¿Enfermedades del corazón por contaminación ambiental?
Foto: Smog en Arequipa por madiko83
La primera vez que fui a México, hace aproximadamente 15 años, quedé impresionado con el famoso smog de la capital de ese bello país. Es más, nunca olvidaré el viaje de Cuernavaca a México DF. Después de trepar unas lindas montañas hasta coronarlas, el piloto detuvo el carro en la cima para contemplar uno de los “atractivos turísticos” de la época: ver la enorme nube amarillento-verdosa (alguien dijo color de pus) que se situaba encima de la enorme ciudad de México. El chofer, ufanándose de su conocimiento nos dijo: “son nubes de azufre”, eso es lo que respira la gente por allá…
En los últimos cinco años, he regresado muchas veces a México y el aire que se ve es de mucha mejor calidad; todavía hay algo de humo pero ya no es lo que era, y la gente está contenta por la aparente limpieza del aire que respira.Y digo aparente porque recién se está empezando a descubrir que incluso un aire aparentemente limpio está lleno de sustancias que hacen un terrible daño a la salud. En otras palabras, el tan ansiado “aire limpio” que todos anhelamos en nuestras ciudades, sigue siendo tan dañino para la salud como el aire lleno de humo que en la actualidad nos vemos obligados a respirar.
Vamos a explicar este aparentemente contradictorio asunto.
Cuando el aire es “puro-puro” solo contiene dos elementos: oxigeno y nitrógeno. Este aire “puro-puro” casi no está disponible en la naturaleza porque, por más puro que sea ese aire, siempre tendrá lo que se llaman partículas de materia (PM). Ejemplos de PM son el polvo, el polen, el humo de algún incendio natural y cosas así, elementos que se encuentran en tan poca cantidad que se considera que el aire es verdaderamente puro y saludable. Un aire como ese, quizás solo se encuentre en algunos lugares aislados de nuestra serranía peruana.
Por otro lado, no es ningún secreto que el aire que se respira a diario en Lima, Buenos Aires, Sao Paulo u otra gran ciudad en nuestra América Latina, está lleno de irritante humo de carros y otras industrias; aire que con toda lógica nos hace pensar que es muy dañino para la salud, ¿cierto?
Pues le cuento que el aire contaminado de la ciudad de Lima u otra gran ciudad tiene tres clases de PM (partículas de materia):
1. PM de tamaño grosero: grosero humo de carros de todo color y olor con grandes partículas que se esparcen en el aire y se depositan en paredes, monumentos y otras superficies. Este es el tipo de contaminación que mucha gente cree que es el único tipo de contaminación.
2. PM entre 2.5 y 10 micras (abreviado PM10): Son partículas del tamaño de la cuarta parte de un granito de sal de mesa. Son invisibles.
3. PM menor de 2.5 micras (abreviado PM2.5): Por ser más pequeñas, estas partículas son con más razón, también invisibles.
Pare entender el término micra, debemos recordar las diferentes unidades de medida en el sistema métrico:
Un metro = 100 centímetros
Un metro = 1000 milímetros
Pues la micra, también llamado micrón o micrometro, mide la milésima parte de un milímetro o lo que es lo mismo, la millonésima parte de un metro.
Una micra = 1/1000 de milímetro
Una micra = 1/1,000,000 de metro
Para poner las cosas en perspectiva gráfica, veamos este dibujo extraído de la página web de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU.. Allí se puede ver a un cabello humano que tiene un diámetro aproximado de 70 micras. Observen cómo se ven los dos granitos de arena fina de playa de 90 micras, parecen rocas junto a las partículas. Junto al cabello se ve una partícula PM10 y otra partícula PM2.5. En el grosor de un cabello podrían ponerse SIETE PM10 ó VEINTIOCHO PM10. ¿Qué pequeñitas las PM verdad?, por eso es que son invisibles.
Foto: EPA
Ahora sí, vayamos a los problemas de salud que producen estas partículas.
