Más sobre la Audiencia de cambio climático
En las cuatro Audiencias sobre cambio climático que han organizado El Comercio y el PNUD, desde diciembre del año pasado, hemos sido testigos de la preocupación de la ciudadanía por implementar medidas de adaptación y mitigación.
En Piura, la desertificación y el impacto del fenómeno de El Niño fueron los temas centrales; en San Martín están muy comprometidos con la conservación de sus bosques, y en Arequipa los altos índices de radiación ultravioleta y la escasez de recursos hídricos generan angustia frente a un Misti que ya no luce su tradicional poncho blanco.
En Lima contamos con la presencia del ministro del Ambiente, Manuel Pulgar -Vidal, quien es el presidente de la COP 20. Esperamos que pueda obtener importantes preacuerdos con miras a la reunión de París en el 2015 para implementar un nuevo tratado que comprometa a todos los países a reducir los gases de efecto invernadero (GEI), para que la temperatura del planeta no se eleve en 2 °C y evitar consecuencias catastróficas.
La semana pasada, EE.UU y China, que emiten el 40% de los GEI, anunciaron sus intenciones de reducir sus emisiones al 2025 y 2030, respectivamente. Y, aunque más vale tarde que nunca, no podemos ser muy optimistas ahora que el Partido Republicano ha tomado el control total del Congreso estadounidense.
No somos un país contaminante, solo producimos el 0,05% de GEI del mundo. Sin embargo, somos el tercer país más vulnerable al cambio climático porque tenemos 27 de los 32 climas existentes. Sequías, huaicos, inundaciones, fuertes lluvias, heladas y granizadas se han incrementado en más de seis veces, según el Minam, y el Perú, que alberga el 71% de los glaciares tropicales del mundo, ha perdido ya el 22% de estos. Nuestra mayor riqueza, la biodiversidad, también se encuentra amenazada y muchas especies no lograrán adaptarse en tan corto tiempo.
La ciudadanía está empezando a actuar, sobre todo en provincias, donde los efectos del cambio climático son más evidentes. En Lima parece que la gente lo siente aún lejano.
Para adaptarnos a esta nueva realidad necesitamos la participación de todos los sectores de la sociedad. Campesinos, universitarios, escolares, comunicadores, científicos y empresarios que apuestan por “empresas verdes” ya están trabajando en medidas de adaptación. Los grandes empresarios son los grandes ausentes. En el último CADE han preferido hacer la del avestruz y sobre cambio climático no han dicho ni mu.