Hace ocho años, David Ghysels, un empresario nacido en Bélgica, se le ocurrió la extraña pero buena idea de ofrecer almuerzos y cenas en el aire. Así creó “Dinner on the Sky”, una empresa que hace de tu comida una experiencia diferente.
Uno adquiere este servicio, y a ras del suelo se le coloca en un asiento con un cinturón de seguridad para garantizar el bienestar del cliente, y luego la mesa empezará a subir hasta despegarse a 50 metros del piso. El comensal deberá pagar aproximadamente 250 dólares por cenar en dicho lugar.
Dinner on the Sky empezó en Bruselas, Bélgica, y actualmente tiene sucursales en más de 40 países alrededor del mundo. Las mesas son para 22 personas y los chefs estarán ahí en todo momento para servirle a cada uno lo que desee en los 60 minutos que dura la experiencia.
El creador del proyecto asegura que el único problema es la falta de baño. Cuando un cliente necesita utilizar dicho servicio, la mesa entera deberá bajar para que el comensal use el baño. Dinner on the Sky está a punto de abrir en Singapur, Egipto y Grecia.