UDO Gran noche del heavy metal
No quiero que se me pase el tiempo como en los demás conciertos así que ahí va mi experiencia musical con UDO.
Anoche tocó UDO en Lima y creo que ha sido uno de los mejores conciertos de metal habidos por estos lares en los últimos años.Udo Dirskschneider es uno de los más notables exponentes del heavy metal tradicional, tanto en su época con Accept como cuando ya solista siguió luchando por nuestra música con su propia banda, UDO. Su presencia en Lima se hacía esperar luego de algún concierto cancelado en el pasado, y por fin la noche del 3 de mayo, casi a las 10:00 pm, comenzamos a experimentar lo que es un show de uno de los contados artistas que ha entregado su vida al heavy metal y lo ha cultivado con pasión, técnica, eficiencia, pero sobre todo con amor sin jamás traicionarlo.
El concierto comenzó con dos temas de su más reciente producción, Dominator (2009) The Boogeyman y Dominator, dos temas dentro de lo más estándar de UDO, efectivos, poco conocidos, quizás no muy significativos dentro de su discografía, pero que sirvieron como introducción a una noche que iría in crescendo hasta alcanzar momentos culminantes de paroxismo metálico. Nuestro querido guerrero headbanger está ya con varios años encima, pero su dedicación y la de su banda son enormes. A continuación el concierto siguió con mi canción favorita de UDO época solista, Independence Day, de uno de sus mejores discos, el Solid (1997) álbum aparecido en un contexto difícil en el que el metal luchaba por volver a ser oído. Yo grité la letra a voz en cuello, pero noté que pocos lo hacían, creo que Udo también lo notó pues se le veía un poco extrañado de que uno de los temas que más ha empleado en los últimos 10 años y que le funciona bien, acá la gente no pudiese ni corearlo, pero bueno, imagino que acá la gente lo admira más por Accept. Luego siguió con The Bullet and the Bomb, que tuvo algo más de recepción (eso me sorprendió, no es un tema tan emocionante como el anterior). La tónica poco reactiva del público cambió con Restless and Wild primer clásico de Accept en intepretar, la gente sí lo coreó, saltó y fue rabiosamente feliz. El áporte instrumental de Stephan Kaufmann e Igor Giannola se hacía evidente en los interludios entre los temas en los que acometían con pequeñas florituras musicales que hacían el concierto más entretenido. Además la interacción física entre Udo y Stephan le daban un matiz más personal a la ejecución.
Luego siguieron con otra pieza clásica de Accept, Son of a Bitch, que también fue muy coreada por el público. Thunderball, del disco homónimo, siguió y fue muy bien recibida, Vendetta, de su muy aclamado Mastercutor continuó con la sesión y me asombró que fuese el único tema de ese formidable disco que hayan ejecutado, sobre todo porque está repleto de temas mucho más potentes. De ahí se llegó a una de las cúspides de la noche, Princess of the Dawn, nuevamente de su época de Accept, canción que fue cantada por todo el mundo. Empalmamos con un solo de guitarra de Giannola, en el que se bajó del escenario por un costado caminó alrrededor del público y lo seguíamos entre la audiencia, hasta volver a subirse al escenario, eso acá ha sido nuevo. Continuamos con Midnigth Mover y fue uno de los momentos más veloces de la noche, ese tema es tan heavy que es imposible no andar saltando por ahí desde la primera vez que uno lo escucha. Volvió a su carrera solista con Man and Machine, una buena canción de uno de sus más flojos discos. De allí tocaron el tema que abriera la carrera solista de Udo en 1987, Animal House, una canción que golpeó con fuerza al auditorio pues es de esos temas heavys, de estructura un tanto simple, pero que sacan su fuerza de su capacidad de ser directos. A cada momento de esa noche nos sentíamos más y más headbangers.
Con Metal Heart se volvió a los clásicos de Accept, era evidente que aunque varios de los temas de UDO eran conocidos, el público se identifica con su época en su banda original y me parece un poco triste pues Udo lleva más años como solista sacando discos increíbles que aunque posteriores en muchos aspectos son más logrados que los de Accept. De allí llegó Holy, otra gran canción de UDO y que abre aquel fundamental disco homónimo de 1999, con el que muchas generaciones volvieron a conocer el heavy metal clásico (alguien me preguntó qué tema era ese que estaban tocando).
El conciertto ya duraba más de una hora y media y algunos temían que se fuese a acabar, pues cada dos temas Udo Dirkschneider se iba unos momentos del escenario, especulo que a descanzar, y pensábamos que quizás, por un tema de edad, le costaba un poco seguir. Creímos que esto se confirmaba, pues el siguiente tema fue la clásica infaltable Balls to the Wall, uno de los más emblemáticos himnos del heavy metal de todos los tiempos. Obviamente la reacción del público fue de catarsis total. Nadie ignora la letra del oprimido que se levanta contra el tirano, pese a todo, y le pone con los huevos contra la pared (con la bendición de Dios encima). Aunque la gente falló en seguir el coro en el que se dice “sing of victory“, algo que creo que Udo no entendía por qué; supongo que era la emoción colectiva. Yo creí que ahí ya acababa, pero luego de un ratito salieron de nuevo y tocaron el clasico rockanrolero de Accept I’m a Rebel, después Burning y finalmente la que algunos consideran canción oroginaria del thrash metal Fast as a Shark, que fue la verdad un genial fin de fiesta. Ya en ese tema, el público estaba extasiado y sentía que estaba en una de las mejores presentaciones de metal de los últimos años en el Perú. La actitud de UDO, la banda, estuvo formidable, empáticos con el público, dispuestos a darlo todo cada uno, risueños y contentos de estar acá, hicieron sentir importante al público, no solo como un “me pagan para que toque” o “esta es mi chamba” sino como un “es genial tocar acá para ustedes”.
Yo he sido un fan de UDO desde su aparición, de hecho yo no soy contemporaneo a la banda Accept, cuando me convertí al metal Udo acababa de dejar la banda y comenzaba con aquel Animal House su andadura en solitario. Amo muchas canciones de UDO y heché en menos varias. Por ejemplo alguna del Timebomb que para mí es el Painkiller de ellos, o algun tema como No Limits o Freelance Man o la misma Mastercutor o la increíblemente asesina The Punisher, del Solid. Bueno,esos ya son detalles, lo cierto es que la noche estuvo genial y fue una verdadera lección de heavy metal que no podremos olvidar.
Quizás por momentos uno piense que es lamentable que artistas de la talla de UDO u otros no puedan aspirar a conciertos del tamaño como los de Iron Maiden o Metallica, pues uno siente que se lo merecen, que son inmensos y que a veces se ven reducidos a pequeñas audiencias. Sin embargo eso tiene la ventaja de la cercanía con el artiste. En estos conciertos la vivencia headbanger es más cercana, íntima y personal, más como la sentimos normalmente en nuestras vidas cotidianas.
Salud por el metal auténtico y por todos su guerreros
Acá está el inicio del concierto, pueden apreciar que su voz se mantiene
(No more) Independence Day
Uno de los mejores momentos
Acá terminó