Actualmente, podemos observar una mayor consciencia sobre la necesidad de llevar un estilo de vida más saludable; sin embargo, aún prevalecen ciertos patrones dietarios y de actividad física cuestionables que contribuyen al repentino aumento de la obesidad y las diversas complicaciones con las que guarda relación. En definitiva, una de las afecciones más comunes entre la población es la resistencia a la insulina, la cual eleva el riesgo de sufrir enfermedades como la prediabetes o la diabetes tipo 2.
¿Qué es la resistencia a la insulina?
En primer lugar, es necesario hablar sobre la función de la insulina, puesto que cada vez que ingerimos un alimento, el cuerpo lo convierte en azúcar, y es ahí donde esta hormona liberada por el páncreas entra en acción. Su objetivo principal es indicarles a las células de los músculos, grasa e hígado que se abran y absorban ese azúcar para convertirlo en energía.
No obstante, según refieren el portal Healthline, la resistencia a la insulina se produce cuando las células no reaccionan ante este llamado y se genera un nivel excesivo de glucosa en la sangre. Como resultado, el páncreas continúa produciendo la hormona; sin embargo, el cuerpo no la emplea correctamente.
¿Cuáles son los síntomas?
Según destaca el portal Semana, de Colombia, en general, las personas que están desarrollando la resistencia a la insulina no presentan ningún síntoma, motivo por el que la afección suele detectarse casualmente. Aunque es importante considerar que, se empieza a evidenciar con el tiempo como consecuencia de los altos niveles de glucosa en la sangre.
Por consiguiente, las señales principales que se observan en los pacientes son: hambre extrema, hormigueo en las manos y pies, cansancio, infecciones recurrentes, dificultad para concentrarse, hipertensión arterial, niveles altos de colesterol y aumento de peso, en especial en la zona del abdomen.
¿Quiénes son más propensos a desarrollarla?
Cabe señalar que, todas las personas pueden tener resistencia a la insulina, en especial, aquellas que padecen de sobrepeso u obesidad, presión arterial alta y niveles anormales de colesterol, así como enfermedades cardiacas o accidentes cerebrovasculares. Asimismo, otros factores de riesgo que pueden estar ligados a esta irregularidad del organismo se presentan a nivel genético o según el estilo de vida adoptado. Por ejemplo, tener a algún familiar directo que sufra de diabetes, el pertenecer a un determinado grupo étnico o simplemente la inactividad física y una inadecuada alimentación.
De igual manera, existen otros aspectos relevantes que contribuyen al desarrollo de esta alternación, tales como el uso de ciertos medicamentos, el síndrome de Cushing, la acromegalia y problemas para dormir, puntualmente la apnea del sueño.
Recomendaciones
Si bien es cierto, es imposible cambiar ciertos factores de riesgo; sobre todo, los relacionados a la carga genética, es factible decir que es posible modificar algunos aspectos más ligados al estilo de vida, logrando así disminuir la probabilidad de desarrollar resistencia a la insulina o prediabetes.
A continuación, te presentamos algunos puntos que debes considerar para mejorar la resistencia a la insulina de forma natural.
- Dormir bien: definitivamente, la falta de sueño puede ser muy perjudicial para la salud, puesto que aumenta el riesgo de infecciones, enfermedades cardiacas y diabetes tipo 2. Por su parte, diversas investigaciones han demostrado una relación significativa entre el dormir mal y una menor sensibilidad a la insulina, señala Healthline.
- Adecuada nutrición: es importante evitar el consumo de ciertos alimentos que pueden estimular la secreción de insulina, por ejemplo, los carbohidratos. Por esta razón, debe haber una mayor ingesta de alimentos naturales, como carnes, frutas, verduras y grasas manoinsaturadas, según afirman en el sitio web de estilo de vida, unCOMO.
- Actividad física: el realizar ejercicio con regularidad es una de las mejores opciones para aumentar la sensibilidad a la insulina.
- Mantener un peso saludable: no cabe dudas de que, esta es una de las maneras más óptimas para disminuir la resistencia a la insulina. Como asegura el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos, el tener una alimentación saludable y practicar algún tipo de ejercicio físico, ayudará a revertir este síndrome, así como a prevenir o retrasar la diabetes tipo 2.
- Comer más fibra soluble: gracias a diversos estudios, se ha determinado un vínculo directo entre el consumo de este tipo de alimentos y el aumento de la sensibilidad a la insulina.