¿Aún escéptico?
Aún existen muchos escépticos frente a ciertos temas sobre si debemos o no administrar activamente nuestra carrera profesional. Existen quienes piensan que el éxito profesional es inherente a quien es inteligente, se esfuerza, es leal y además tiene un poco de suerte. Por tanto, no hay que perder tiempo preocupándose mucho por desarrollar uno mismo su carrera. Otros pierden perspectiva cuando están en situaciones de éxito y se olvidan de lo efímero del poder y lo importante que es tener siempre un plan B estructurado.Muchos ejecutivos, especialmente los muy exitosos, tienen claro los factores que contribuyen o han contribuido a su crecimiento profesional. Justamente por eso, tienden a ser muy “leales” a su propia fórmula, habilidades o estilo gerencial, sin muchas veces comprender que quizá han sido exitosos a pesar de esas mismas características o estilo.
Esto los lleva a repetir errores que luego se vuelven cada vez mas difíciles de enmendar. Pero quizá nada entrampa más el éxito que la arrogancia. Y para que la arrogancia cause daño a la carrera, basta una dosis pequeña mezclada con incapacidad para aprender de los errores de otros. El ejecutivo arrogante mira con cierto desden aquellas ideas que no provienen de él mismo, sobre todo, si le resultan muy nuevas o desconocidas, o si vienen de gente a la que no valida como de “su nivel”.
Muchos caen en negación de lo nuevo y asumen que con lo que saben es básicamente suficiente para seguir teniendo éxito. El ejecutivo enamorado de su éxito no invierte en desarrollar contactos y relaciones en su mercado interno e incluso descuida el externo. Descuida los aspectos políticos de su carrera y tiende a no validar la importancia que luego tendrá en su carrera las referencias que pares y subordinados darán de él. No busca seguir creciendo y aprendiendo ya que de alguna manera su nivel de éxito alcanzado lo hace sentirse seguro en su presente posición
Algo que también se constituye en una trampa del éxito común en nuestro medio, es la falta de una planificación financiera personal adecuada y realista. Muchos ejecutivos que conocemos, viven muy por encima de sus medios reales, manteniendo un estilo de vida artificial y muy dependiente de la empresa donde trabajan. Cuando algo sucede, resulta que el auto, los seguros, colegios y sobretodo el 100% del flujo de caja familiar viene de la empresa y ya es muy tarde para reemplazarlo cuando se esta buscando un trabajo nuevo.
Muchos no comprenden la importancia de planificar la compra de su libertad profesional a tiempo. Quien no planifica para poder comprar su libertad profesional puede llegar a encontrarse atrapado en un mal trabajo de donde no puede renunciar por falta de fondos para sus gastos básicos por el tiempo que puede tomarle encontrar un trabajo mejor. Entonces, termina aceptando casi cualquier posición por mantener el nivel de vida, a costas de sí mismos y de sus aspiraciones profesionales.
Prever la compra de la libertad profesional y organizar un plan de ahorro debe idealmente empezar temprano. No debemos fiarnos de nuestro talento o buena estrella para sentirnos seguros. Debemos tener un sustento económico que viene del ahorro y de una estrategia de carrera clara y bien planificada. Un amigo mío siempre me recuerda que uno no es rico por lo que gana sino por lo que no gasta. Yo agregaría que uno es tan rico como invierte en su desarrollo personal y profesional para mantenerse vigente ¡y siempre empleable!