Hablemos de la carne de cerdo
A la gripe AH1N1 se le llamó en un inició gripe porcina porque un cerdo que tenía gripe contagió a un humano, hubo migración y una variación en este virus que, al afectar a una persona, permitió que esta contagiara a otra. Este cerdo enfermo provenía de una granja llamada La Gloria, sin embargo en esta granja no hay ningún cerdo con esta gripe.
A pesar del cambio de nombre ya se ha hecho un enorme daño a la industria porcina pues por más que hayan dicho que la carne de cerdo no contagia el virus, la gente teme consumirla. En Estados Unidos y México ha disminuido considerablemente su consumo; incluso en nuestro país ha descendido entre un 10 y 15 por ciento.
Mencionamos esto no porque se han visto afectadas las ventas de los porcicultores, sino porque las personas necesitamos las proteínas de la carne de cerdo, que es buena y barata. Lógicamente no podemos comprarla en cualquier lugar y menos en puestos informales o de dudosa procedencia.
La Asociación Peruana de Porcicultores ofrece carne garantizada. Si uno pudiera visitar un criadero de cerdos que tiene sello de garantía, comprobaría que es un lugar higiénico y con altos controles de calidad que produce carne de primera.
Otro punto que es demagogia pura es que algunas autoridades se aprovechen de lo que sucede para ir a algunas chancherías clandestinas y sacrificar a los cerdos, hecho que a su vez crea pánico en la población, pues la gente al ver esas imágenes piensa que esa es la carne de cerdo que consume. Efectivamente los cerdos de estas chancherías clandestinas comen basura, desechos de hospitales, etc. y nadie lo controla, y después su carne es comprada por personas inescrupulosas que la ofrecen en lugares públicos. Eso no se debe comer, busquen siempre el sello de calidad de la carne de cerdo.
Las inspecciones de este tipo deberían realizarse todo el año porque es un ataque a la salud pública y no solo para alardear en un momento delicado como lo es ahora.
Por otro lado, quiero comentarles que en Estados Unidos ha empezado a elegirse también a los cerdos como mascotas. Son de tamaño pequeño, de color rosado y no pesan más de 30 kilos. Son parecidos al de la película Babe, el cerdito valiente.