No es problema de leyes

Para el magistrado Ernesto Blume, presidente de la Asociación Peruana de Derecho Constitucional, que celebra 20 años de creación, la democracia en el Perú no necesita más leyes sino mejores conductas, sentimientos y fe. Este aniversario refuerza en él la convicción de que en el país urge fortalecer el sentimiento constitucional entre los ciudadanos más que una nueva Constitución.

—La ciudadanía ignora la importancia de la Constitución en la vida cotidiana. ¿Qué se debe hacer para que una mayor cantidad de personas la conozca?

Eso depende solo en parte de nosotros. Siendo importante la formación de la especialidad en las aulas universitarias, es mucho más importante la formación en el hogar y sobre todo en el colegio. Esto último es lo que más falta hace. Y por supuesto, que los gobernantes den buen ejemplo de ello.

—La participación ciudadana en el gobierno es parte importante de la Carta Magna. ¿Usted cree que este tema debería ser parte del curso de Educación Cívica?

Por cierto. Eso falta y mucho. No solo en los colegios, sino en las universidades y en los centros de instrucción, tanto de la Policía Nacional como de las Fuerzas Armadas.

—La intermediación política se hace a través de los partidos. Pero vemos que en muchos casos estos son en realidad un club donde una persona influyente o con dinero se reúne para ver la política como un negocio. ¿En qué medida los especialistas podrían corregir esta situación?

Los especialistas opinan, orientan, debaten, pero no pueden obligar. Los expertos pueden ayudar a formar una opinión pública que sea un referente importante, pero no es determinante. Se requiere mucho más. El periodismo, por cierto, es también muy importante. Hay que ser críticos de los partidos sin que ello signifique dejar de apoyarlos.

—El debate político se ha trasladado a los medios y las redes sociales. ¿Qué opina? ¿Es bueno o malo para el fortalecimiento de la democracia?

En principio es bueno. Lo malo es que ha degenerado por el nivel con el cual se actúa y se habla. Se han perdido las buenas formas y las buenas conductas, que son esenciales para el fomento de mejores partidos. Hay que hacer una invocación a las personas para que eviten que en las redes los temas se degeneren.

—¿Cuál es su opinión sobre la propuesta para eliminar el voto preferencial?

Es un tema discutible y de opciones políticas. Pero tal como está funcionando, en muchos casos solo ha privilegiado el dinero y los amiguismos.

—¿Cuáles son sus comentarios respecto al cambio de denominación de presidentes regionales por gobernadores y sobre la no reelección inmediata de estos y de los alcaldes?

El cambio de nombre no arregla las cosas. Creo que es intrascendente. En cuanto a la no reelección, quizá han debido mantenerla pero solo para los gobernadores. No para los alcaldes, que en su mayoría manejan poco presupuesto y están muy limitados.

—¿Conviene que la figura de la no reelección inmediata se aplique también para los congresistas?

El caso de los congresistas es otro problema. En los últimos 30 años, en cada período se renueva más del 60% de estos por diferentes razones. Hay una selección natural. Además, los congresistas no manejan dinero ni tienen iniciativa en materia de gastos. No veo por qué se deba prohibir su reelección.

—En Chile se plantea el cambio de Constitución. ¿En nuestro país sería oportuno cambiarla también?

El cambio de Constitución es una decisión política. Aquí se habló mucho de cambiar de Constitución en el período 2000-2004. Al final no se hizo nada porque no había voluntad política para hacerlo. En todo caso, soy de la idea de que más que una nueva Constitución, es imprescindible fortalecer nuestro sentimiento constitucional.

—¿Faltan más leyes para mejorar la calidad de nuestra democracia?

¿Más leyes de las que tenemos? La democracia no es un problema de leyes sino de conductas, de sentimientos y de fe. Eso no surge de la noche a la mañana. Es un aprendizaje lento.

—¿Cuál es el balance de la Asociación Peruana de Derecho Constitucional en su vigésimo aniversario?

La asociación fue fundada el 20 de abril de 1995 por un grupo de profesores de Derecho Constitucional, encabezados por el maestro Domingo García Belaunde. El propósito fue promover, difundir y cultivar el estudio de la especialidad. Empezamos con 25 asociados y hoy somos más de 120. Hemos organizado 15 congresos nacionales, uno iberoamericano e innumerables encuentros con la presencia de grandes figuras europeas y latinoamericanas. Nuestro movimiento está a la vanguardia de los de su género en América Latina.