Batman siempre está volviendo
Mi columna nostálgica de estra semana en la sección Posdata de “El Comercio”. Aún extasiado después de ver el último, y quizá mejor, Batman en versión cine. Muchos adultos volvemos a ser niños cuando vemos películas de superhéroes. Y con The Dark Knight Rises sentimos una suerte de sensación de despedida
Mi último disfraz fue uno de Batman. Era un traje casero, con telas plomas de algodón y con máscara de azul brillante. Las orejas algo caídas porque faltó un buen molde para hacerlas más firmes, el escudo amarillo encendido comprado en un mercado de Lince. Era 1989, estaba por estrenarse la primera película de Tim Burton y yo me seguía disfrazando como el Batman sesentero de Adam West. Fue la primera vez que disfruté inocentemente de esa sensación de misterio y de ocultismo detrás de un traje. Hoy no usaré disfraz de hombre murciélago pero sí quisiera una máscara que haga invisible mi rostro emocionado de niño-adulto cuando, en una sala de cine, tenga que despedirme del gran varón oscuro. Que si una lágrima cae, nadie se entere. Nadie.
Hace 23 años, en el programa infantil “El Super Club de Ricky Tosso” de canal 11 convocaron a un concurso de disfraces de Batman en la misma semana del estreno de la película de Michael Keaton y Jack Nicholson. El primer largometraje con el Caballero de la Noche nos hizo olvidar por un rato la hiperinflación, el dólar MUC y la eliminación al Mundial de Italia 90 con una de las peores selecciones de fútbol de todos los tiempos (el equipo de Pepe). En las tiendas de disfraces ya no había trajes de Batman. Me iba a quedar sin concurso pero mi madre propuso una solución: desempolvó una vieja máquina de coser Singer y se amaneció durante dos noches para acabar el disfraz. No gané el concurso. Pero fui Batman por un día y mi mamá la mujer maravilla de todos mis tiempos.
Después de ver la película de Burton entendí porque nunca me quise disfrazar de Superman. Batman tenía (tiene) las debilidades de todos nosotros. Doblegarse a sí mismo quizá sea su mejor acto de heroísmo. Resucité al Batman miniatura de la Liga de la Justicia que me vino junto a un chocolate “Juguete”. Tuve un batimóvil a control remoto. Tuve mis zapatillas de Batman, tuve mis “cards” de Batman, compré mis primeros comics de Batman. A mis amigos hasta hoy les digo “esperen la batiseñal”, refiriéndome al aviso nocturno antes de salir clandestinamente a una fiesta.
Hoy se estrena en el Perú el final de la trilogía de Christopher Nolan y la sensación de despedida es inevitable. Quizá haya otro Batman más adelante, otro director de cine u otro actor. Pero el mejor Batman de la historia del cine cerrará el libro hoy. Aquellos que aplaudirán de pie en la sala, son los mismos que esperaron muchos años para decirle adiós (de verdad) al héroe que ha envejecido junto con ellos. Algunos llorarán porque dejarán ir al niño que aún guardan en un baúl invisible. Ser adulto a veces da pena. Perdonen la tristeza.
¿Cuál es tu Batman favorito de todos los tiempos? ¿Qué recuerdos de niño aparecen cuando vez una película de comics? ¿Ya viste la última película del hombre murciélago? ¿Qué te pareció?
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FERIA DEL LIBRO
Quedan pocos días para que termine la Feria del Libro así que aprovecho para invitarlos especialmente al stand 54 de la editorial Estruendomudo (al frente del stand del Diario El Comercio). Ellos fueron los editores del libro nostálgico que se publicó el año pasado, así que es muy probable que nos encontremos por allí si se dan un salto por estos días. Un abrazo.
Con este video basta y sobra para recordar al primer Batman. ¿Qué les parece?