Los pendientes luego de la COP20
Hace un mes nuestro país fue sede de la vigésima sesión de la Conferencia de las Partes (COP 20). Los resultados no han colmado las expectativas de lo esperado para contar con un acuerdo previo con miras a acuerdos vinculantes que se espera sean firmados en la COP 21 en París y que deben sustituir al Protocolo de Kioto.
Se optó por un acuerdo mínimo con compromisos muy amplios de presentación de planes de reducción de emisiones de los gobiernos. Este hecho proyecta una base débil para las negociaciones con el fin de lograr una solución mundial en París 2015 a fin de enfrentar el cambio climático.
Para que nuestro crecimiento económico se convierta en desarrollo sostenible debemos incorporar la variable ambiental como elemento transversal en las decisiones políticas y económicas. También adoptar instrumentos económicos que incentiven la eficiencia energética y el uso de energías renovables, con ciudadanos sensibilizados a las buenas prácticas ambientales.
Las instituciones democráticas, entre ellas los partidos políticos, deben asumir un rol más proactivo. En la campaña electoral para las elecciones generales del 2016, se espera que los partidos incluyan en sus programas de gobierno políticas y estrategias ambientales para continuar con el crecimiento económico en un escenario de desarrollo sostenible.
En un escenario ecoeficiente se produce más con la misma cantidad de recursos o se produce lo mismo con menor cantidad de recursos (materias primas, materiales, energía, agua, combustibles), alcanzando los objetivos empresariales de productividad, competitividad y responsabilidad social.
El Perú contribuye al cambio climático del planeta con el 0,4%, pero es el tercer país más vulnerable a sus efectos. Ante tal asimetría, destinar recursos financieros para nuestra adaptación distrae fondos para nuestro crecimiento económico. En la COP 20 hubo el compromiso de los países desarrollados vía 100 mil millones de dólares de aporte al Fondo Verde para el Clima. Como país vulnerable podemos formular proyectos de adaptación al cambio climático tanto en lo público como privado y presentarlos para acceder a estos fondos. Minam, con la participación de organismos sectoriales y gremios empresariales, podría establecer un plan de acción que considere el aprovechamiento de estos.