Pues les cuento que cuando respiramos las enormes partículas del primer tipo, las PM groseras que nos molestan tanto en Lima y otras ciudades, estas no pasan el filtro de los pelos de la nariz. Estas partículas nunca llegan hasta los pulmones, todo su daño se produce por irritación local en la piel, los ojos y las vías respiratorias superiores. Tos, estornudos, ojos rojos, ardor de garganta son los síntomas más comunes, pero de una molestia no pasan, después de sonarnos la nariz, desaparecen de nuestro cuerpo. Las partículas más peligrosas son las de los motores Diesel, que se han relacionado al cáncer de vías respiratorias.
En cambio, al respirar las partículas mas pequeñas PM10 y PM2.5, estas superan el filtro de los pelos de la nariz y pasan de frente a los pulmones, e incluso las más pequeñitas entran a la sangre y han sido relacionadas a diversas enfermedades tales como el cáncer, enfisema y enfermedades del corazón. Al contrario de lo que mucha gente piensa, al parecer estas pequeñísimas partículas son más dañinas a la salud del corazón que a la de los pulmones.
Entonces ahora sí entendemos cómo el respirar un aire aparentemente limpio, como el de Los Ángeles, Washington DC, Estocolmo ó ahora México DF, no es garantía de buena salud. Y entendemos también que en ciudades como Lima, padecemos de los dos tipos de daño: el local e irritativo por las partículas gruesas, y el más peligroso y solapado por las partículas finas.
Es más, una de las áreas más importantes de investigación en medicina es la evidente relación que existe entre infartos cardiacos, insuficiencia cardíaca (falla de la bomba del corazón) y empeoramiento de esta condición. Hoy día por ejemplo, el Dr. Joel Kaufman, Profesor de Medicina y Director del Programa de Medicina Ocupacional de la Universidad de Washington, en su discurso de inauguración de la 12da Reunión Anual de la Sociedad de Insuficiencia Cardíaca de EE.UU., dijo que no hay duda que la contaminación del aire con partículas finas es causa importante de enfermedad del corazón. En este estudio, ya se había demostrado una relación entre el respirar aire contaminado con partículas PM2.5 y la formación de placas de arteriosclerosos en las arterias. Este otro estudio, publicado por investigadores de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins en este año 2008, se demostró (con mucha sorpresa) que en aquellas ciudades con alta contaminación por partículas PM10 y PM2.5, los internamientos al hospital aumentaron por enfermedades del corazón y no por enfermedades respiratorias.
Se calcula que solo en EE.UU., la contaminación ambiental por partículas PM causa alrededor de 52.000 muertes por año, mientras que en Europa, ese número sería aproximadamente de 200.000. Otros problemas relacionados a la contaminacion por partículas PM son: disminución de la función pulmonar, asma, bronquitis crónica, latidos cardíacos irregulares (arritmias), ataques cardíacos no fatales, y muerte prematura en gente con enfermedades cardíacas y pulmonares.
Sé que usted se estará preguntando: ¿y entonces qué es lo se puede hacer?, ¿por qué no se hace lo suficiente para limpiar el aire?, ¿por qué hay tanto carro viejo contaminando el aire?, ¿hasta cuándo viviremos en el subdesarrollo?¿de dónde vienen esas PM10 y PM2.5?
Pues va a ser muy difícil limpiar el aire que respiramos porque esas PM10 y PM2.5 vienen de fábricas y automóviles que emplean derivados del petróleo como única fuente de energía y que la única solución es desarrollar fuentes alternativas de combustible diferentes del petróleo o del etanol. Por si acaso, el gas natural también produce PM, pero en mucha menor cantidad, por lo que podría ser una excelente alternativa hasta que se desarrollen otras fuentes de energía. La cosa está fea por que al ritmo que vamos, la cantidad de automóviles se multiplica sin cesar en todo el mundo. Todos esos automóviles queman millones de galones de gasolina cada día, los cuales eliminan enormes cantidades de PM10 y PM2.5 en el medio ambiente.
Podemos concluir entonces que toda acción que solo “limpie” el aire de una ciudad de las partículas groseras (humo visible de los carros y fábricas), pero que no controle las PM10 y PM2.5, es como poner una curita en una enorme herida. Todos aquellos preocupados por la calidad del aire que respiramos, debemos exigir el control, tanto de las partículas groseras (revisión y limitación de la circulación periódicas de automobiles y control de fábricas), como de las PM10 y PM2.5 a través del desarrollo de fuentes alternativas de energía.