Los presidentes y el cáncer
Los recientes casos de cáncer diagnosticados a presidentes y ex presidentes latinoamericanos ponen sobre el tapete un par de conceptos importantes acerca de esa enfermedad. Uno es el que se refiere al significado de cáncer de alto o bajo riesgo y el otro acerca de lo que significa la remisión del cáncer.
Veamos cómo se pueden explicar esos conceptos en los casos más recientes de cáncer entre presidentes latinoamericanos: el del ex presidente del Perú Alberto Fujimori; el del presidente de Venezuela, Hugo Chávez; el del ex presidente de Brasil Luis Inácio Lula da Silva; el de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff; el del ex presidente de Paraguay Fernando Lugo; y el del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
El riesgo
De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española, la palabra riesgo proviene del italiano risico o rischio, palabra que proviene a su vez del árabe clásico rizq, que significa “lo que depara la providencia”, es decir, contingencia o proximidad de un daño. La palabra riesgo implica entonces que algún daño pueda ocurrir en el futuro.
Cuando los oncólogos hablamos del riesgo de un cáncer no nos referimos entonces al riesgo del tumor per se, (un tumor por sí mismo no tiene riesgo), sino a la posibilidad futura de lo que pueda ocurrir con ese cáncer.
Generalmente, cuando hablamos de un tumor de alto o bajo riesgo, los oncólogos nos referimos a la posibilidad de que el tumor pueda regresar después del tratamiento (eso se llama recurrencia o recaída en medicina.
El riesgo de un tumor está determinado por lo que se llama comportamiento clínico o biológico del tumor, el cual varía de acuerdo al tipo de cáncer. El riesgo (de recurrencia) no es el mismo entonces para el cáncer de la laringe de Lula, los linfomas de Lugo y Rousseff, el de la lengua de Fujimori, el de la próstata de Santos o el hasta ahora desconocido cáncer pélvico de Chávez.
El cáncer de laringe de Lula tiene un moderado riesgo de recurrencia por el gran tamaño que tuvo el tumor cuando fue diagnosticado; lo mismo se puede decir de los linfomas de Rousseff y Lugo que son tumores que, de acuerdo a su variedad, pueden tener una moderada probabilidad de recurrencia. El cáncer de próstata de Santos es de muy bajo riesgo de recurrencia porque detectado y operado a tiempo (si necesita ser operado), ese cáncer casi nunca regresa. El cáncer de Chávez es de muy alto riesgo de recurrencia porque recayó solo 8 meses después de haber completado un tratamiento intenso con cirugía, quimioterapia y radioterapia.
El cáncer de Fujimori fue catalogado como de “alto riesgo” por sus médicos en junio del 2011. Debido a que el comunicado C 001-11 COMUNICADO.doc en el que se anunció ese hecho omitió la palabra recurrencia, mucha gente se confundió en el Perú porque pensó que el cáncer mismo era de alto riesgo y por tanto que la enfermedad era de alta gravedad. Ya hemos explicado que el cáncer per se no puede tener riesgo. El riesgo implica el comportamiento del cáncer en el futuro. Menos confuso para el público hubiera sido que el comunicado diga que el ex presidente Fujimori padece de un cáncer de alto riesgo de recurrencia…
Al respecto es bueno recordar que el ex presidente Fujimori solo presentó cáncer invasor en dos oportunidades: en 1997 y en el 2008. Las operaciones que tuvo en febrero del 2010 y febrero del 2011 no mostraron cáncer invasor sino lesiones pre cancerosas llamadas displasias. Incluso en la última operación, hecha hace solo un mes, tampoco el ex presidente ha tenido cáncer en la biopsia. De acuerdo a uno de sus cirujanos, el diagnóstico fue de una displasia severa o lesión precancerosa.
El hecho de que las recurrencias de las lesiones en la lengua de Fujimori solo muestren lesiones precancerosas es hasta cierto punto favorable (desde el punto de vista estrictamente oncológico) para el ex mandatario. Completamente diferente hubiera sido que en cada biopsia se haya encontrado un cáncer invasor, el cual haya mostrado una mayor y mayor profundidad de invasión de células cancerosas. Esta última situación sí que hubiera indicado un cáncer de muy alto riesgo (de recurrencia) y hubiera sido de muy mal pronóstico para el ex mandatario. Para recordar las definiciones de cáncer y lesiones precancerosas, le ruego leer el post que escribimos al respecto en febrero del 2011.
En estas condiciones, el señor Fujimori puede vivir presentando cada cierto tiempo este tipo de recurrencias. Esa es la historia natural del cáncer de la lengua, es un fastidio enorme para un paciente porque tiene que estar en constantes controles y cirugías repetidas cuando sus médicos sospechan que pueda haber algo malo. Las múltiples operaciones van dañando también la lengua y esto impide una adecuada alimentación.
