Oscura Ofrenda Vol 2: gran noche con Oxido y Mazo
Anoche, en realidad en la madrugada de hoy, en el Calabozo (Jr. Chota, al lado de la Dirincri) tuvimos una excelente noche de rock y metal pesado con lo mejor de la baraja nacional en este estilo. Reino Ermitaño, Hands of Doom, Oxido y Mazo, nos asaltaron con poderoso heavy (no solo heavy metal, sino heavy de heavyness) por algunas horas y yo viví una gran experiencia. La velado comenzó a las 11 de la noche con Hands of Doom, la agrupación de Daniel Doomwarrior (Kranium), Gustavo Warhead (ex Necropsya) y Ricardo Helldozer, que ofrecieron un doom pesado con raíces thráshicas y que nos remiten a los primeros Celtic Frost, pero desde una perspectiva más actual. Son muy originales y el estilo de vocalización y fraseo que ha desarrollado Doomwarrior es muy potente y cae como anillo al dedo a ese rock sucio y pesado que la banda practica. La batería a cargo de Warhead también es muy destacable, sobre todo por su presición. Notable banda que ya va por su segundo CD, el Headhammer, editado este año por Austral Holocaust.
La siguiente banda sorpresivamente, para mí al menos, fue Oxido (esperaba que tocasen penúltimos), aquella agrupación señera de la escena local, que Franco Boggiano ha denominado la primera roca pesada del movimiento en nuestro país, y que reluctantemente aceptan ser catalogados como banda de metal. A mí, como oyente, no me cabe duda de que son una banda de metal, pero no discutamos al respecto, son una gran, enorme, banda y es un escándalo que sean tan desconocidos en su propio país. Les aseguro que la calidad, complejidad y horrifonía de sus temas es incuestionable; a nivel lírico, no se quedan atrás, aunque todavía no los he captado lo suficiente como para opinar tanto en ese nivel.
Como algo especial, esta madrugada, los primeros cuatro temas fueron interpretados por la alineación original de 1982, misma que incluye a Atilio (el gato) Cortez (Mazo) en el bajo, Germán Vegas en la batería, Javier Mosquera (ex Almas Inmortales) en la guitarra y Fernando de la Flor en las voces. Luego de ello, salió Cortez y subió su actual bajista, Orlando del Carpio. Lo que nos ofrecieron fue increíble. La calidad de los temas no solo es soberbia sino que la ejecución es precisa y contundente, se notan las horas de ensayo, y si no las tienen, se nota su enorme habilidad. Abrieron con lo que Fernando consideró el tema más emblemático de la banda, El ángel de la muerte, que recientemente han editado en un split con Don Juan Matus. En vivo el tema no pierde nada. Luego continuaron con temas como El Sol, Espíritu de Hierro y otros clásicos. Cerraron con Sacrificio en el templo. Su música bebe directamente en fuentes setenteras, tanto Black Sabbath como Deep Purple se sienten en los temas. Los solos de guitarra son ejercicios brillantes de esos que ya no se estilan. La forma de cantar de Fernando es convulsiva y aunque ahora ves a un señor con un aire a lo Al Bundy, al oírlo vez que el espíritu cuando es de buen hierro es noble y no se quebranta con el tiempo.
No es necesario que mienta y me haga pasar como banger de la primera horda, no lo fui. Entonces era un niño, así que yo escuché de Oxido, no a Oxido cuando estaba en el colegio. Lamentablemente, el no contar con una realización oficial en las calles provoca que la banda, independientemente de su calidad, no sea conocida y su impacto se reduzca a lo inmediato. Por favor, a todas las bandas, graben y editen, de nada sirve tocar en un montón de sitios si no hay un registro. La buena noticia es que el excelente rock pesado de Oxido conocerá, a comienzos del próximo año, una grabación oficial. Se agradece.
La estrella de la noche era Mazo, quienes tocaron por última vez en un buen tiempo. Y para confirmar lo que dije en el anterior párrafo, el que ya existan un par de discos circulando (Mentenegra y Del Azar a la Creación) ha hecho algo muy positivo en el impacto entre la audiencia (más gente corea las letras y han tenido tiempo de compenetrarse en su día a día con la naturaleza de sus composiciones). Intepretaron en total 17 temas entre los que destacaron Del Azar a la creación, Nivel de vida, … y los príncipes demuelen, Cáncer y delirio, Birro el mórbido, La ronda final, Hasta la muerte y Maldito. Incluyeron un tema más extra, Lo pútrido. La performance estuvo lejos mejor que la de su retorno hace unos meses, en los que se notó la falta de ensayo, pero felizmente ese ya es un tema superado. Billy Astete estuvo más preciso con las seis cuerdas y pudimos disfrutor de esos solos que le dan a Mazo ese poder clásico y evocador que pocos tienen. Ñaka le dio con fuerza la batería y estuvo inmejorable (pese a que el instrumento se le desarmaba). Coco se presentó con su bajo de cruz ya clásico y que muestra las señales del paso del tiempo (está parchado en uno de sus brazos, pero así se le ve más genial aún). Hacia el quinto tema tuvo que cambiarlo por un bajo estándar, debido a una cuerda rota. De paso se le oyó más. La interacción que esta banda establece con su público es enorme. Coco, que estaba algo agripado, dirigía comentarios a la audiencia mostrando ese temperamento simpático, criollo y buena onda que hace que te dispongas con naturalidad hacia la banda. Billy interactúa con Coco y ves su interés en los temas y Ñaka se mete a hablar por el micrófono frontal y nos hace reír a todos con sus salidas “sórdidas” y anticlericales. Genial.
Definitivamente fue una gran noche/amanecida de ayer a hoy. Gran concierto, buenas bandas, hay que apoyarlas (en la sala habríamos sido unos 250). Los puntos en contra, algunos y no poco importantes, el sonido no fue el mejor, había micros que acoplaban y afectaron principalmente a Hands of Doom y a Mazo. La batería a la hora que tocaba Mazo, ya no estaba en las mejores condiciones (hubo que parar algunas veces para rearmarla). En el caso de Mazo, yo les aconsejaría que reduzcan el setlist, el rock pesado es eso, pesado, y creo que unos tres temas menos redundarían en una mayor contundencia en la presentación, (así como limitar la presencia de temas que no cuenten con un registro grabado publicado), creo que eso tuvo de acertado la presentación de Oxido: la brevedad. Otro problema es la hora, los conciertos nacionales comienzan muy tarde, Mazo terminó casi a las 3:00 am, lo que hizo al final que no me quedara (como varios otros) a ver Reino Ermitaño. Sin embargo estos detalles no terminaron por mellar la actuación. Nunca la olvidaré (tengo el setlist de Mazo)
Nota: Coco de Mazo me dijo que lo más probable es que toquen de nuevo el próximo año.