Integridad, ética y valores son la base de nuestra marca personal
Apostar por los valores y la ética es fundamental para construir la marca personal. Con la integridad son la base de la reputación.
¿Por qué apostar por la ética y los valores? Hacer lo correcto, cumplir la palabra, actuar con honestidad, respetar al otro parecen frases traídas del pasado. Inclusive a algunos les suena aburrido el tema y piensan que está pasado de moda. Pero apostar por los valores y la ética es fundamental en la construcción de nuestra marca personal. Junto con la integridad son la base de la reputación e imagen de una persona.
¿Se puede ser poco ético o tener una ‘moral elástica y tener éxito? Quizá. ¿Ese éxito será duradero a largo plazo? Simplemente no. Todo llega a conocerse, todo se sabe tarde o temprano. Es mejor no arriesgarse a perder la confianza de nuestros empleadores, socios y contactos en general. El buen nombre se sostiene en el tiempo con base en la integridad, ética y valores.
¿Se puede trampear o jugar a ‘dos caras’? Sí, pero no dura. Todo se sabe, todo rebota. Sin ética y valores simplemente no hay marca personal. Todos tenemos una marca personal que cuidar, y la buena reputación se gana con esfuerzo honesto y sacrificio constante.
Hay personas que creen que su buen comportamiento tiene que estar solo reservado para el mundo profesional y que en su vida personal, por ejemplo, pueden darse el lujo de ser incorrectos, irrespetuosos, o poco íntegros. Pero la moral esperada es la misma para todos los ámbitos, en lo personal, familiar y profesional.
Las empresas de selección de personal y los reclutadores en las mismas empresas miran atentamente el historial ético de las personas, y es la primera razón por la que deciden contratar a una persona respecto a otra, por la confianza. Todos queremos confiar en la gente y que esta confíe en nosotros, por ello ser ético nos hace más atractivos profesionalmente. Y esa confianza, esa autoridad moral, como sabemos, nace del respeto que mostrarnos por los otros, de la rectitud de nuestras palabras y de la integridad de nuestro comportamiento. Obviamente no se trata de ser unos ‘santos’ ni menos paranoicos, pero sí íntegros, transparentes y cada vez más conscientes y responsables de nuestro comportamiento. Si nos equivocamos es importante ser capaces de reconocer y enmendar la falta rápidamente.
Actualmente el mundo laboral no perdona a quienes faltan a su palabra o cometen faltas de ética, aunque sean solapadas. Los errores de ética que cometamos nos perseguirán toda la vida, aun cuando nosotros mismos podríamos haberlos olvidado.
Muchos se preguntarán ¿cómo podemos reconocer a un profesional digno, ético? Pues hágale la prueba del ‘no’. Es muy fácil reconocer a una persona ética cuando sabe decir que no a las tentaciones de la ética elástica’ aun a costa de arriesgar su puesto, una ganancia adicional o un negocio.
Los animo a apostar por la ética y los valores. Vivir practicando valores, más allá del mercado laboral, nos hace mejores personas, y es que nuestro marketing personal es un reflejo de lo que somos y cómo nos vemos nosotros mismos.
Es la mejor receta para estar vigente profesionalmente en el largo plazo y hacer sostenible en el tiempo cualquier negocio. Es clave para tener éxito; sin ella no merecemos la confianza de nadie, así que estos temas siempre estarán vigentes y ‘de moda’, si no tenemos una marca limpia y honesta no seremos exitosos.
Publicado el 22 de Abril 2015 en América Economía.
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