En apagón se habla de 'camita'
Se mueven los cimentos de Matute y cómo no, hay razón. Unos hinchas me detienen saliendo de Matute y me encaran por la ‘camita’ que aseguran vieron contra Wilmar Valencia. Lo deducen porque es imposible aceptar que San Martín haya hecho 3 goles en 8 minutos, entonces encuentro un paralelo: los jugadores acorralados por el score en contra en pleno partido se olvidan de hacer juego y tiran la bola al ollazo para sacarse la responsabilidad, mientras que los hinchas prefieren no analizar y solo perpetran insultos y sentencian el lado más negativo del equipo para darse un consuelo momentáneo.No llego a esos niveles de adhesión. Y eso que jode todo lo que pasó ayer. Pero si quieren saber si esto es una camita, ya les voy diciendo que están equivocados. Ojo, no es que Wilmar Valencia tenga una aprobación de cabo a rabo dentro del plantel, según pude averiguar, pero los jugadores entienden que se trataría de una lucha inútil ante el respaldo rotundo que le ha hecho Susana Cuba, quien no pretende mover ese cargo porque está convencida de que el camanejo es el idóneo en relación al costo-beneficio que ha significado hasta el momento.
Las maneras de Wilmar chocan con algunos de los grones, acostumbrados al trato horizontal de José Soto. El cambio cuesta y me cuentan que el trabajo semanal en algunos elementos como Gino Guerrero, Henry Quinteros y otros ha decaído. Obviamente eso se traslada al fin de semana, porque por más que quieran derrotar a sus rivales, si el trabajo de la semana fue perezoso, se reflejará en la competencia.
Ejemplos hay de todos los tipos. Me cuentan que a Yordy Reyna le descontaron una fuerte suma de plata por dar una entrevista en una zona no permitida del club y en un horario incorrecto. A Coco Bazán también le mocharon el sobre por no asistir a una firma de autógrafos, porque simplemente tenia otras cosas que hacer. Y así, al jugador que no cumple órdenes o indicaciones lo afectan económicamente.
Es natural que en todo centro de trabajo la seriedad y profesionalismo son necesarios. Pero no sé si hay exageración de la Administración Temporal de la señora Cuba. En algunos casos quizá. Tampoco le hace bien a su imagen dentro del plantel el incidente con Waldir Sáenz, acostumbrado a ingresar a Matute a cualquier hora como en su casa y moverse por el club sin ninguna restricción. Ahora a nadie se le permite eso y Waldir pensó que él sería la excepción, pero los agentes de seguridad tenían órdenes expresas de que NADIE que no sea del plantel profesional pueda entrar a la cancha en horario de entrenamiento y eso le chocó al ‘Histórico’.
A lo que voy es que hay un desgaste creciente en la relación entre jugadores, técnico y administradora que resulta torpe e innecesario porque el clima laboral se distorsiona y eso se refleja en resultados. Ojo, no hay que soltar la soga a los futbolistas; la disciplina deportiva siempre debe estar al tope, pero hay tónterías mínimas que hechas las sumas y las restas, es inútil que no se identifique como razones de un bajón en las canchas. Y se puede evitar o manejar con mejor muñeca. Alianza tiene que ser el mejor club de fútbol, pero no es un banco ni un ministerio.
EN LA CANCHA
Culminaba el primer tiempo y nadie, pero nadie sugería que ingrese Paulo Albarracín. A Edson Uribe lo veía haciendo el recorrido correcto y San Martín no había incomodado demasiado. Beltrán era la voz cantante de esa zona. Pero con el resultado y el fin del partido ahora se culpa al técnico por no ubicar al ‘Cachetón’. Recuerden por qué no jugó Reyna desde el arranque: venía del amistoso contra México donde solo jugó 45 minutos. Albarracín jugó casi todos los minutos de un partido que no fue para nada similar a los que se juegan en el torneo local porque el ritmo fue impresionante. Contra México corrió como una máquina y Alianza recién regresó el viernes de San Francisco.
Mucho más se podría señalar la responsabilidad de hombres como Aguirre, Bazán o el propio Cuba que se fallaron goles en el primer tiempo de forma increíble. Había escrito también durante la semana sobre Luis Trujillo y su bajón y hoy estuvo en la tribuna, ni siquiera en la suplencia. Villamarín es casi nulo en ataque, pero era la alternativa más próxima. Hoy jugó en lo que sabe y eso no fue suficiente.
Yordy Reyna entró para aprovechar los espacios que en teoría iba a dejar la San Martín en su afán de descontar. Pero llegó lo del apagón.
Yo sí creo que ese episodio terminó influyendo en el resultado. Lo señalo como cierto, pero no lo justifico. Después de esos 20 minutos de paralización, Alianza se relajó y se desvaneció. Flaqueó ante la reacción de la San Martín. Entró en ese espiral de desesperación y los blancos revivieron desde sus escombros. Eso es lo que Alianza no puede permitir. También visualicé que los goles de San Martín fueron inspiraciones aisladas como por ejemplo lo de Adán Balbín y Luis Perea. Pero todo es lícito y válido en el fútbol y bien por ellos que lo hayan aprovechado.
Lo que es repudiable para Alianza es que no haya tenido la tenacidad para salir de esa tormenta de 8 minutos. Y que el propio Wilmar Valencia no haya mostrado las agallas para sacudir a su grupo. No se trata de un inexperto con el buzo, es un hombre que ha visto esa película muchas veces en su carrera. Pareciera que avaló que el equipo solo se dedique a tirar centros y mucho más con el ingreso del ‘Pato’, quien se cansó de lanzar balonazos a pesar de que todo San Martín ya se había refugiado en su área para defender.
Ningún jugador fue cerebral y también es verdad que mirando al banco de suplentes no había nadie con capacidad de revertir la cosa. Era como si Alianza se quedaba jugando hasta la medianoche y se exponía más al 2-4 que al 3-3 por los peligrosos, aunque esporádicos, contragolpes de San Martín en los últimos minutos.
Para colmo un hincha arrojó una botella contra el juez de línea del partido y se quejó de impacto. Faltaban los cuatro minutos de descuento que había dado el árbitro, pero ante esa agresión optó por terminar las acciones. Después por Twitter me enteré de que el responsable habría sido un niño que tiró el proyectil y al ver que su irresponsable travesura tuvo consecuencias, salió corriendo del estadio.
Viene Sport Huancayo el miércoles y esa será una nueva historia. Mi sugerencia está expuesta: identificar lo que realmente perjudica el clima laboral en Matute y preservar lo que en realidad es correcto e importante. Para la hinchada, no azuzar el fuego sobre la humareda. Para los jugadores, ofrecer un verdadero mea culpa y salir adelante porque nada está perdido.
Y la seguimos en Twitter @elkinsot_DT
Aquí el video del partido de hoy