Una simple foto de Selena Gómez y Hailey Bieber juntas en la Academy Museum Gala marcó el fin de una era de enfrentamientos y lados divididos en su controversial triángulo amoroso con Justin Bieber. Y es que la foto que se viralizó en cuestión de minutos (y que se terminó convirtiendo en un hito histórico en la cultura pop) va más allá del tono mediático de la situación, pues toca de trasfondo un tema que muchas mujeres luchan aún por desmitificar y erradicar: la mal llamada ‘rivalidad femenina’.
Un triángulo amoroso tormentoso
Durante mucho tiempo, Selena y Hailey fueron consideradas acérrimas rivales no solo por sus fans, sino por todo el internet desde que Justin se casó con Hailey a pocos meses de romper con Selena. Nadie lo aprobó, pues la pareja ‘Jelena’ fue tan idealizada que nadie podía aceptar que una historia de amor con idas y venidas durante más de 5 años haya acabado definitivamente.
Desde que Hailey se casó, empezó a recibir críticas constantes por haberse ‘robado’ a Justin de los brazos de Selena. Se creó una imagen negativa de ella: le echaban la culpa de la ruptura del ‘Jelena’, de las infidelidades de Justin e incluso conspiraban teorías de que estaba obsesionada con Selena hasta el punto de querer imitarla y ‘robarle la vida’.
El mito de la ‘robanovios’ y la rivalidad femenina
A partir de entonces, los fans y los medios le pusieron la etiqueta de ‘robanovios’ a Hailey, alimentando una narrativa machista profundamente enraizada en nuestra sociedad: la rivalidad femenina, dos mujeres peleando por un mismo hombre. Lo sorprendente es que, hasta el día de hoy, en ningún momento se habla de la responsabilidad de Justin en el asunto. Quien es, de hecho, la persona que que estuvo con ambas mujeres y quien decidió terminar una relación para empezar la otra.
La importancia de la sororidad
Sin embargo, en pleno 2022, es necesario poner en agenda de discusión lo importante que es romper con estos mitos que solo alargan la brecha de género. En esta ocasión, la lección de sororidad que las mujeres (y la sociedad) desesperadamente necesitábamos llegó gracias a Selena y Hailey, quienes dejaron las rencillas y chismes de lado para pasar un buen momento juntas, hacer las paces y de paso derrumbar la creencia de que solo por haber estado involucradas en una pasada situación amorosa en común, no tienen por qué convertirse en enemigas naturales. Ni Selena es una pobre víctima, ni Hailey es una calculadora ‘robanovios’, cada una brilla con luz propia en el camino que escogió. Y Justin, por supuesto, es un protagonista más de la historia aunque se le intenté restar responsabilidad al nisiquiera mencionarlo.
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