Tupananchis Kama (Hasta nuestro próximo encuentro)
Queridos lelos, amigos viajeros, corazones despiertos. Me voy.
Aquellos que siguieron este blog habrán notado que ya no posteo con la frecuencia ni la fuerza de antes. Para mí han sido unos meses extrañísimos, de muchos cambios, al punto que he vuelto a reconsiderar mis pasos, todos y cada uno de ellos, para decidir cuáles debo seguir haciendo y cuáles no.
Por razones que no es importante mencionar, Cuscos Paralelos, como blog en El Comercio, llega a su fin. Antes quiero agradecer de corazón a Jimena Villavicencio por la confianza y permitirme escribir lo que me dio la gana, a Daniela Ráez por la chamba de seguimiento y apoyo durante todo el trabajo y finalmente a Mirelis Morales por la comprensión y buena onda para mis nuevos rumbos. Les deseo lo mejor en su camino.
Sobre todas las cosas quiero agradecer a las personas anónimas que leyeron los post, que compartieron, que me mandaron mensajes a Facebook y todos los que salieron conmovidos con uno o más textos. Cuando empecé a escribirlo lo único que quería era llevar Cusco a tu vida, donde sea que estés y sea lo que estés haciendo. Lo único que quería es que viajes (aunque sea detenido) hacia un lugar nuevo de esperanza y ensoñación. Quería darte algo que te remueva por dentro.
A mí, el blog también me removió interiormente. Me cambió, me dio información, me dio sentimiento. Digo con toda la verdad que me enamoré de publicar en Cuscos Paralelos y agradezco a la pacha por permitirme hacerlo. Hoy me siento un poco triste y la verdad, incompleto: me quedé con ganas de hacer más. Hay infinitas historias sucediendo ahora mismo, fuera de mi habitación, en todas las calles de Cusco. Me encantaría poder contárselas todas.
A todos ustedes lelos, los agradezco y honro. Ya saben que tienen un amigo en Cusco. Pueden escribirme para tomar un café, salir a caminar o matar tiempo en la plaza. O podemos seguir viviendo en este tiempo paralelo donde hacemos lo que realmente nos da la gana y soñamos que aquella nueva realidad ya existe entre nosotros. Aquí estaremos para eso.
Los abrazo con inmenso cariño y agradecimiento.
Manuel Vera Tudela Wither.