A un paso de la frontera
No pensé que esta aventura de viajar en auto al Mundial Brasil 2014 me traería tantas satisfacciones.
En una noche mística en Cusco, me puse a analizar lo afortunado que mi compañero y yo somos de encontrarnos ahí, listos y preparados para partir a Puerto Maldonado, Madre de Dios, y seguir con la travesía de experimentar la emoción de la máxima competición de fútbol.
Después de descansar un día, de recuperar fuerzas y de llenar el auto con provisiones continuamos con el recorrido por la Carretera Interoceánica, la cual nos llevará hacia Brasil.
Debo decir que esta carretera ha mejorado bastante. Es una gran vía; cuenta con buena señalización y se encuentra en excelente estado. Sin embargo, es un tramo duro de recorrer. Al conductor de “El Messi” (¿recuerdan que así bautizamos a nuestro nuevo vehículo?) se le hizo un poco difícil subir.
La altura –que rondaba entre los 4.100 y 4.800 msnm– y el incesante frío nos jugó una mala pasada, pero al menos nos quedamos con algunos de los más bellos paisajes que hemos visto hasta ahora.
Esta travesía normalmente dura unas ocho horas, pero decidimos hacerla en dos tramos: Cusco-Ocongate y Ocongate-Puerto Maldonado, por lo que nos demoramos unas 12 horas.
En el camino pudimos degustar de la gastronomía peruana. Cambiamos nuestros panes con queso por unas deliciosas truchas y unos mates de muña o coca.
Lo gracioso e inusual de este viaje es que, por más mapas que tengamos, uno siempre tiene miedo a perderse. Pero para suerte nuestra, nos encontramos con unos niños muy amables que nos despejaron algunas dudas.
Luego del frío y la altura cruel, empezamos a descender y llegamos a los 300 msnm. Pasamos por Quincemil, un pueblito alejado dentro de la selva peruana. Ahí, el calor, el olor a vegetación y también los mosquitos nos dieron la bienvenida.
Finalmente, pasamos por Mazuco antes de llegar a Puerto Maldonado, donde disfrutamos de un bello atardecer, de esos que no se pueden ver un día cualquiera en Lima.
Sí, ya falta poco para llegar a Brasil. Vamos a ver las semifinales, eso lo tenemos claro. Estamos a un paso de cruzar la frontera y de disfrutar de la gran fiesta de esta competición, que sin duda ha sido una de las más sorpresivas por los desenlaces de los partidos. ¡Nos vemos en Brasil!