Un macerado de frutas y pisco para mamá
¿Recuerdan que de niños, cursando el kinder o los primeros años de primaria, lo más lindo era preparar o hacer uno mismo el regalito para el día de la madre? Podía ser una tarjeta en forma de corazón con sus ángeles pegados y bordes de escarcha o una caja o cofre con fideos que se pintaba de dorado. Nada más tierno que ver la cara de sorpresa de mamá al recibir el flamante regalo aunque ella misma comprara los elementos la mayoría de veces.
Si los regalos que uno mismo hace o elabora tienen valor emocional para muchos, entonces por qué no pensar en preparar un maceradito de pisco con la fruta seca preferida de mamá y regalársela para ese domingo de mayo.
Antiguamente las mamás y abuelitas acostumbraban a servir un macerado de guindas, guindones u orejones preparado en casa. Esta bebida se servía al final del almuerzo, después del postre para acompañar la tertulia de la sobremesa. Por ello sería un regalo rico que no sólo disfrutarán sino también podrán compartir.
Primero investiguen cuál es la fruta que más le gusta a mamá: damascos, moras, cerezas, aguaymantos, camu camu, carambolas o las frutas secas que ya mencionamos.
En un frasco que puedan cerrar herméticamente, llenen con la fruta elegida la mitad del frasco, pongan azúcar rubia según el gusto, completen con pisco de preferencia quebranta, mollar o negra criolla. Cerrar bien y guardar el frasco en un lugar oscuro, seco y lejos del calor, el closet o ropero es ideal.
Si son frutas frescas necesitarán 3 o 4 días de maceración, si son secas mínimo 7 a 14 días. Luego que el macerado esté listo, filtren el liquido, viertan en la botella de regalo que pueden decorar y etiquetar a su gusto.