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Lucero Yrigoyen M. Q.
Lo mejor del verano es que podemos pasar más tiempo con nuestra familia al aire libre. El calor nos invita a salir de paseo y a disfrutar de las playas y, por qué no, también a compartir momentos de distracción con nuestras mascotas.
El médico veterinario Rodrigo Rondón no recomienda llevar a los perros a la playa, porque la mayoría tiene mucho pelo y al estar expuestos al sol pueden sufrir de estrés por las altas temperaturas. Además, el pelaje de nuestra mascota se llena de sal y arena y, si no la bañamos bien, podría desencadenarles serios problemas de salud en la piel.
Ten en cuenta que si el perro está expuesto al calor por mucho tiempo, sufrirá de shock térmico o golpe de calor. Los canes no sudan como los humanos y una manera de controlar su temperatura corporal es a través del jadeo. Por eso, ante el calor excesivo, consumirán las reservas de azúcar y sales de su organismo y pueden llegar a sufrir de daño cerebral e incluso a fallecer en pocos minutos.
Otra advertencia es que los perros, al estar expuestos a la arena caliente por mucho tiempo, pueden lesionarse con quemaduras de diferentes grados.
PASEO SIN PELIGROS
Sin embargo, si tú y tu perro disfrutan de bañarse en el mar, lo pueden hacer siempre y cuando tengas en cuenta algunas recomendaciones para que el paseo a la playa sea agradable y libre de complicaciones.
Antes de ir a la playa, recuerda llevarle abundante agua fresca y una sombrilla para que tenga un espacio de sombra en donde pueda descansar. No te olvides del bloqueador solar, usa uno especial para mascotas. Échale la loción a tu perro sobre todo en la nariz y en las partes del cuerpo que no tengan pelo para evitar la insolación y aplícalo varias veces durante el paseo. Recuerda protegerlos, pues ellos también sufren de cáncer a la piel y de deshidratación severa por la constante exposición a los rayos solares.
Después de ir a la playa, lo primero que debes hacer al llegar a casa es bañarlos, aconseja el médico veterinario Juan Diego Asencios. Utiliza champú y reacondicionador de uso veterinario y sécalo bien para evitar la aparición de hongos o lesiones en la piel.
Si tu perro es braquiocefálico o de nariz chata, es mejor que no te arriesgues a llevarlo a la playa. Estos perros, por la estructura de su hocico, respiran con mayor dificultad y les cuesta aun más regular su temperatura corporal cuando están expuestos al calor.
No permitas que tu perro tome agua salada. Si la ingiere le producirá diarreas y podría deshidratarse. En la mayoría de casos la van ingiriendo mientras que chapotean o juegan en el mar.
