Ghost B.C. - Infestissumam - Loma Vista Recordings - 2013
La sensación del momento en el metal, Ghost, demuestran que no somos inmunes a la propaganda ni al lavado de cerebro. Segundo disco de una de las bandas más inexplicablemente comentadas del movimiento metalero mundial.
La portada es lo mejor del disco, parece un tributo al afiche de la cinta Amadeus, de Milos Forman.A mí Ghost B. C. no me convence. Yo lo siento como un King Diamond mezclado con lo más pop de los Beatles, pero sin la fuerza del primero ni la originalidad del segundo. No es que sea una banda que toque mal, pero esa onda sobreproducidísima llena de un espectáculo de horror que hace que uno piense que se va a topar con tremenda vorágine radical para que al final sea una especie de stoner melódico con influencia de la NWOBHM hace que dude. Por ahí leí que un crítico opinaba que esta banda sabe producir miedo sin recurrir a los ruidos del black metal y que lo hace con inteligencia. La verdad, no sé qué pensar al respecto ni qué banda ha oído. Para empezar yo ya estoy grande para que la música me dé miedo y de hecho no hay nada en Ghost que me asuste salvo que la gente empiece a ver a este grupo de hard rock dulcecito como una banda referente para el metal actual. A mí por lo pronto se me antoja muy poca cosa y demasiado prefabricado como para reventarle tanto “cuete”.
Si en el pasado se acusó, en mi opinión injustamente, al glam y parecidos de ser comerciales e inauténticos ¿qué pensar de un grupo que se presenta como una especie de banda satánica anticristiana y malévola con una aura de misterio (no se sabían quiénes eran los miembros) para que la música que expongan sea un Nightwish sombrío? Eso sí me parece comercial e inauténtico.
Cuando oí el anterior disco, debo decir que esperaba un montón porque el grupo venía precedido de buenas críticas, sobre todo el tema Con Clave Con Dio que hasta el título es llamativo. Pero al final no saqué mucho en limpio, lo oí unas cuantas veces pero la verdad los discos de Midnight Priest (genial) In Solitude y Axevyper que oía por esos días me parecieron muy superiores y merecedores de mucha más atención.
Ahora llega Infestissumam y lo primero que me choca es la pretenciosidad del título en latín que solo se justificaría si me topo con algo realmente excepcional pero a tenor de lo oído no estoy sino ante un ejercicio autocomplaciente de hard rock muy melódico con vocación kitsch. Parece metal para críticos universitarios de rock. Es más, si en el primer disco me gustaron las líneas de bajo que fue lo que mejor quedó, acá se quedaron lejos.
La voz es lo más flaco de todo. Qué ridículamente suave, hasta Nightwish tiene a un Marco Hietala que le mete al rock cuando el tema lo requiere (usualmente lo requiere). Lo peor es cuando se quiere poner tenebroso y trata de volverse King Diamond, en esos momentos es cuando más difícil de seguir se pone el disco. Pero qué puedo pensar de alguien que se hace llamar huachafamente Pope Emeritus II. Las guitarras no pasan del promedio y apenas merecen ser mencionadas. La percusión es estándar y suena bien pero carece de toda contundencia. Las Runaways eran más extremas. Lo único que para mí se salva en este disco es el teclado, sobre todo en el tema Jigolo Har Megiddo (como odio ese nombre y la intención seudoestética detrás).
Los temas: ninguno me ha gustado de verdad. Así, nada. Quizá Year Zero tiene un poco de ese brillo fugaz que apareció en el primer disco, pero al poco rato se inocula una inofensividad indigna del metal (el mejor metal debe ser peligroso). Por ratos me suenan un poco a los Voivod del cover Astronomy Domine pero sin esa genialidad. Depth of Satan’s eyes relumbra un poquito y puede ser lo mejor del disco. Pero en este caso eso es muy poco. El disco en realidad parece un tributo nostálgico y débil al rock de fines de los 60. Yo dudaría de calificar esto como heavy metal.
Para terminar de rematar, la producción sonora es enteramente esterilizante, parece producida en un quirófano aséptico y no algo que tenga que ver con la imagen que falsamente proponen. Encuentro más violencia en los últimos discos de Opeth, con todo lo producidos que están, que en este sonido eunuco.
En resumen este trabajo promete mucho, demasiado, y lo que da es muy poco. Confirmo que Ghost no es más que un bluf. A lo más, metal emasculado.
Disco entero para que lo oigan y vean que no miento