11 maneras de destruir tu credibilidad
Publicado en diario El Comercio (Perú), el 09/12/2018
Hace poco me preguntaron por qué de vez en cuando escribo sobre un tema en tono negativo o irónico. Creo que lo hago para resaltar los errores que podemos cometer y tomar conciencia sobre ellos, evitarlos o mejor aún, tratar de enmendarlos. Comparto algunos ejemplos de varias maneras de destruir nuestra reputación, nuestra credibilidad y por supuesto, nuestra marca personal.
- Trata de salirte siempre con la tuya. Haz lo que sea que necesites hacer para lograr siempre tus fines o propósitos. Pasa por encima de los demás, cambia los hechos, inventa data, altera la verdad.
- Trata a los demás como a tontos. Asume que los puedes engañar todo el tiempo. Asume también que porque fuiste exitoso haciéndolo en el pasado nadie nunca aprenderá a entender tus mañas.
- Sé siempre el dueño de la verdad. No escuches, no le des la razón a nadie más que a ti mismo. Invalida a rajatabla los argumentos de los otros y busca desacreditarlos cambiando los hechos o la verdad para sostener tu punto.
- Haz sentir a todos la superioridad de tu intelecto o de aquello en lo que tienes ventaja sobre los demás. Muéstrales la profundidad de tu desprecio o mejor aún, ignóralos si te quedas sin argumentos para defenderte.
- Culpa a otros de tus fallas, de tus errores y, sobre todo, de tus fracasos. Nunca aceptes responsabilidad por nada que no te convenga. Y si te equivocas, jamás lo reconozcas ni menos pidas disculpas o perdón a nadie. Más bien, siempre reparte las culpas entre los demás para distraer la atención de tus errores.
- Inventa razones o excusas, por increíbles que éstas puedan ser para justificar tus faltas, tus actos reprochables o tus conflictos de interés. Di una cosa hoy, una diferente mañana, cambia las versiones, niega tus palabras. Mejor aún, miente, miente, miente, que algo quedará. Y si te descubren, ya sabes que hacer.
- No des la cara ni enfrentes jamás tus responsabilidades. Evítalas, evádelas, y repite el punto 5.
- Busca tus contactos sólo cuando los necesites. Manipúlalos para que te blinden de todo mal. Ignóralos el resto del tiempo. Total, hay mucha gente en el mundo y todo lo malo que digan de ti quedará rápidamente olvidado. Ni pienses en la lealtad: puede ser un obstáculo para tu avance.
- Cree en la impunidad. Eso que todo se sabe o todo queda grabado es para ineptos. Recuerda que tienes corona y que eres más vivo que los demás. Asume que el mundo sigue siendo el de antes y que la gente sigue siendo muy tonta.
- No respetes tu palabra, ignora los acuerdos tomados. Di una cosa hoy y haz otra mañana. Eso de ser coherente está pasado de moda y la integridad es para inútiles.
- No seas nunca agradecido. Eso demuestra debilidad y te pone en desventaja. Además, ¿quién quiere deberle favores o gracias a los demás? No le des crédito a nadie por nada. El éxito debe ser siempre tuyo y sólo tuyo.
Ya sabes cómo es: construir nuestra credibilidad toma años, destruirla, algunas malas conductas. ¡Evítalas a toda costa!