Lo peligroso del golpe de calor
En esta temporada de intenso calor, con días en los que la temperatura supera los 30 grados, debemos considerar que los perros también se sofocan.Estos animalitos no sudan pero sí eliminan el exceso de calor por las almohadillas plantares, una zona del abdomen donde no hay pelos, y por la lengua.
Como nunca los veremos sudar, hay quienes piensan que no sienten calor. Pero no es así.
Cuando hace mucho calor y los perros están encerrados en lugares donde no hay o hay poca ventilación, pueden afectarse diversos órganos y causar daños hepáticos irreversibles, edema cerebral e incluso hemorragias. Aunque no lo crea, esto es más común de lo que cualquier persona pensaría. Hay gente que sale y cuando regresa a casa encuentra a su mascota muerta y no sabe por qué. Y la causa podría ser un golpe de calor.
¿Cómo reconocer si su mascota es víctima de este golpe de calor?
Si ve que su mascota empieza a tener respiración agitada y babea mucho, la lengua se le pone de color morado, pierde la conciencia y la temperatura de su cuerpo está muy caliente, debe bajarle esta calentura mojándole la cabeza y axilas. Puede ponerle unos hielos en esa zona de su cuerpo para enfriarlo y humedecerlo.
De ninguna manera trate de abrigarlo ni trate de que su mascota ingiera líquido porque le puede llegar al pulmón.
Llévelo al veterinario de inmediato porque esta situación se trata de una emergencia y en muchos casos el animalito muere. En la clínica veterinaria lo hidratarán, pues la pérdida de sal y de azúcar es muy fuerte.
Una anécdota
Hace cerca de 40 años me encontraba de turno en el Instituto Veterinario y llegó un almirante con un perro salchicha, que estaba tan tieso que parecía disecado. Su cuerpo estaba duro y caliente.
Era la primera vez en mi vida que veía un cuadro de golpe de calor.
En mi desesperación, pues parecía que no había nada que hacer, aplique agua muy fría sobre el cuerpo del animal por varios minutos y milagrosamente esta medida funcionó. Logré salvarlo.
Hasta ese momento no sabía que disminuir la temperatura de una forma tan violenta como lo hice pudo haberle producido un colapso y causarle la muerte.
No intento alentarlo a hacer lo que yo hice. Pero quiero compartirlo con usted, estimado lector, para que sepa que por la desesperación uno puede empeorar la situación. De milagro, la medida, me resultó, pero lo correcto es llevar a su mascota a una clínica veterinaria donde los especialistas sabrán qué hacer, empezando por darle una inmediata hidratación.