Churín: opciones para todos los gustos sin salir de Lima - 1
Churín: opciones para todos los gustos sin salir de Lima - 1
Redacción EC

A solo cinco horas de Lima está Churín, un hermoso lugar donde puedes nadar en tibias pozas medicinales, recorrer cavernas mientras escuchas los mitos populares, confeccionar prendas de lana junto a las tejedoras locales y descansar al pie de las montañas abrigado por el calor de una fogata. ¡Hay actividades para todos los gustos!

Disfruta de las pozas

 (Foto: Mayer Abanto)

(Foto: Mayer Abanto)

Para llegar a Churín, famoso por sus aguas termales, se deben recorrer en auto 207 kilómetros al noreste de Lima. Una vez allá, tendrás la oportunidad de escoger entre 30 manantiales con aguas medicinales que contienen litio,  magnesio, entre otros minerales curativos que estimulan el cerebro y el sistema nervioso.

Hay pozas techadas, como la Fuente de la Juventud, que están acompañadas de duchas privadas. Pero si lo tuyo es la naturaleza, el complejo Mamahuarmi, es para ti. Por el mismo precio, puedes acceder a siete fuentes de agua, entre ellas: Poza de los novios, donde la tradición cuenta que las parejas van a declarar su amor, y Velo de la novia, una caída de agua cuya temperatura llega a los 40 grados.

 (Foto: Mayer Abanto)

(Foto: Mayer Abanto)

En los alrededores de Churín podrás explorar cavernas llenas de estalactitas y estalagmitas, donde según la leyenda se escondió Shuma Coyllur, la hija de un cacique de Churín, luego que asesinaran a su hijo tras sostener un romance con un soldado español.

Tradición en la mesa

Una alternativa es descansar es el fundo Ayarpongo, un hotel administrado por la población de Pachangara. Allí disfrutarás de una fogata bajo el cielo, oirás los cuentos y mitos de los lugareños y aprenderás a tejer de la mano de las comuneras de Churín. Ellas producen carteras con la lana de alpacas bebe, chullos, frazadas y chalinas. Los productos van desde S/25.

 (Foto: Sebastián Enríquez)

(Foto: Sebastián Enríquez)

A la mañana siguiente, visita a la comunidad de Pachangara, un pequeño pueblo de unas 500 familias que viven de la agricultura y la ganadería. En este pueblito podrás visitar su iglesia que data de 1810.

Además, por estos días, en Pachangara se desarrolla una fiesta donde se ofrendan animales, alimentos y hasta dinero a los apus para garantizar la lluvia que los ayudará en sus sembríos. Es una experiencia tentadora si gustas de las fiestas costumbristas.

Con información de David Gavidia

 

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