La escena extrema polaca: los orígenes
Nadie podría dudar de la importancia del metal polaco sobre todo en lo que se refiere a metal extremo. Nombres como Vader o Behemoth son hoy imprescindibles en la discoteca de cualquier headbager que se precie de serlo. Sin embargo esas bandas, al lado de muchas otras, se asientan en una tradición rica y escasamente conocida fuera del underground (y aun dentro de él).
El heavy metal alcanza a Europa Oriental a finales de los 70 y fue el sonido NWOBHM el que encontró rápida cabida en diferentes países de la cortina de hierro. En Polonia se destacó muy tempranamente la banda Kat, que practicó un heavy metal muy inspirado en Judas Priest y Iron Maiden, que luego recogería influencias de los metalizados Accept. Su primer disco, Metal and Hell (1985), arquetípico en ideología y sonido metalicos, marcó a una generación. Cumplieron el rol de Barón Rojo en España, Aria en Rusia, Omen en Hungría, Heavy Loud en Suecia, (¿Tarkus en Perú?) etc. Como ellos, surgieron otras bandas de heavy metal tradicional, pero en el campo de lo extremo, verdadero fuerte de este país, se empezaban a cocinar cosas interesantes.
DRAGON
Una de las primeras bandas thrash metal polaco de la que tenemos cierto trabajo constante en el tiempo es Dragon. Formados en 1984 en Katowice. Probablemente la influencia más notoria que muestran es la de Slayer o si quieren la de Sacrifice, en ese entonces se hablaba mucho de la semejanza entre los estilos de ambas bandas. Distribuyendo ensayos grabados en condiciones tercermundistas lograron ser invitados al Metalmania del 87 (un festival en Polonia que aún subsiste con gran notoriedad en Europa). Su primer disco fue el Horda Goga (1988), cantado en polaco, pero del que hicieron una versión en inglés traducida como Horde of Gog (en esta canta el vocalista de Turbo). El éxito fue importante, por lo enos en la cada vez más nutrida escena subterránea en Polonia y los colocó a la vanguardia de la escena extrema europea por algunos años. Le siguieron tres discos más, todos en Inglés. Fallen Angel (1990), Scream Of Death (1991) y Sacrifice (1994). Conforme el tiempo fue pasando su sonido se fue haciendo más técnico y también asimilando el sonido del death metal cada vez más omnipresente, sin embargo el asenso de bandas más definidas en ese género fue desplazándolos; recordemos que los inicios de los 90 es la época de la aparición de Vader (en realidad ya tenían años trabajando en un estilo cercano al thrash metal influenciado por Possessed pero sin alcanzar fama, debido a los cambios constantes de alineación). El álbum Sacrifice solo pudo ser producido como cassette ante la carencia de apoyo discografico relevante. En 1999 lanzaron un último disco que la verdad no conozco. Sé que ha vueto a la carga (¿quién no?). Estaremos atentos.
Imperator formados también en 1984 consiguieron fama en el underground por sus demos que recordaban mucho los de Hellhammer, particularmente el Eternal Might. Pronto se acercaron a un sonido black metal pero terminaron derivando en un death metal directo y sucio. Para grabar su primer disco pasaron por innumerables problemas. Supuestamente lo iba a sacar Deathlike Silence Records el sello de los Mayhem noruegos, pero el suicidio de Dead los dejó en el aire. Sin embargo el Time before Time llegaría a ver la luz en 1991, lamentablemente poco hemos oído de ellos desde entonces (su líder “Bariel” abandonó Polonia rumbo a Australia por muchos años, luego volvió y ahora enseña inglés).
MAGNUS
Magnus se formaron en 1987 y la verdad son de lo mejor que he escuchado en mi vida en lo que concierne a temprano death metal. Sería difícil encontrar un parangón con esta banda, pues su sonido es bastante original. De alguna manera conjugan el death/thrash con cierto sonido hardcoriano y con mucho rock and roll, sin apartarse de un cuidado sentido del equilibrio en cada uno de sus temas, eso sumado a una verdadera crudeza sónica. Se las arreglaron para que a pesar de la pobreza de medios todo lo que grabaran sonara muy bien. Sus demos aparecen compilados en el disco I Was Watching my Death (1992) y es una de las mejores compilaciones de death metal de entonces. Scarlet Slaughtered de 1992 fue su primer álbum oficial y tiene un sonido contundente con énfasis especial en la sección rítmica, la bateria es impresionante. El Alcoholic Suicide de 1994 muestra un acercamiento al sonido thrash metal y exhibe un trabajo de gran factura a nivel de la producción, solo que ahora se nota más la impronta de Kreator. Para mí estos dos discos están a la altura de lo que ahora se produce en Polonia y no le van a la zaga de lo que vader realizaba por aquellos años. El año pasado publicaron un nuevo disco que la verdad ya no he oído, pero ahora supongo que me actualizaré escuchándolo.
Estas bandas, entre otras, no pretendo agotar el tema, merecen una escucha atenta y un mejor conocimiento de los headbangers. Saludos y viva el inagotable metal ¡Death to False Ones!