Carcass – Surgical Steel - Nuclear Blast - 2013
Vuelve uno de los grandes del death metal. Si ha habido una banda admirada en el género extremo esta ha sido Carcass.
Fría y deslucida portada. Su problema no es la simpleza sino la asepticidad. Estos instrumentos deberían estar con sangre. Qué puedo decir de Carcass sino que al lado de Judas Priest y Destruction conforman mi sagrada trinidad personal del metal. Ustedes ya se habrán dado cuenta que me gustan casi todos los estilos del metal (aunque obvio, no conozco por igual de todo, es demasiado vasto) pero esos tres son los que no me pueden faltar nunca. En el caso de Carcass, yo llegué a ellos un poco tarde, lo primero que les escuché fue el Simphony of Sickness, pero en el 90. La verdad no puedo decir que me impresionara demasiado. Aunque a mi alrededor había un verdadero culto en torno de la banda (los hermanos García, el Moroco, la gente de Funeral). No me disgustaba, pero yo andaba oyendo por entonces Sepultura y Forbidden y lo más radical que disfrutaba era DRI o Cro Mags (hay algo de hardcoriano en mí). Recién me interesaba un poco más en Napalm Death (la época death, ya) y había escuchado Nuclear Assault antes. Por ello cuando en 1991 un amigo me prestó un “Split” colmenero en el que en el lado A estaba el Necroticism : Discanting the insalubriuos y en el B el Butchered at Birth de Cannibal Corpse, simplemente me dejaron extasiado con esa vorágine repentina de virtuosismo y salvajismo. Ese Napalm, época Scum con Iron Maiden del Powerslave mezclado en dosis precisas (esas mezclas no eran frecuentes entonces, en un metal mucho más sectarizado que el actual). La verdad, yo había pedido prestado el cassette por Cannibal, pero Cannibal fue.
Escuché con avidez el Heartwork, entonces el death metal parecía saltar hacia el estadio de popularidad masiva, luego de los sucesivos éxitos de bandas progresivamente más fuertes, Metallica la hizo (y la hizo comercialmente mucho antes del álbum negro), la hizo Megadeth y al parecer la estaban haciendo Slayer (eso al final no alcanzó el mismo nivel de popularidad) y la intentaba Sepultura (era la época del Arise y poco después del Chaos AD), detrás venían muchos, Obituary, Morbid Angel, los mismos Death, Entombed, Atrocity, parecían tener chances comerciales verdaderas (haré un post sobre eso). Buenos eran y son, pero ¿éxito comercial un género tan violento incluso cuando se pone un poco más melódico? La voz del death, el gore, es demasiado violenta para la mayoría de las costumbres musicales de nuestra cultura, no sé si algún día se acepte más allá de los géneros extremos del metal.
El Heartwork fue editado por Earache, pero distribuido por una multinacional y hasta hubo videos en MTV (acá los daban en el 33UHF). Luego vino el boom del alternativo (justo en 1993 se produjo el estallido) y aunque al death metal no le importó demasiado hubo vientos de cambios y Carcass, que intentaba una salida por su sonido (legítimamente no querían repetirse) se decantaron por una forma que ha sido llamada, un tanto equívocamente, death ‘n’ roll que plasmaron en el polémico Swansong, que hasta el día de hoy divide opiniones. Yo creo que en el metal tenemos que ser fieles a una tradición, pero sin ser cerrados a las innovaciones. A mí me parece que rechazar al Swansong es solo sectarismo mal disimulado, es un disco notable, pero bastante diferente de sus predecesores.
Esa tendencia les llevó a intentar suerte con una nueva banda, y así Carcass se transformó en Black Star, un buen grupo en ese estilo que solo nos dio un solitario álbum de buena calidad.
En todos estos años hemos querido que vuelvan a la palestra y por fin se ha producido con un disco que se han tomado su tiempo en producir y el resultado está acá. Lo primero a decir es que el disco suena estupendo y es metal de principio a fin sin coqueteos con tendencias cuestionables (al menos desde mi perspectiva). Es un disco que engancha con la tradición del Heartwork y Necroticism con algunos destellos (pocos) del Swansong; de su periodo grind hay lo mismo que había en esos discos (o sea ni michi, extremos trues están advertidos, deberán seguir escuchando Unaussprechlichen Kulten). Los ritmos frenéticos más herederos del thrash que del death con riffs virtuosos, marca de la casa Bill Steer (yo amaba el pelo de ese hombre) propios del heavy metal de la NWOBHM, y que Arch Enemy por ejemplo ha mantenido y continuado (no siempre con fortuna) en el death metal. La voz gutural y desgarrada, de corto espectro, de Walker está idéntica a la de los 90 (de verdad parece que hubiera cantado ayer en esos discos). Un bajo resonante que hace un telón de fondo consistente se deja sentir por todo el disco. La batería es técnicamente perfecta (un instrumentista actual, Daniel Wielding quien alguna vez tocó en Aborted) y expone una precisión brutal.
A nivel lírico se enganchan más con lo propuesto del Necrotism hacia atrás, la llamada Ideopathology (ideopatologia= ideología + patología) que tanta popularidad les diera en el under que es la mezcla de términos médicos relacionados con enfermedades unidos a reflexiones críticas contra el capitalismo y la globalización (un poco rojos), pero siempre con ironía y humor, algo que les interesaba desdel el principio. Incluso circuló la leyenda urbana de que eran estudiantes de Medicina lo que les permitía emplear esos brutales términos cargados de violencia y vísceras en composiciones “poéticas” como Lavaging Expectorate of Lysergide Composition (eran trabalenguas médicos). En realidad, no era verdad, lo que sucedía era que la hermana de uno de ellos, Walker creo, estudiaba enfermería y tenía diccionarios médicos en su casa de los que extraían los términos. Esa tendencia está presente en este disco con títulos como Unfit for Human Consumption o The Granulating Dark Satanic Mills. Se agradece fue una sabia decisión entrar por ese lado; aun no estoy en posesión del libreto así que no puedo juzgar la calidad lírica del trabajo.
Los temas son complejos y pese a eso y el virtuosismo insoslayable ya apuntado, no pierden visceralidad ni fuerza. Son poderosas composiciones de death/thrash metal. Y como de costumbre donde está la fuerza también está la debilidad. Este disco carece completamente de originalidad con respecto de sus viejos trabajos. Tranquilamente este disco podría haber aparecido en 1993 como el disco 2 del Heartwork si hubiese sido doble. Algunos temas incluso podrían mezclarse con los que aparecen en ese disco y ponérselos a alguien que nunca ha escuchado a la banda y podría pensar que está oyendo un solo trabajo de entonces.
Hasta la producción ha pretendido sonar semejante a la dada en esos discos (en ellos fue impecable). Y eso para mí es una pérdida en Carcass porque siempre se distinguieron por romper moldes y hacer algo nuevo. Aunque suene raro a mí me hubiera gustado que siguiesen en la senda del Swansong pero con más velocidad. No lo han hecho y el producto es enteramente bueno, disfrutable, sólido, impecable, pero en última instancia redundante.