Yo, opino
“El Sistema Nacional de Recursos Hídricos, que agrupa a más de 10 instituciones públicas, no cumple con su labor. Entre ellas, se encuentra la Autoridad Nacional del Agua, que no ha formado su consejo de cuenca en el valle La Leche.
Este valle en los años 83 y 98, durante el fenómeno de El Niño, inundó muchos pueblos que quedaron aislados y hubo pérdidas económicas.
Hasta el momento, el Estado no ha descolmatado los reservorios y las represas.
No hay un programa de mantenimiento de infraestructura de riego. Tenemos muchos obstáculos en las vías de servidumbre y caminos de vigilancia.
Los gobiernos locales y regionales no tienen una política de uso del agua.
La ley establece que los agricultores deben ser capacitados permanentemente en el manejo de suelos, de semillas, de agua, pero eso no se hace. Morimos de sed”.
“En búsqueda de tener una gestión integrada, estamos actualizando el inventario de aguas subterráneas.
Tenemos inventariadas 98 unidades hidrográficas que corresponden al 61% del total, incluido el lago Titicaca.
Hacemos un monitoreo en tiempo de estiaje y otro en tiempo de avenida.
Sobre el uso eficiente del agua, hay que entender que en el lado agrícola está a cargo de las juntas de usuarios.
Reconocemos que del 100% de agua disponible, se usa solo el 30% y se pierde el 70%.
Estamos formando el Consejo de Recursos Hídricos. Tenemos 6 conformados con sus respectivos planes de gestión. El de Chillón-Rímac-Lurín está en la parte de resolución. Este manejaría los problemas del río Rímac.
Un tema importante es el fomento de la cultura del agua. Hemos firmado un convenio con el Minedu al respecto”.
“¿Saben que en la vertiente del Pacífico hay 52 ríos? ¿Cuánto llueve? 32 mil millones de metros cúbicos. ¿Cuánto se aprovecha? La cuarta parte: 8 mil metros cúbicos. Qué vergüenza. Las tres cuartas partes se van al mar durante la época de lluvias.
Bajo dirección científica, hemos hecho un vivero semillero con plantas nativas a 4.500 metros.
¿Cuál es el reto? Cubrir la línea divisoria de los Andes con la vertiente del Pacífico con plantas nativas para proteger la cuenca alta.
Creamos microclimas, estudiamos cómo trabajaron nuestros padres en armonía con la naturaleza.
Nuestra comunidad trabaja con el apoyo del Fondo de las Américas, de Backus y Aqua Fondo. Hay que integrarnos, como han dicho ustedes.
Todos los que usan el agua tienen que pagar un canon. Si damos un sol, tendríamos diez millones de soles en Lima para trabajar en toda la cuenca del Rímac”.