Armstrong Lie", "Steve Jobs: The Man in the Machine") han producido el formato, que cuenta con testimonios de expertos, historiadores y supervivientes en situaciones tan límite como los campos de concentración.
Una de las expertas que aparecen en la serie, Sasha Havlicek, directora ejecutiva del centro de pensamiento ISD contra en el extremismo y polarización, manifestó que “internet ha potenciado que un pequeño grupo de sujetos que actúan con maldad pueda hacer llegar sus mensajes a mayor escala y más rápidamente”.
"La arquitectura tecnológica de las plataformas de redes sociales amplifica los mensajes extremistas, de una forma que los discursos de odio llegan a un nivel global y a unas escalas que no imaginábamos hace 8 o 7 años", señaló Havlicek, quien consideró que este análisis llega en un momento crítico para la ciudadanía.
Además de explorar el contexto actual, la experta dio consejos para evitar que aumente el odio en la convivencia entre seres humanos: "En primer lugar creo que tenemos que ser capaces de mostrar a las personas cómo son manipuladas por usuarios con grandes habilidades tecnológicas capaces de usar esas herramientas para llevar a cabo malos comportamientos en ciertos entornos de internet".
La educación digital se plantea como una forma de escudo para evitar que quienes tienen malas intenciones se hagan con el enorme universo de internet y polaricen más a la sociedad.
Más allá de los consejos, Havlicek, lanzó una advertencia que explica en el documental: "La situación podría ir a peor".
“Hace 10 años no podríamos imaginar que veríamos a discursos tan extremos tomar el protagonismo en el escenario político. Si no invertimos para que la sociedad civil pueda competir con estos movimientos en ciertos niveles tecnológicos estaremos derrotados”, indicó.