Joaquín Galdós triunfó de nuevo en España, esta vez con Ponce
EL SÁBADO, EN NAVALUENGA, ÁVILA, A 100 KM DE MADRID
Cortó un total de tres orejas y salió en hombros ● Enrique Ponce cortó dos orejas en cada toro ● Jiménez Fortes no tuvo suerte con su lote.
PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI
El sábado 10 en la localidad abulense de Navaluenga, Joaquín Galdós, joven torero peruano, volvió a triunfar y salió en hombros. Esta vez, junto a Enrique Ponce, lidiando una voluminosa corrida de Castillejo de Huebra, de procedencia Murube. Joaquín lleva ya varios triunfos en España y Francia, en su primer año de alternativa. Ponce cortó dos orejas a cada uno de sus toros, con petición del rabo en el cuarto, mientras que Joaquín −ante toros que no eran precisamente fáciles− cortó dos al tercero y una, con petición de la segunda, al que cerró el festejo. El tercero fue Jiménez Fortes, sin suerte en su lote y que toreó convaleciente de una cornada, con los drenajes en el gemelo.
Navaluenga es un pequeño pueblo en las faldas de la Sierra de Gredos, a 800 msnm. En esta época, pasa de sus habituales 3.000 pobladores a más de 25.000, por la gran cantidad de madrileños que acuden a las fiestas del pueblo y a pasar allí sus últimos días de vacaciones. Por ello, la corrida por el día central de su festividad incluyó a Enrique Ponce, la gran figura del toreo de los últimos 26 años y al valiente malagueño Jiménez Fortes, famoso por las muy graves cornadas que ha sufrido las dos últimas temporadas. Alternar por primera vez con una figura de época como Ponce, que además es un ídolo en Lima, era un importante compromiso para Joaquín.
LA CORRIDA
Ponce estuvo en maestro. Genial e inspirado. Cortó cuatro orejas y pudo haber cortado un rabo, lo que fue poniendo las cosas más difíciles para Joaquín, que no podía quedarse atrás.
Galdós estuvo muy bien con ambos. A su primero lo recibió con templadas verónicas. El toro era noble, pero le costaba humillar. El peruano, inteligentemente, le dio tiempo y lo fue metiendo en muleta poco a poco, sin bajarle mucho la mano, para finalmente torearlo a placer. Hubo magníficas series de derechazos, pero aun mejores naturales. La faena hubiera sido de rabo, pero lo pinchó en todo lo alto, antes de dejar una gran estocada. El público pidió el rabo, pero por el pinchazo, sólo le concedieron dos orejas.
El sexto, que le brindó a Ponce, fue más complicado. Noble, pero con poca fijeza. El mérito de Joaquín fue encontrarle las distancias y la colocación adecuada para, finalmente, sacarle una faena que al comienzo del trasteo parecía imposible. Volvió a pinchar arriba, antes de dejar una gran estocada que hizo rodar al toro sin puntilla. Cortó la tercera oreja de la tarde y salió en hombros junto al maestro Ponce. ¡Tarea cumplida!
UNA HAZAÑA
Lo hecho por Galdós
Para un torero joven, en su primer año de alternativa (Joaquín la ha tomado hace escasas 12 semanas) es muy difícil torear. No se les da sitio y si lo logran, es en festejos poco importantes, con toreros intrascendentes. Pero no siendo español, es mucho más complicado. Joaquín lleva nueve corridas y 15 orejas en esas pocas semanas y todas, o casi todas, saliendo en hombros. Bastante más que otros toreros jóvenes que fueron novilleros con él. Una hazaña.