Obviamente, si se corrigen sus condiciones carcelarias (en el Perú se discute un indulto presidencial de carácter humanitario para el ex mandatario), eso permitiría un inmediato alivio de la depresión clínica que lo afecta, hecho que mejoraría mucho su alimentación y su estado general; elementos que a su vez le permitirían gozar por delante de muchos años de relativa buena calidad de vida. Ninguna de las otras condiciones médicas que lo aquejan, los quistes de la tiroides, del páncreas, la presión alta ni la antigua piedra del riñón izquierdo, comprometen su vida.
La remisión
Cuando un paciente recibe tratamiento del cáncer, lo que los oncólogos buscamos es que el paciente entre en remisión, es decir que el cáncer “desaparezca” y que no pueda ser encontrado (al menos con los métodos que se disponen en la actualidad).
La remisión se clasifica en remisión parcial, en la cual el cáncer no ha desaparecido del todo y todavía persiste después del tratamiento. Obviamente esta es una mala noticia para el paciente.
Por su parte, la remisión completa se consigue cuando el tratamiento ha hecho desaparecer todo el cáncer y no se encuentran trazas de la enfermedad. Cuando el paciente se encuentra en remisión completa, los oncólogos usamos el eufemístico término de “libre de enfermedad”.
En el caso del presidente Chávez, es probable que su cáncer nunca haya entrado en una remisión completa después de la cirugía. El recurrió (recayó del cáncer solo 8 meses después).
En el caso de Lula, aparentemente él está en una remisión completa de la enfermedad.
En el reciente caso de Santos, la cirugía radical de la próstata elimina todo el cáncer, por lo que él se encuentra también en remisión completa.
Sin ninguna duda, la presidenta de Brasil Dilma Rousseff está en remisión completa de su cáncer linfático o linfoma gracias al tratamiento que recibió con quimioterapia en abril y radioterapia en setiembre del 2009.
Al parecer, el ex presidente Lugo se encuentra también en remisión completa de la enfermedad.
En el caso del ex presidente Fujimori, él también está en remisión completa de su cáncer de lengua, es decir, está libre de enfermedad.
Después de las biopsias de 1997 y del 2008 que mostraron cáncer, nunca más ha presentado una biopsia con cáncer de la lengua. Todas las biopsias (2010, 2011 y 2012) solo han mostrado lesiones precancerosas llamadas displasias.
Y por último un comentario sobre “la etiqueta” del diagnóstico de cáncer
Cuando una persona es diagnosticada con cáncer, esta lleva “la etiqueta” del cáncer por el resto de su vida. La razón de esto es que el cáncer es una de las llamadas enfermedades crónicas, o sea que el riesgo de recurrencia dura toda la vida. Otras enfermedades crónicas son las artritis, la presión alta y la diabetes, por ejemplo.
Esto significa que al igual que la persona que tiene diabetes o artritis reumatoide, que tiene la enfermedad de por vida, la persona con cáncer también la tiene de por vida.
Esto puede causar alguna confusión en los pacientes y sus familiares o en el público en general cuando el enfermo es un personaje famoso. Muchos pacientes dicen después de terminar su tratamiento “yo ya no tengo cáncer, estoy curado”, cuando en realidad sí tienen cáncer, pero en remisión completa.
Sucedió en el Perú últimamente cuando el público y los periodistas se preguntaban repetidamente si Fujimori tenía cáncer o no.
Es por eso que es muy útil poner siempre después de la palabra cáncer el grado de remisión que se ha obtenido después del tratamiento. En el caso de Fujimori, lo correcto es decir que tiene cáncer, pero que está en remisión completa o sea que está libre de enfermedad. Lamentablemente, en una reciente entrevista, incluso su cirujano personal omitió la palabra clave de que él tiene un cáncer en remisión completa. Esa afirmación puede hacer pensar que Fujimori tiene todavía un cáncer activo o recurrente, cuando lo real es que su cáncer esta muy bien controlado.
En el caso de los políticos latinoamericanos podemos decir entonces que solo Chávez está, al parecer, en remisión parcial (nunca se ha sabido el diagnóstico exacto).
Todos los demás: Fujimori, Lula, Lugo, Rousseff y Santos, tienen cáncer en remisión completa, es decir están en la situación de lo que los oncólogos llamamos “libres de enfermedad”.
Obviamente ninguno de ellos (ni siquiera Chávez) está en situación de cáncer terminal, que es aquella condición en que la enfermedad está fuera de control, ya no responde a ningún tratamiento y la muerte es inminente.
Ojalá que ninguno de los mencionados presidentes sufra una recurrencia de su cáncer y tengan que llegar al estado de cáncer terminal.