Simplemente líderes
Hasta que el equipo tenga mayor rodaje y sintonía de juego, lo más importante es sacar resultados. Son horas de resignar el espectáculo a favor de los puntos en el bolsillo porque estos significan sumar confianza y fortalecimiento mental como grupo y eso es lo que necesita el equipo de Wilmar Valencia para ser un candidato serio al título. Los 10 puntazos que lo erigen como el actual líder del Descentralizado tienen que ser vistos desde una óptica más completa y a mediano plazo.A pesar de que estamos hablando de un equipo que está invicto y al tope de la tabla, vamos a ser un poco ‘tumbalafiesta’. El triunfo del último sábado ante Garcilaso, en cuanto a trámite de juego, no fue muy diferente al partido que se jugó hace un par de fechas también en Matute contra el Pacífico. En aquella ocasión me quedó la percepción de que más que un 9 o un 10, lo que el equipo necesita son hombres que se pongan la responsabilidad al hombro, un caudillo, para arrear a un equipo poblado de juveniles que tienen poco tiempo explorando con frecuencia lo que es jugar en Primera División.
¿Cómo nos habría ido contra Garcilaso si no llegaba el penal a favor de Alianza que luego convertiría Walter Ibáñez? ¿Hubiese sido un nuevo 0-0 cantado? Conseguir la apertura del marcador en Matute antes de la finalización del primer tiempo significó que la oncena de Valencia tuviera una mejor disposición para controlar el partido, además de que el rival tenía un hombre menos y sobre el final le expulsaron a uno más. Saber hoy que Alianza ganó y marcha puntero no nos puede quitar la verdadera perspectiva: de locales se sufre demasiado para ser contundentes.
Para que no se piense que soy mezquino con Valencia, me gustó –y mucho- que el equipo tenga una mejor actitud e inteligencia ante un rival de mejor rendimiento que el Pacífico y que no se cerró tan atrás como era previsible. De alguna manera se sintió la ausencia de Quinteros, pero hubo cierta dinámica de Albarracín y Bazán para conducir la pelota hacia campo rival.
Tengo confianza en que Alianza seguirá por la ruta del crecimiento futbolístico de la mano de Wilmar y de su pueblo que estuvo muy generoso el sábado en Matute. En otras temporadas en las que también se sufría en La Victoria por obtener resultados, era común que los puntos se dejen escapar y eso no está pasando ahora, porque a pesar de que el equipo todavía no agrada, los resultados se están dando y eso es vital para no empezar a ver fantasmas.
¿Le ganamos a Cristal?
El partido está dado a favor de la preferencia grone. Como vemos, Alianza no se siente cómodo cuando tiene a un equipo cerrado al fondo y con un único argumento de juego que es la protección de su arco. Cristal no profesa esa religión y a pesar de que cayó humillado ante Aurich, Roberto Mosquera morirá en su palo de salir a ofrecer juego y buscar el triunfo en el Estadio Nacional.
Alianza tendrá espacios este sábado y con ello, Yordy Reyna será determinante. Se necesita al ‘Pato’ en su mejor versión de lanzador y a Mostto atento a los errores habituales de Ayr y Álvarez. Atrás, Walter Ibáñez es la voz de mando y creo que Villamarín, por experiencia, sabe que este no es un partido para complicarse. Se necesita todo el despliegue de Albarracín y/o Beltrán para tener al centímetro a los remates de Sheput y las habilitaciones de Lobatón. Me imagino que la posesión de la pelota será de los rimenses, pero creo que Alianza los puede liquidar en jugadas pico de velocidad.
Yo jugaría así: Manuel Heredia; Rodrigo Cuba, Walter Ibáñez, Édgar Villamarín, Luis Trujillo; Carlos Beltrán, Paulo Albarracín, Henry Quinteros, Jorge Bazán; Yordy Reyna y Miguel Mostto.
Resignaría a Gino Guerrero al inicio.
Cristal llegará desgastado por su juego a mitad de semana en la Copa Libertadores y eso es un factor a tomar en cuenta por Valencia, por lo que definitivamente el segundo tiempo del partido tiene que ser de Alianza con hombres de velocidad en la cancha. Gino Guerrero, como recambio, es el indicado.
¿Se le puede ganar a Cristal? Siempre se pudo y este es el mejor momento para extender esa paternidad. Un triunfo ante el último campeón dejaría finito a los grones para el clásico ante la U. Ya sabemos el camino.