Para una buena campaña electoral

Hace Hace unos días, la delegación de la Unión Europea en el Perú, IDEA Internacional, Transparencia y Proética presentaron el proyecto denominado Estrategia Ciudadana para Mejorar la Calidad de la Democracia, que busca crear mejores condiciones para las elecciones del 2016. Percy Medina, jefe de la misión en el Perú de IDEA Internacional, habló del candidato idóneo, el debate programático y una mejor representación de los grupos históricamente excluidos.

—¿Cuáles son las características del candidato idóneo?

Una persona con trayectoria limpia, formación y vocación política, que llegue a la elección no para servirse de un cargo, para tenerlo por vanidad o poder. Alguien que sea parte de una colectividad política, que tiene ideas, propuestas, programas y que no sea una individualidad. Una persona con la formación para la función a la que postula: presidente de la República o parlamentario.

—¿Qué debe pasar para que los partidos presenten candidatos con ese perfil?

Que los partidos tengan los filtros adecuados, las autoridades electorales cumplan su función a través de la ventanilla única y de la revisión de hojas de vida, la prensa investigue y fiscalice a los candidatos y la ciudadanía sea muy exigente a la hora de votar.

—Es necesario el debate de programas.

Los electores deben ser conscientes de que la elección tiene que basarse en ideas y propuestas. No en sonrisas, eslóganes y márketing. En la medida en que esto sea así, tanto periodistas como electores van a exigir a los candidatos la discusión de esas ideas y no frases huecas. Es muy importante elevar la valla para pedirle a los candidatos que cumplan con estándares rigurosos y que no se la lleven fácil diciendo frases que vienen de marketeros y no de políticos.

—¿Cómo mejorar la representación de los grupos históricamente excluidos?

Es importante pedir a los candidatos su posición frente a la agenda de estos colectivos, así como discutir los temas que promueven, como la unión civil, el acceso a la salud y a la seguridad social [de la comunidad LGTB]. Lo mismo con las personas con discapacidad, si están funcionando o no las leyes de empleo y educación que los favorecen, u otros grupos como las comunidades afroamericanas. Además de visibilizar la agenda de estos grupos, es necesario que ellos participen como candidatos o en el debate de campaña. Hay que considerar que sus integrantes son ciudadanos con plenos derechos como todos y que pueden ser parte de la oferta electoral.

—¿Son necesarios nuevos mecanismos de vigilancia del proceso electoral?

La sociedad civil debe involucrarse más en la campaña, hacer el seguimiento al financiamiento de esta, dar una mirada a cómo los medios cubren el proceso electoral, si diferencian entre opinión e información, si abren espacio para voces distintas de los políticos en el debate.

—¿Qué temas son fundamentales para el debate?

La labor ejecutiva y de gobierno es muy amplia. Pero evidentemente la educación, la salud y el aseguramiento despiertan mucho interés. Una campaña apropiada es la que tiene una discusión integral de las temáticas y que da espacio para todos los interesados. Por eso es importante que la discusión empiece con la anticipación debida y la campaña no se vea como una guerra relámpago, que se gana con tres sonrisas y dos eslóganes. Una campaña electoral tiene que ser un proceso de reflexión y deliberación.

—Los temas para el debate ya deberían estar en el tintero.

Sin duda, y si los medios de comunicación van poniendo elementos en el debate ayudan también a los candidatos a desarrollarlos. Los políticos se quejan diciendo que las campañas son poco sustantivas porque los periodistas no tienen interés en preguntar por los temas de fondo y que estos se centran en la agenda anecdótica, rencillas, en el encono fácil. Los periodistas dicen que los políticos tienen discursos banales y carentes de contenido, porque prefieren la salida fácil, el márketing electoral. Más allá de las acusaciones, hay que hacer el esfuerzo por dotar de contenido a la política, porque esta es esencialmente la capacidad de resolver los problemas de la gente y si estos no están en la discusión política, sino que simplemente se busca vender a un candidato como si fuera un detergente, entonces estamos desnaturalizando la política.

—¿Qué opina de la reforma política impulsada por los organismos electorales?

Llama la atención que el Congreso haya aprobados fragmentos de la reforma de manera inconexa y que no haya atendido una discusión integral. Debemos impulsarla hasta donde se pueda. Todavía es algo que se puede lograr.