El retorno a clases después de disfrutar de meses de vacaciones no es fácil para ningún niño y tampoco para los padres pues hay que lograr que ellos se adapten nuevamente al horario, asuman sus responsabilidades y no se distraigan a la hora de estudiar o hacer tareas. Para alcanzar la meta, es fundamental que todos en el hogar se comprometan y es aquí donde las madres juegan un rol vital.
Durante las mañanas, son mayormente ellas quienes tienen que levantarlos, alistarlos, darles desayuno y preparar las loncheras, aunque hay casos en donde los padres también participan de esta actividad que hará que los pequeños vean lo unida que es su familia.
► Diez errores que cometemos al armar las loncheras de nuestros hijos
Dentro de todos los nuevos aspectos de organización de tiempo, alimentación y cuidado personal, es importante que se tome en cuenta cómo podemos ayudar a nuestros hijos a no tener problemas de salud en esta etapa escolar, teniendo presente que las aulas de clases pueden ser espacios de fácil propagación de virus y bacterias pues son sitios cerrados donde los estudiantes pasan un alto número de horas. Aquí te dejamos algunas recomendaciones a tomar en cuenta:
1. Peso de las mochilas y malas posturas: es importante corregir las malas posturas que suelen tener niños y adolescentes, ya sea al estar parados o sentados, además de no recargar de peso las mochilas. Llevar demasiada carga en ella es algo que se puede evitar eligiendo una que tenga varios compartimientos, pues ayudan a que se realice una buena organización y correcta distribución de la carga, evitando de esa forma afectar al estudiante.
2. Alimentación saludable: es fundamental en la edad infantil pues influye en el estado de salud futuro, ya sea ayudando a prevenir dolencias, o propiciando la aparición de enfermedades (sobrepeso, diabetes, cardiovasculares, etc.). Mónica Bamonde Vidal, nutricionista de Clínica San Felipe, explica que para que la lonchera tenga el impacto positivo que se espera en el desarrollo de los niños y jóvenes escolares, debe de ser: nutritiva con alimentos que brinden mucha energía; atractiva con opciones llenas de colores, sabores, texturas y formas; variada eligiendo alternativas diversas y sencilla, para no hacerles complicado el disfrutar de la hora del refrigerio. No hay que olvidar la presencia de proteínas (pollo, atún, huevo, hamburguesas vegetarianas, menestras, etc.), carbohidratos (pan integral, tortillas de trigo o maíz, arroz integral, quinua, trigo, choclo, papa, yuca, camote, galletas de arroz, barras de granola, etc.), vegetales (frutas y verduras) y grasas Saludables (aceitunas, palta, frutos secos como pecanas, almendras, nueces, etc., aceite de oliva). Todo esto será en beneficio de su salud.
3. Proteger su piel: los niños son más susceptibles de sufrir una quemadura solar y éstas multiplican por dos el riesgo de desarrollar un melanoma (tipo de cáncer más letal). Es vital que se les aplique bloqueador solar pues igual estarán jugando en el patio, tendrán clases de educación física al aire libre o les caerá el sol en el trayendo a la escuela. Zoraida Cotillo, Dermatóloga de la Clínica La Luz y quien promueve la campaña #YoSoyPhotoResponsable de Bioderma, recomienda que se les ponga protector solar 20 minutos antes de salir al colegio en las zonas más expuestas como la cara, cuello, orejas, brazos, escote y piernas.
Asimismo, en caso de que los niños tengan una transpiración constante, la aplicación del bloqueador debe ser antes y después de la actividad física y complementarlo con gorros o sombreros de ala ancha.
4. Hidratación constante: es fundamental que consuman mucho líquido durante los recreos así como en las clases de educación física. Además, esto permitirá que no sufran por el exceso de calor. Si es que el colegio no cuenta con bebederos de agua, la Dra. Lucero Sáenz Llanos, pediatra de SANNA Clínica San Borja, recomienda a los padres enviar botellas con refresco sin azúcar, jugos naturales o agua pura para así tener una bebida a la mano para refrescarse.
5. Vacunación a tiempo: debido a que en las aulas es común que los pequeños se contagien de enfermedades que van desde una simple gripe hasta otras más peligrosas, hay que ser rigurosos con las vacunas. El Dr. Kocfa Chung, experto en enfermedades inmunoprevenibles, explica que los niños en edad escolar son fuente importante de contagio y propagación de males como la tos ferina (infección bacteriana de las vías respiratorias y muy contagiosa, que se transmite a través de pequeñas gotitas de secreciones expulsadas del tracto respiratorio al toser o estornudar. Vacuna desde los 6 años), sarampión (presenta síntomas mediante cuadros febriles con erupciones cutáneas en forma de ronchas o sarpullido. Vacuna durante el primer año de vida y el refuerzo, a los 4 años) o influenza (vómitos, diarrea, dolor muscular y fatiga).