Lo que nos dejó el Mundial en salud y tecnología
Además de los goles y la emoción, hemos sido testigos de la imparable innovación tecnológica en el deporte rey. Nuevos dispositivos y sistemas que sirvieron de apoyo son ejemplo de ello. Este Mundial también nos enseñó algunos aspectos sobre la salud física y mental.
La Copa del Mundo ha terminado, y ese gran evento deportivo internacional nos trajo interesantes noticias relativas al campo de la medicina. En este artículo, haremos un breve recuento de ellas.
El torneo empezó con un evento que, lamentablemente, no fue mostrado de forma adecuada por las cámaras de televisión.
Resulta que un consorcio internacional de investigadores en neurociencias, encabezado por el médico brasileño Miguel Nicolelis, iba a demostrar por primera vez en público que el pensamiento humano era capaz de originar un movimiento. Para eso se había construido un exoesqueleto, compuesto por millares de barras y placas articuladas movidas por motores hidráulicos, el cual estaba conectado a un casco que registraba las ondas eléctricas del pensamiento de un joven parapléjico.
La idea era que la actividad eléctrica producida por el deseo del joven parapléjico iba a mover la pierna del exoesqueleto, el cual iba a dar la patada inaugural del primer partido de la Copa. Sin embargo, el momento crucial en el que el joven patea la pelota usando su pensamiento no fue adecuadamente mostrado a una audiencia de millones de personas en el mundo.
No se sabe qué pasó, o el director de cámaras fue un inútil (escuché que había sido despedido) o los organizadores pensaron que un evento científico tan importante era de menor importancia que los pantaloncitos cortos de Pitbull o las caderas de Jennifer Lopez.
Este campeonato también nos permitió ver una increíble acción que hizo que el mundo entero reflexionara acerca de la salud mental de los jugadores: la mordedura de Luis Suárez al defensa italiano Giorgio Chiellini. El problema era que Suárez había cometido ese acto dos veces antes en su carrera, y algunos reportes mencionaban que durante su adolescencia era conocido por ese tipo de agresión.
Suárez acaba de ser fichado por el Barcelona por una astronómica cifra y, en un alarde de miopía en el campo de la salud, el comunicado oficial de ese club español dice que el contrato de Suárez será válido después del examen físico correspondiente. Pensamos que se debió mencionar también que el jugador será sometido a evaluación y tratamiento de su salud mental.
ALTA PRECISIÓN
El Mundial trajo además innovaciones tecnológicas importantes, entre ellas, el diseño de la pelota Brazuca, que tiene solo seis paneles, a diferencia de otras que cuentan con hasta 32. Según estudios hechos en túneles de aire por la Universidad de Tsukuba en Japón, el movimiento de la nueva pelota era casi perfecto, sin desviarse de su curso inicial.
Lo cierto es que en el tiro libre de David Luiz que se convirtió en el segundo gol de Brasil contra Colombia, se vio claramente que la pelota hizo un extraño movimiento antes de ingresar al arco. Los críticos lo han achacado a la extraordinaria técnica del brasileño.
Otro adelanto tecnológico fue el llamado Goal Control. Gracias a 14 cámaras de televisión estratégicamente localizadas encima de cada arco, permitió que se certificara si la pelota cruzó en toda su circunferencia la línea de gol. No hubo ninguna jugada realmente polémica en la que esta nueva tecnología resolvió la duda.
Otro invento es la espuma de aerosol para demarcar la distancia correcta entre el lugar en que se coloca la pelota y la posición de la barrera de jugadores en un tiro libre. Este invento llamado 9.15 Fair Play (la distancia entre la pelota y la barrera debe ser de 9,15 metros) está compuesto por una espuma que desaparece dos minutos después de ser aplicada para que no deje marcas en la cancha.
Sin lugar a dudas, la tecnología que permite la adopción y el uso de las redes sociales ha sido fundamental en esta Copa del Mundo. Este ha sido el Mundial del Twitter, especialmente en Estados Unidos, donde la actuación del arquero Tim Howard originó 1,8 millones tuits durante un partido. Si bien es cierto que Twitter fue inventado y lanzado en el 2006, su desarrollo mundial fue posterior a la Copa de Sudáfrica 2010. En este Mundial, su uso y el de otros programas de redes sociales han realmente explosionado.
Un asunto de salud que no mereció mayor atención, pero estoy seguro de que será más controlado en el futuro es el de las conmociones cerebrales en los jugadores. Dos casos fueron notables en este Mundial: el del uruguayo ‘Palito’ Pereira y el del ‘Jefecito’ Mascherano. En el partido Uruguay-Inglaterra del 19 de junio, Pereira cayó fulminado como por un rayo después de que la rodilla del jugador británico Sterling le golpeara la cabeza. Todos vimos horrorizados que cayó desmayado, con los ojos semiabiertos y luego de algunos segundos se reincorporó. A pesar de que el médico uruguayo le dijo que debería ser reemplazado, Pereira se enfureció y exigió seguir jugando. Algunos aficionados admiraron ese acto como un ejemplo de la famosa garra uruguaya, pero la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (Fifpro) lo llamó un acto de negligencia y acusó a la FIFA de no proteger al futbolista al permitir que continuara jugando. El caso de Mascherano en el partido contra Holanda fue parecido, aunque un poco menos dramático. Estamos seguros de que esta será la próxima tarea del comité de salud de la FIFA para el campeonato mundial en Rusia 2018.
Y, por último, la salud mental fue nuevamente protagonista, pero esta vez no la salud mental de un individuo, sino de un grupo humano: la del equipo de Brasil. Esto fue evidente después de la increíble goleada que le propinó Alemania por 7 a 1 y que se reafirmó en la goleada 3 a 0 que le dio Holanda en el partido por el tercer puesto.
El equipo brasileño no pudo soportar el enorme peso emocional que implicaba salir campeones en “su Copa” del Mundo. Se la pasaron llorando todo el tiempo, especialmente cuando cantaban su himno nacional (síntoma muy claro de severo estrés) y cayeron estrepitosamente después de que fortuitas situaciones hicieran que avanzaran con dificultad en los partidos previos a la catástrofe. Otro síntoma de severa falta de confianza e inseguridad (producto del estrés) fue el mostrar la camiseta de Neymar antes del partido contra Alemania. Era como si Neymar hubiera muerto y estaban mostrando su ataúd, llorando por no tener a su ídolo con ellos.
En un artículo anterior, resaltábamos el que un equipo de fútbol es un estado de ánimo. Sin dudas, el estado de ánimo del equipo brasileño fue un desastre desde el punto de vista de salud mental. En esas condiciones, la debacle física no podía hacerse esperar.
Este hecho nos demuestra que los antiguos griegos tenían mucha razón cuando afirmaban la necesidad de poseer una mente sana para tener un cuerpo sano.
Para que nuestro cuerpo funcione bien, nuestra mente tiene que funcionar bien primero. Este concepto fue brillantemente demostrado por el arquero estadounidense Tim Howard, quien, después de regresar como un héroe a su país, dijo que el síndrome de Tourette que sufre desde la infancia no afectó su rendimiento en la cancha. Al respecto, señaló: “[Eso pasó porque] en el campo de juego no soy el Tim Howard que tiene Tourette o sufre tics; en el campo de juego soy Tim, el arquero que quiere ser el mejor del mundo y salvar a su equipo de una goleada”.