Una visita a IndieCade East
Este fin de semana estuve en IndieCade East, la versión de la costa este del principal festival de juegos independientes en Estados Unidos.
IndieCade ha sido llamado el Sundance de los videojuegos. De la misma que el festival de cine es una vitrina para las nuevas voces en la realización de películas, IndieCade es un espacio en el que los diseñadores de videojuegos más innovadores se reúnen para mostrar sus juegos, conocerse y aprender más sobre el arte de hacer videojuegos.
El festival original se realiza en Los Ángeles, y también se hace una muestra durante E3 más pequeña al lado de los principales lanzamientos de cada temporada. Sin embargo, desde el año pasado, se realiza una versión satélite en Nueva York, debido al surgimiento de una escena de juegos independiente en esta ciudad, apoyada por la aparición de diseñadores de juegos como Zach Gage, Douglas Wilson y organizaciones como Kill Screen, Babycastles o el NYU Game Center, la escuela de videojuegos de la Universidad de Nueva York.
Todo este generó que se cree esta versión del festival, que se realiza en el Museum of Moving Image, un museo que tiene a los videojuegos como uno de sus puntos centrales.
El evento comenzó con una charla de Rami Ismail, probablemente una de las voces más respetadas en el campo de los videojuegos independientes actualmente. Él suele llamarse “la otra mitad de Vlambeer“, el estudio que creó juegos como Super Crate Box y Ridiculous Fishing, uno de los títulos indies más aclamados del año pasado. Desde Holanda, donde vive, no solo se ha encargado de desarrollar su estudio, sino también de impulsar la escena indie en todo el mundo. Ismail es casi una estrella de rock, pero sin los excesos que esto podría traer. En su charla, hizo énfasis en el hecho de “hacer juegos y tomar riesgos”.
Durante IndieCade también se mostraron prototipos de juegos en desarrollo y algunos títulos de juegos de alumnos del NYU Game Center. Varios de ellos estaban enfocados en la experiencia de jugar de manera local con otros participantes. Incluso se organizó en un auditorio del museo una sesión de e-sports, en el que se destacaron juegos como Nidhogg o Laza Knitez. Esto se ha convertido en una tendencia actualmente en la escena de juegos independientes: jugar con otros de manera local.
En el evento también se tuvieron charlas más académicas, como una sobre la utilización de narrativa en juegos, a pesar de contar con bajos presupuestos, de la española Clara Fernández Vara; o charlas más divertidas como un panel de trivia moderado por Frank Lantz, ex director de Zynga Nueva York y actual director del NYU Game Center, donde participaban algunos personajes conocidos de la escena de juegos indie en Nueva York, como Eric Zimmerman, Naomi Clark o Zach Gage.
A diferencia de lo que pude observar cuando participé de eventos similares en Buenos Aires, Sao Paulo -y Lima-, en Nueva York existe una comunidad más sólida, en la que los videojuegos no solo son percibidos como arte, sino que tienen todo el apoyo para que se conviertan en el medio de expresión más importante de estos tiempos. Es eso lo que lleva a los diseñadores a tomar los riesgos que suelen tomar para crear los juegos -digitales, analógicos y aquellos creados para ser jugados en espacios públicos- que se presentaron estos días.
IndieCade es una excelente muestra de lo que un festival es capaz de generar en una comunidad, y cómo puede ayudarla a crecer. Junto a GDC, se ha convertido en uno de mis eventos preferidos del año.